Desde que el estallido de la crisis griega puso en evidencia, hace dos años, las debilidades del euro, los líderes de la eurozona han inventando un plan de rescate tras otro para negar la realidad y barrer bajo la alfombra los profundos problemas de la moneda única. Grecia es un ejemplo emblemático, dado que junto a evidenciar las debilidades del euro, ha destapado los profundos desequilibrios monetarios que los líderes europeos no quisieron ver, y a los cuales los ministros de finanzas "hicieron la vista gorda", como señala Jacques Delors, quien fuera el presidente de la Comisión Europea entre 1985 y 1995, en esta entrevista publicada ayer por The Telegraph:
Los esfuerzos para superar la crisis por la que atraviesa la zona euro han sido pocos y llegan tarde... Los errores cometidos están en la misma creación del euro cuando fue puesto en marcha en 1999... Los políticos que lanzaron la moneda única nunca tomaron en cuenta las debilidades y desequilibrios que había en las economías de los países miembros; ellos no querían ver nada malo y hacían la vista gorda a las debilidades y los desequilibrios fundamentales de la moneda única... Ahora, todos los países europeos deberán compartir la culpa de la actual crisis.
Las palabras de Delors, difundidas también por El Economista, reflejan la cruda realidad de la moneda única que, de acuerdo a una nota de The Economist está muy cerca de su final, si es que los líderes europeos no encuentran un plan de rescate verdaderamente creíble.
¿Qué pasó con el euro? ¿A qué puede deberse la actual crisis que amenaza la democracia europea?
Una forma de entender este problema es tomar en cuenta algunas opiniones contrapuestas de las cabezas visibles. Por ejemplo, el ministro de finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, escribió en Financial Times, para defender a los planes de austeridad como la única cura para la eurozona:
En el problema de la deuda soberana es un hecho indiscutible que el gasto estatal excesivo ha llevado a los países a niveles insostenibles de deuda y a un déficit que ahora amenaza el bienestar económico.
Para Schäuble el problema ha sido el despilfarro, pero no dice nada de qué ocasionó ese despilfarro, quien se benefició, o hacia qué derivó, como por ejemplo la burbuja inmobiliaria. Por su parte, el ministro de finanzas griego, Evangelos Venizelos, advierte que en esta crisis hay una fuerte presión especulativa. Esta es su declaración publicada en The Wall Street Journal
Es muy importante proteger a Grecia contra estas tensiones y Grecia no debe ser el chivo expiatorio o la excusa fácil que emplearán las instituciones europeas para ocultar su falta de competencia en la gestión de la crisis. Se debe dar una respuesta definitiva y completa a los ataques de los especuladores contra el euro, la moneda más fuerte del mundo.
Dar una respuesta definitiva a los especuladores. Esto es lo que pidió Papandreu en una de sus primeras intervenciones en la UE, cuando dijo que había que poner una pistola cargada sobre la mesa para frenar a los especuladores. Ambas declaraciones transmiten los dos puntos de vista más comunes que intentan comprender el origen de la crisis del euro: por un lado, el derroche (propuesto por el ministro alemán y que ha sido la bandera de muchos españoles); y por otro lado el ataque de los especuladores que quieren derribar a la moneda más fuerte del mundo, tal como George Soros apostó y derribó a la libra esterlina el 16 de septiembre de 1992, día que pasó a ser conocido como el miércoles negro.
Deuda privada y flujos de capital
Los que defienden la tesis de Schäuble, consideran que la crisis de Grecia, Italia, Irlanda, Portugal y España, es producto del comportamiento irresponsable y derrochador. Aunque en el caso español, como hemos planteado aquí, la deuda pública es bastante inferior a la de Alemania o Francia. Tema confirmado por Remo esta semana al dar cuenta que las finanzas públicas españolas son mas sólidas de lo que se ha hecho pensar, como hemos planteado en otros post: el problema no es la deuda pública, sino la deuda privada.
