jueves, 19 de agosto de 2010

George Soros, el maestro de la especulación financiera, cumple 80 años

El pasado 12 de agosto, George Soros, uno de los hombres más ricos del mundo, celebró su 80 aniversario. Para algunos Soros es un financiero genial, filósofo y filántropo, para otros, un especulador exitoso, y quedan terceros que lo consideran un genio maligno, capaz de derribar el mercado financiero con una sola palabra. En la biografía de este hombre la realidad y las especulaciones están estrechamente entrelazadas, pero el financiero parece estar muy contento de ello, ya que la leyenda de "Soros el Temible" le ayuda a enriquecerse.

La fortuna se hizo amiga de Soros el 16 de septiembre de 1992, el famoso Miércoles Negro, cuando su juego a la baja de la libra esterlina culminó con un éxito rotundo. Durante un periodo muy corto, la divisa británica se devaluó 1,5 veces, y el Banco de Inglaterra se vio obligado a aplazar el mecanismo de cotización del sistema monetario europeo. La escandalosa operación en la bolsa le rindió a Soros 1.500 millones de dólares y le atribuyó la fama del hombre que "quebró el Banco de Inglaterra".

Más tarde, muchos expertos aseguraron que el papel de Soros en el derrumbe de la divisa británica fue exagerado, pero nadie creyó. Todo el mundo quedó convencido en la genialidad de Soros y en su capacidad de manipular las cotizaciones por sí sólo. Y eso era lo que precisamente quería Soros, que posteriormente declaró con arrogancia que dejaría intacto sólo el forint, la moneda húngara porque era natural de ese país europeo.


Schwartz György (nombre original del famoso financiero) nació en 1930 en Budapest en la familia de un líder de la comunidad judía local, el abogado y editor Tivadar Schwartz. En 1936 su familia cambió el apellido a Soros, posiblemente para evitar las persecuciones nazis. La Segunda Guerra Mundial se apiadó de su familia, pero las autoridades comunistas de la post-guerra, fueron menos condescendientes y por esa razón en 1947, con pasaportes falsos los Soros emigraron a Inglaterra.

Allí, György cambió su nombre al inglés, ingresó en la escuela de economía de Londres de la cual se graduó al cabo de tres años con éxito. En un principio, el futuro "alquímico de las finanzas", tuvo dificultades para conseguir trabajo, y antes de obtener una plaza en una pequeña empresa de inversiones, Soros trabajó de vendedor ambulante y en una fábrica de artículos de mercería.

El auge de su carrera empezó en 1956, después de que el padre de uno de sus amigos londinenses le invitó a trabajar en su agencia de corredores de bolsa en Wall-Street. Le encomendaron las transacciones de reventa de valores de unos países a otros y Soros tuvo éxito, al fin llegó a ser vice-presidente de la empresa, y en 1967 propuso a su patrono un proyecto nuevo: crear en una de las zonas francas un fondo de inversiones que se proponía encabezar él mismo. Al cabo de dos años llegó a ser el jefe y copropietario del nuevo proyecto de fondo de gestión alternativa Double Eagle, que más tarde se convirtió en Quantum Group, que hizo famoso y rico a George Soros.

La naturaleza romántica de Soros, o, tal vez, el carácter ambicioso, no le permitieron contentarse con la fama de especulador exitoso; entonces comenzó a crear en torno a su persona un areola de sociólogo y filósofo, experto en los secretos más ocultos de la economía y en la esencia de las relaciones en la comunidad humana. Soros optó por explicar sus éxitos en el campo financiero no por su intuición en los negocios o por la suerte, sino por el conocimiento de leyes filosóficas descubiertas por él y por la aplicación del "concepto de reflexividad" que elaboró.

Según su concepto, las expectativas, incluyendo las de mercado, es una categoría psicológica, que pueden ser controlables mediante ataques en los medios de información, declaraciones de los políticos, expertos, etc. Comparado con un alquímico, capaz de convertir el plomo en oro con ayuda de la piedra filosofal, Soros gracias a sus conocimientos, puede manipular las expectativas de los jugadores tomando decisiones sobre la compra o venta de valores sin cometer error. Esta explicación parecería lógica si no fuera por los grandes fracasos que ha tenido el famoso financiero.

