Rubén Ramos, Alainet
Mientras Estados Unidos y sus "estados vasallos" de Europa negaban la validez geopolítica de la propuesta sobre "Garantías de Seguridad" para la paz en la tierra presentado por Rusia en diciembre de 2021, esos mismos estados enviaban mercenarios y armamento prohibido a la región de Donbás para atacar a las repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk tal como está ocurriendo en estos momentos.
Aclaro: desde su nacimiento, tras el final de la II Guerra Mundial (IIGM), el aparato militar de EEUU y de sus vasallos europeos, llamado OTAN, ha estado bajo el mando único del gobierno de Estados Unidos. La condición de obediencia y sumisión de los estados europeos bajo la autoridad absoluta de ese gobierno los convierte en "estados vasallos".
La OTAN: sus antecedentes y modus operandi
La estructura y operación de la OTAN surgieron de la experiencia de los "Ejércitos Secretos" que el Reino Unido utilizó para apropiarse de los territorios de la India y del África e imponer el llamado "colonialismo inglés" a punta de fuego y sangre. Las colonias alcanzaron su "independencia" en la segunda mitad del siglo pasado. Como se trató sólo de una formalidad, esas colonias siguen sujetas a la monarquía británica a través de la llamada "Commonwealth" (Mancomunidad Británica de Naciones)
Antes, durante y después de la IIGM Inglaterra utilizó sus "ejércitos secretos" para infiltrar y destruir los movimientos de "resistencia" que se organizaron en diferentes países de Europa contra la invasión nazi de la Alemania de Hitler. Simultáneamente, Inglaterra fue incorporando la experiencia de los SS (Schutzstaffel) nazis a sus prácticas de espionaje, sabotaje, represión, tortura y terrorismo.
Sobre la base de los "ejércitos secretos" y de las redes "stay behind" (los que esperan detrás y operan desde adentro) Estados Unidos y el Reino Unido edificaron la Organización del Atlántico Norte -OTAN- bajo comando yanqui. Han estructurado sus Sistemas de Seguridad Nacional y todos sus aparatos de espionaje, asesinato y terror (CIA, FBI, DEA, USAID por citar los más visibles en el caso estadounidense y el M-16 en el británico). Igualmente, toda la estructura y logística de los Comandos de Combate Unificados estadounidenses (siete geográficos y cuatro funcionales para el control de la tierra), de sus Comandos de Operaciones Especiales tienen la misma herencia.
Todas las intervenciones invasivas y terroristas de la OTAN se realizan a través de los ejércitos secretos, las redes stay behind y de las llamadas "contratistas" (a éstas, me referiré más adelante).
Los "ejércitos secretos", las redes "stay behind" y las empresas "contratistas" son integrados y dirigidos por mercenarios con alta preparación militar y subversiva. Son grupos de avanzada táctica y de infiltración que atacan bajo la modalidad de "bandera falsa". A esto se refiere el señor Biden pretendiendo acusar a Rusia de una supuesta invasión a Ucrania. El uso de "ejércitos secretos", de las redes "stay behind" y de "contratistas" para realizar operativos de "bandera falsa" forman parte de la modalidad de "guerra sucia" extendida por Estados Unidos y sus "estados vasallos" por el mundo y son parte constitutiva del actuar de la OTAN con la asesoría de la CIA y del M-16. Yugoeslavia, Libia, son casos ilustrativos y hoy, lo es, Donbáss.
En general, el funcionamiento de este sistema bélico para el terror y la muerte (del que sólo he citado algunos de sus aparatos) impone guerras; realiza atentados; ejecuta golpes de estado (Bolivia, Birmania, Malí, Chad, Guinea, Sudán y, Burkina Faso, entre los más recientes); impone cambios de gobierno; prepara, implementa y ejecuta "primaveras"; "revoluciones" de colores y de dignidades como el "euromaidán" de Ucrania en 2014; genocidios como los del Congo, de Ruanda, de Camboya, Afganistán, Irak, Libia, Siria; magnicidios como los de Yasser Arafat; Hussein, Kadafi, Chávez. Por recordar algunos.