Uno de los temas que se tiende a desconocer en este problema, es que la adopción del euro generó muchas inversiones en el sur de Europa, dado que al tener las mismas tasas de Alemania, hacían mucho más rentables las operaciones, por tanto los flujos del núcleo a la periferia se multiplicaron con gran fuerza. Parte de la burbuja inmobiliaria española está en el corazón de este torrente de flujos de capital, que ayudaron a crear una falsa ilusión de bienestar por la introducción del "dinero barato". Este tema se vivió con mayor o menor intensidad desde Grecia a Portugal, y como señala Jacques Delors, desde los inicios del euro se produjo este desequilibrio monetario que los líderes europeos no hicieron nada para superar, pensando que tal vez lo resolvería la propia dinámica del mercado. Esta imagen nos muestra en qué consistió la Unidad Europea:
La exuberancia de los flujos de capital, desde el núcleo a la periferia, permitió igualar las diferentes tasas de interés, como muestra la gráfica. Vemos que antes de la adopción del euro, Grecia, Irlanda y Portugal pagaban diferenciales bastante más elevados que Alemania o Francia. Con la moneda única estos diferenciales desaparecieron y permitieron la afloración de múltiples burbujas, pensando que se había alcanzado el final de la historia, y que el futuro sonreiría para siempre. En estos ocho años de felicidad y bonanza, los verdaderos beneficiados fueron los grandes bancos alemanes y franceses, que tuvieron espectaculares retornos no solo por sus operaciones en Europa, sino que también, por la bonanza de los flujos, al ser de los primeros en jugar y apostar en los modernos productos de Wall Street. De esta forma, la burbuja hinchada por los vacíos de euro, también ayudó a hinchar la burbuja de lo bancos estadounidense, retroalimentándose mutuamente sin que existiera ningún ojo vigilante: ni en el Banco Central Europeo, ni en el Fondo Monetario Internacional, ni en la Reserva Federal de Estados Unidos.
El frenazo de los flujos de capital
Mientras los flujos de capital permanecían en movimiento, todos hacían la vista gorda a los problemas de los desequilibrios monetarios que cada vez se hacían mas manifiestos. Y como los bancos obtenían jugosas ganancias y movían el sistema todos creían que el funcionamiento del mercado iba tal cual pregonaron sus exégetas. Sin embargo, noten lo que ocurre con los rendimientos de deuda europea, tras la quiebra de Lehman Brothers al otro lado del Atlántico: comienzan a hacerse patente los desequilibrios que la bonanza financiera había ocultado bajo el señuelo del "dinero barato". Entonces se da comienzo a la caída de los castillos de naipes y se demuestra crudamente qué fue lo que produjo la burbuja inmobiliaria y su lastimero estallido.
Debemos tener en cuenta que tras el estallido de la crisis lo que viene es un corte violento de los flujos de capital. Ni siquiera se trata de una disminución de la velocidad de los flujos, sino simplemete de un corte: se detienen los flujos. Primero por la situación de pánico generada tras la quiebra de un banco emblemático de Estados Unidos (había sobrevivido a la Guerra Civil y a la primera y segunda guerra mundial), y luego por la desconfianza generalizada en la cual ningún banco presta a otro banco porque todos tienen los trapos sucios. Esta situación es la que ha generado el colapso, y la que obligó a los bancos centrales a dar un gran golpe financiero para evitar que la economía mundial tome un camino directo al precipicio.
Como siempre, al ver la segunda gráfica, muchos dirán: "pero ¿donde está el problema, si el costo de la deuda de los periféricos hoy es menor que antes?" Muy cierto. Pero le recuerdo que antes del euro la deuda de los periféricos era mucho menor. Por algo ahora se dice que está en niveles exorbitantes y es la más alta de la historia. Es una deuda que creció justamente alentada por la bonanza de los flujos financieros. La misma bonanza que hoy se ha secado.
