domingo, 13 de diciembre de 2015

Hacia el nuevo orden geofinanciero: yuan chino entra al FMI y Rusia prepara su rublo-oro

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

La divisa china, el yuan/renminbi, es ya la tercera divisa de reserva del FMI, lo cual acelera la reconfiguración del nuevo orden geofinanciero del siglo XXI anómalamente dominado por el dolarcentrismo que le confiere a EEUU un bono hegemónico (¡9.36 por ciento del PIB global!)y su bélico financierismo unipolar (http://goo.gl/haiDOx).

La incrustación del yuan/renminbi a la anterior canasta cuatripartita de divisas del FMI –dólar, euro, libra esterlina y yen nipón– había sido impedida por EEUU que controla la mayoría de votos y vetos del FMI.

Hoy en la canasta pentapartita de los Derechos Especiales de Giro (DEG) –la divisa virtual del FMI–, la ponderación del yuan/renminbi es de 10.92 por ciento, se coloca en el tercer sitial y desplaza tanto al yen nipón (8.33 por ciento) como a la libra esterlina (8.09 por ciento), mientras acelera su internacionalización y otorga vida artificial al agónico FMI (http://goo.gl/15vF4K).

El yuan/renminbi representa la única divisa de los países emergentes en el FMI y pronto competirá frente a la proporción de los DEG del euro (30.9 por ciento) y el dólar (42.9 por ciento).

La incorporación del yuan, hoy tercera divisa omnipotente global, quizá haya valido un quid pro quo entre Washington y Pekín cuando EEUU intenta alejar a China de los brazos militares y gaseros de Rusia.

China ostenta las mayores reservas de divisas del mundo: poco menos de 4 billones (trillones en anglosajón, https://goo.gl/7qTg0f), y su PIB medido por su poder adquisitivo desplazó a EEUU y está empatada con la Unión Europea en plena delicuescencia (https://goo.gl/4jkuZD). China se posiciona como potencia geofinanciera de primer orden.

En mi portal aduje que “era cuestión de tiempo para que China hubiese lanzado un sucedáneo al disfuncional FMI que tenía tres opciones: 1) esperar en forma agónica el resultado de una guerra entre EEUU y China; 2) ser desplazado en forma gradual por las enormes reservas de China, y 3) negociar la incorporación del yuan, lo cual denota la profunda fragilidad de las finanzas anglosajonas, específicamente de Gran Bretaña y EEUU que aún no salen de su grave crisis de 2008 (http://goo.gl/SVopIW)”.

El FMI (léase EEUU) eligió la tercera opción.

El connotado geopolitólogo alemán-estadunidense F. William Engdhal comenta que “ambos China y Rusia han entendido (…) que el papel del dólar como la divisa de mayor reserva mundial es su talón de Aquiles económico (http://goo.gl/uh97TW)”.

Expone la guerra de divisas que experimentó Rusia a finales de 2014 cuando Wall Street y la Oficina de Inteligencia Financiera y Terrorismo de la Secretaría del Tesoro de EEUU –por cierto, jefaturada por el israelí-estadunidense David S. Cohen, hoy segundo mandamás de la CIA (https://goo.gl/sWFOIZ)– desplomaron el rublo en medio del acuerdo sauditaestadunidense para colapsar el precio del petróleo mundial”. ¡Misma ecuación que en 1986, cuando el petróleo se desplomó a 10 dólares el barril!

A propósito, el británico Alastair Crooke, director de Conflicts Forum, reportó que China evitó el colapso del rublo.

Eso fue hace un año y ahora Rusia y China se encaminan en forma tranquila hacia la puerta de salida de dólar, juzga Engdhal, quien arguye que, “en forma irónica, debido al papel del dólar, los bancos centrales de China, Rusia, Brasil y otros países diametralmente opuestos a la política exterior de EEUU, son forzados a comprar deuda estadunidense del Tesoro en dólares, de facto financiando las guerras de Washington que tiene como objetivo dañarles”.

