Glenn Greenwald, Information Clearing House
Barack Obama, en su conferencia de ayer posterior a la elección, anunció que pedirá una Autorización para el Uso de Fuerza Militar (AUMF, por sus siglas en inglés) del nuevo Congreso, que autorice su campaña de bombardeo en Iraq y Siria – que comenzó hace tres meses. Si uno fuera generoso, diría que pedir autorización del Congreso para una guerra que comenzó hace meses es por lo menos mejor que librar una guerra incluso después que el Congreso rechazara explícitamente su autorización, como lo hizo Obama ilegalmente en el ahora colapsado país de Libia.