Una de las formas de comprender la acción reciente de los bancos centrales, especialmente el BCE y la FED, es la de volver a dar vida a esos flujos. Flujos que son requeridos por la Reserva Federal para no ver caer un nuevo banco estadounidense. Y también por el BCE, para evitar el desplome de algún banco europeo que hundiría de inmediato a Europa en una nueva recesión. El plan de los banqueros centrales busca llenar ese vacío que dejó la huída de los flujos de capitales y evitar un desplome automático de la zonaeuro.
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Artículo publicado en El Blog Salmón
La crisis del Euro se inicio con la caída económica de países como Grecia, Irlanda sin descontar a Italia y España que están al borde.
ResponderBorrarEsa es una de las partes de las otras que hay por ejemplo el factor externo como el de EEUU vale tener a mano por ello los resultados de las Divisas
MARCO ANTONIO, INTERESANTE DATO:
ResponderBorrarLA MALDICIÓN DE LOS VENCIDOS
Neil Davidson
E sta semana vino Michael Porter, un “gurú” norteamericano de la competitividad y la estrategia empresarial, a dar una conferencia sobre el modelo económico de Chile. Tras entregar una serie de duras críticas, remató su análisis negando la solidez del crecimiento del país: “Si no fuera por el alto precio de las materias primas”, dijo, “Chile estaría estancado. Faltan más innovación y más variedad de exportaciones”. Lejos de ser una estrella económica, Chile sería una especie de Venezuela del cobre, mantenido a flote por sus grandes depósitos del recurso natural.
Falta completar el argumento, sin embargo: si hay poca variedad de exportaciones, eso se debe, en parte, precisamente a la existencia del cobre. Al venderse el cobre chileno afuera, entran dólares y otras divisas al país y se cambian por pesos, con lo cual la moneda chilena ha quedado sobrevalorada. Hace dos años y medio, un exportador de vinos que cobraba seis dólares por botella recibía cuatro mil pesos a cambio; ahora, serían menos de tres mil. Más le vale cerrar el negocio y trabajar para el gobierno, que tiene abultados ingresos gracias al mismo cobre. Ése por lo menos es el patrón que se dio en Holanda en los años sesenta y setenta tras descubrirse grandes yacimientos de gas natural; de ahí que el fenómeno se llama “enfermedad holandesa”. Y es el mismo que existe ahora en países como Arabia Saudita o Venezuela, donde el petróleo hace las veces del cobre; por algo uno nunca ha visto un producto fabricado en esos países. Por lo demás, algún día el mundo encontrará una mejor fuente de energía, y sus economías colapsarán.
Pero no hay que viajar tan lejos para encontrar ejemplos porque, de acuerdo a economistas como Rolf Lüders, esta misma situación y su desenlace ya se produjeron en Chile antes. Se trata del período posterior a la Guerra del Pacífico y la anexión de los territorios calicheros de Bolivia y Perú, cuando la exportación del salitre llegó a opacar a las demás industrias. Las consecuencias incluyeron el proteccionismo y el excesivo gasto fiscal, dando lugar finalmente a una larga decadencia económica. Tierra de oportunidades y de futuro en el siglo XIX, Chile pasó a ser un país de tercer mundo cuando el mercado colapsó en los años 10 a raíz de la invención del salitre artificial.
Curiosamente, tanto el salitre como el cobre aparecieron en la misma zona geográfica, justamente los territorios adquiridos por Chile tras la Guerra del Pacífico. Es como si las naciones vencidas hubieran logrado implantar una maldición antes de retirarse, de modo que esos territorios no le trajeran beneficio alguno a su nuevo dueño, sino todo lo contrario.
¿Hasta cuándo va a seguir esta burla? A lo mejor llegó el momento de enviar otro ejército a Lima, pero esta vez para obligar a los peruanos a aceptar sus malditas tierras de vuelta.
Hace un par de años, un exportador de vinos que cobraba seis dólares por botella recibía cuatro mil pesos a cambio; ahora, menos de tres mil. Más le vale cerrar el negocio y trabajar para el gobierno.