Las "contratistas"
Desde 1990 y al amparo de las reformas introducidas en la ONU por el Informe Brahimi-Annan respecto de las "operaciones de paz" éstas han pasado a manos de "empresas privadas especializadas". Surgidas en el territorio de Estados Unidos y bajo la protección y financiamiento de su gobierno, estas empresas toman el nombre de "contratistas".
En 1997, Erik Prince un ex marine de la Navy Seal, la principal fuerza de operaciones especiales de la Armada de los Estados Unidos, funda la "contratista" Blackwater USA que también se llamó Blackwater Worldwide y también Xe Services LLC. Su propósito: llevar "la paz y seguridad" a los territorios intervenidos o, por intervenir, por Estados Unidos en nombre de la democracia, los derechos humanos, la ayuda humanitaria. Recuérdese Afganistán, Pakistán, Irak, Libia, Siria, Irán, Yemen, Venezuela, Bolivia, Haití en lo que va de las dos últimas décadas.
En el 2010, Blackwater integró sus nombres bajo el epígrafe "Academi" que nada tiene de academia o académico. Actualmente es la "contratista" privada más importante del Departamento de Estado estadounidense y según la revista Time contaría, desde el 2020, con un financiamiento de 10 mil millones de dólares para sus operaciones de "paz y seguridad" en la región de Donbáss.
El Batallón Azov
El financiamiento implica, entre otras "misiones", reorganizar y financiar el Batallón Azov integrado por mercenarios y fanáticos neo-nazis ucranianos y de toda Europa que "disfrutan matando". Están dirigidos por Andriy Biletsky el fundador del Batallón Azov, en 2014, y es su comandante actual. El batallón es entrenado y armado por la CIA estadounidense y el M-16 británico. Forma parte de las llamadas redes "stay behind" conectadas mundialmente.
Este batallón tiene a su cargo los ataques a las repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk con armamento prohibido por el "Tratado de Minsk". Este Tratado reconoce su independencia pero el gobierno de Ucrania no lo acepta y Estados Unidos lo sabotea.
Lo que pretende Estados Unidos
El ataque a Donetsk y Lugansk forma parte del plan de Estados Unidos para acusar a Rusia de querer anexarse Ucrania y aplicar sus "sanciones" y las de sus vasallos europeos. Esto frenaría el actual plan económico ruso, su desarrollo tecnológico terrestre y espacial, su estrategia de autodefensa; impediría su comercio gasífero con Europa enterrando el gasoducto North Stream; generaría problemas en su relación con Bielorusia, Irán, Siria y especialmente con China (el objetivo estratégico de Estados Unidos); impediría la continuidad de sus relaciones con Venezuela, Cuba, Nicaragua, Argentina.
De este modo, y como ya viene ocurriendo, Estados Unidos se asegura el mercado para su gas de esquisto (altamente contaminante durante y después de su extracción) y para otras exportaciones hacia sus "estados vasallos". La industria bélica controlada por Raytheon Technologies y Northrop Grumman, entre otras, siguen financiando los principales medios de información no sólo estadounidenses sino también europeos; sobornando a los "halcones" del Congreso USA como sus principales lobistas; potenciando aún más sus ganancias con la venta de armamento a los "vasallos" europeos para evitar que el "cuco" ruso se los coma.
En definitiva, Estados Unidos pretende detener su inevitable desplazamiento del nuevo ordenamiento geopolítico mundial basado en el multilateralismo y el fin de la unipolaridad impuesta por su poderío bélico. Este nuevo orden mundial fue anticipado por el Presidente Putin en la Conferencia de Seguridad de Múnich el 10 de febrero de 2007. La historia no se detiene. No hay Ucrania, ni batallón Azov, ni Academi, ni Biden que la detenga.
En otras palabras se intenta detener el progreso de la humanidad para mantener los privilegios económicos, raciales y religiosos de la raza blanca. Y la elite europea se deja llevar de la mano por los mismos motivos. Y todo por el temor a lo conseguido por China sin matar a nadie, sin robar a nadie, sin explotar a nadie.
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