Los colosales contratos a 30 años de compra del gas ruso por China serán realizados en yuanes lo cual significa el inicio de una aceleración de la desdolarización.

El pasado 27 de noviembre, el Banco Central Ruso incluyó al yuan en sus reservas oficiales, en detrimento del dólar que, consistía antes en 44 por ciento, además de 42 por ciento en euros y un poco más de 9 por ciento en libras esterlinas.

Se hace camino al andar y en sólo un año el intercambio entre yuanes y rublos alcanzó 3 mil millones: un incremento de 400 por ciento.

Engdhal insiste en que desde que Nixon –aconsejado por David Rockefeller y su emisario personal en la Secretaría de Tesoro, Paul Volcker– desacopló al dólar del patrón oro en agosto de 1971, los rumores persisten de que las cámaras de oro de Fort Knox están vacías y que nadie se atreve a verificar.

En forma oficial, la Reserva Federal ostenta poseer 8 mil 133 toneladas de reservas en oro, antes que Alemania, que cuenta con 3,381 toneladas. Pero, cuando en 2012, el gobierno alemán pidió a la Reserva Federal el retorno de su oro en custodia, EEUU rechazó devolver sus lingotes –bajo el pueril pretexto de que no podían diferenciar los lingotes alemanes de los estadounidenses–, lo cual incrementó las sospechas.

En medio del megaescándalo aurífero, EEUU repatrió unas ínfimas cinco toneladas del oro alemán y anunció que necesitaría hasta 2020 (sic) para completar las 300 toneladas requeridas.

Mientras China representa el primer país minero del mundo, Rusia ha sustituido de lejos a Sudáfrica como el tercer país en minas de oro.

Rusia ha dejado atrás la aciaga etapa del colapso de la URSS cuando todavía disponía de 2 mil toneladas de oro y que periclitaron hasta 343 toneladas con Boris Yeltsin. Fue cuando Viktor Gerashchenko, mandamás de Gosbank, confesó sin desparpajo a la Duma que ignoraba el paradero (sic) del oro ruso. No comment!

El economista Sergey Glazyev, consejero del zar Vlady Putin, ha propuesto que el Banco Central de Rusia compre cada onza de oro de las minas rusas como atractiva garantía al precio del rublo con el fin de incrementar la tenencia estatal del oro, lo cual evitaría que el Banco Central tenga que comprar oro por dólares en los mercados internacionales.

Engdhal aduce que una alternativa de Rusia y China al dólar en la forma de un rublo y yuan apuntalados por el oro podían empezar la salida en bola de nieve del dólar”, lo cual causaría una severa declinación de la habilidad por EEUU de usar el papel de su reserva del dólar para financiar sus guerras con el dinero ajeno.

Para EEUU cualquier atentado a su hegemonía dolarcéntrica significa un casus belli: los casos de Saddam Hussein y su osadía de exigir euros en lugar de dólares por su petróleo y de Muammar Kadafi, quien se atrevió a lanzar su dinar-oro.

A mi juicio, el atrevimiento de las seis petromonarquías árabes del golfo Pérsico en proyectar el lanzamiento del gulfo (http://goo.gl/itfyQL), hoy paralizado y todavía sin cobertura oro, puede significar su desestabilización cuando entre todas comprenden 908 mil 739 millones de dólares de reservas –sólo Arabia Saudita detenta 81 por ciento (732 mil 400 millones de dólares)–, lo cual constituye un suculento manjar para EEUU, que debe resarcir a Irán con 150 mil millones de dólares a principios de 2016 por el levantamiento de las sanciones del P5+1.

EEUU, con minúsculas reservas de 130 mil 100 millones de dólares (¡menos que México y menor cantidad de la que debe pagar a Irán!), carcome las de las seis petromonarquías vendiéndoles cuantiosas armas para sus guerras teledirigidas.

No son lo mismo Saddam y Kadafi sin el escudo nuclear que ostenta Rusia para cubrir su rublo-oro.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin