Joseph Stiglitz ha denunciado la radicalización de la desigualdad, y Sam Pizzigatti nos dice cómo el 2010 fue un año récor en ganancias para los 400 ciudadanos más ricos de Estados Unidos. Como vemos, la crisis no afecta a todos por igual y, aunque la gran mayoría paga sus consecuencias con el desempleo y la miseria, justamente los responsables de crearla, aquellos que especularon y que inflaron las burbujas, han sido los grandes beneficiados.
Los últimos informes concluyen que el número de grandes fortunas está empezando a dispararse. La previsión es que el número de millonarios se duplique prácticamente hasta 2020. Sólo el año pasado el número de hogares millonarios en el mundo aumentó un 12%, hasta un total de 12,5 millones, según datos recogidos por Boston Consulting Group. Esta consultora explica que el 40% de la riqueza de todo el mundo se encuentra en manos del 1% de la población mundial, demostrando que la crisis ha ampliado la brecha entre ricos y pobres, amenazando con exterminar a la clase media al crear dos polos sociales an abierto conflicto.
¿Dónde están los ricos?
Como no podía ser de otra manera, el país en el cual se inició la crisis cuenta con la mayor cantidad de millonarios. Estados Unidos tiene, de lejos, a la mayor cantidad de ricos: 5,2 millones de hogares millonarios, un 1,3% más que el año pasado. Le siguen, bastante más atrás, Japón, con 1,5 millones de hogares y China, con 1,1 millones de ricos. En todo caso, se espera que los mayores incrementos se registren en mercados emergentes de Asia, donde la proporción de la riqueza aumentó en 2,9 puntos porcentuales en 2010.
Singapur registra la máxima concentración de millonarios del mundo en relación a su población. Un 15,5% de sus habitantes posee más de un millón de dólares en activos financieros. En Europa, ese récord lo ostenta Suiza, con un 9,9%. Tres de los seis países con mayor densidad de grandes patrimonios se encuentran en Oriente Medio: Qatar, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos.
En tan sólo un año, la riqueza global de activos bajo gestión (AUM) aumentó en 9 billones de dólares, o un 8%, hasta un total de 121,8 billones de dólares. Eso supone que, pese al contexto económico actual, los ricos han sabido sacar provecho de sus inversiones. Pero a un ritmo menor que en 2009, cuando los mercados ofrecieron un retorno de un 10%.
El buen comportamiento de los mercados financieros representaron la mayor parte (59 por ciento) del crecimiento de la AUM. Su impacto fue amplificado por la redistribución de la riqueza en curso. Desde finales de 2008 hasta el 2010, la proporción de la riqueza, celebrada en renta variable se incrementó de 29 por ciento a 35 por ciento.
Pero el informe advierte: "Estas señales positivas no deben ser malinterpretadas como un retorno a la normalidad. Un gran número de fuerzas destructivas, incluyendo una mayor supervisión de reglamentación y los cambios en el comportamiento del cliente, están reescribiendo las reglas del juego en sentido literal y figurado". Nada para generar inquietud a los más ricos, si se tiene en cuenta que entre 2008 y 2010, en plena recesión, las inversiones aumentaron en 20 billones de dólares.
A este ritmo, el 1% de la población dominará el mundo, y el 99% restante estará sometido a la esclavitud.
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Pues la solución es CREAR más riqueza. Menos subsidios, menos impuestos, más libre empresa para todos.
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