En 1997, junto con el empresario ruso Serguey Potanin, Soros adquirió a través de una empresa offshore creada con este fin un paquete de control de la empresa rusa "Sviazinvest" por casi 1.900 millones de dólares, pero el default y la crisis en la economía rusa del 1998 depreciaron la compra. En 2004 los inversionistas se quitaron de encima las acciones sin valor recobrando apenas un tercio del dinero invertido. ¿No habrá otro secreto que explique el éxito del famoso financiero, que no resida en su "piedra filosofal"? Por ejemplo, una amplia red de información filtrada de las estructuras estatales y privadas, a que Soros tiene acceso gracias a sus numerosos contactos. Muchos expertos lo explican así. Uno de los argumentos a favor de esta opinión fue el proceso judicial que tuvo lugar en Francia en 2002, cuando el gurú financiero fue declarado culpable de obtener información confidencial y usarla con fines de lucro personal. La economía y la política siempre van mano a mano, y sería extraño que uno de los líderes financieros mundiales se mantenga al margen de las peripecias políticas.

Estudiando en la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres George Soros se convirtió en adepto de la Teoría de Sociedad Abierta de los filósofos judíos Henri Bergson y Karl Popper (Popper fue el mentor de Soros en la Escuela). Una sociedad abierta es una especie de democracia ideal en la cual tanto el poder del estado, como el del capitalismo están limitados de manera equitativa. Esta teoría está contrapuesta a los sistemas totalitarios, como el nazi o el comunista.

Pero la Teoría de Sociedad Abierta tiene una contradicción importante: según la experiencia práctica, el poder del capital es limitado y controlado exclusivamente por un estado eficiente. Cuanto más débil es un estado, más influyente es el papel del capital. Una sociedad abierta al máximo con el papel de estado limitado es un sueño para las empresas transnacionales que, gozando de unos recursos económicos inmensos, pueden influir no sólo en la economía, sino también en la política. Así que no es nada extraño, que la Teoría de Sociedad Abierta entusiasmó tanto al financiero internacional, cuyos intereses siempre se encuentran por encima de las fronteras.

Animado por sus éxitos financieros, Soros inició una lucha por la democracia ideal. En 1979 constituyó una fundación sin ánimos de lucro bajo el nombre de "Sociedad Abierta", que le hizo famoso como filántropo. El objetivo declarado de la fundación fue la beneficencia. Sin embargo, se trataba de un proyecto político, dirigido contra sistemas, considerados totalitarios, desde el punto de vista de una sociedad abierta.

En el prefacio para su libro "La Crisis del Capitalismo Global" Soros dijo: "A través de este fondo estuve involucrado en el proceso de desintegración de la sociedad soviética". La Fundación de Soros estuvo presente tanto en la URSS como en Rusia. En 1988 Soros estableció en la URSS la fundación "Iniciativa Cultural" con el fin de apoyar la ciencia, la enseñanza y la cultura soviéticas. Sin embargo, pronto se hizo evidente que la fundación no cumplía con los objetivos declarados y se dedicaba (sabiéndolo Soros o no) a la financiación de individuos. No se llegó a una investigación judicial, pero la fundación tuvo que cerrarse.

En 1995, después de la caída de la URSS, Soros intentó volver a Rusia como filántropo, inaugurando la fundación "Sociedad Abierta", que existió hasta 2003. No sabemos si Soros contribuyó a la desintegración de la URSS o solamente pretende haberlo hecho. Pero sí sabemos a ciencia cierta que el sistema político, que sustituyó al soviético, estuvo muy lejos de ser una democracia ideal. Ahora, el infatigable Soros continúa luchando contra un nuevo mal: contra el capitalismo mundial, como lo ilustran los títulos de sus libros: "La Crisis del Capitalismo Global", "La Burbuja de la Supremacía Americana" y "La Primera Ola de la Crisis Financiera Mundial".

Al intervenir en otoño de 1998 ante el Congreso de los EEUU, el gurú de finanzas mundiales hizo una declaración fatal: "El sistema de capitalismo mundial, al que se debe el florecimiento excepcional de nuestro país, está resquebrándose por los cuatro costados. La recesión de hoy en los mercados de valores de los EEUU no es nada más que un síntoma, síntoma tardío, de problemas mucho más profundos que están afectando la economía mundial".

El financiero afirmó que la crisis de 1997 de Asia Sudoriental la había previsto y predicho unos meses antes de su inicio. Aunque, a juzgar por su transacción fracasada con las acciones de "Sviazinvest", el gurú financiero también puede quedar invidente a la hora de la llegada de crisis. Pues, no hay cielo sin nubes. En cuanto a las numerosas y a veces contradictorias predicciones de Soros respecto al futuro de la economía global, parecen más un intento de manipular el mercado. Y no es de asombrarse. Y aunque el famoso financiero afirma que ya ha dejado los negocios y se ocupa sólo de filantropía, es indiscutible que el papel de jugador en mercado financiero será su vocación para siempre.
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Tomado de Ria Novosti

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