En opinión de su propio marido, el ex presidente Bill Clinton, o Hillary gana las primarias de Texas (sur) y Ohio (norte) y puede continuar su campaña, o pierde toda la esperanza de ganar la contienda con Obama.
Durante el debate Hillary Clinton dejó ver su irritación por lo que percibe como un tratamiento favorable que beneficiaría a Obama. “Parece que se me pide siempre responder primera, lo encuentro esto curioso y quizás se le debería preguntar a Barack si está cómodo y si necesita un apoyo”, expresó con ironía.
Obama, consultado por las consignas de campaña enérgicamente denunciadas por Clinton, destacó que él había “aguantado numerosas veces” eslóganes negativos, sin acusarla a ella. “A nosotros no se nos compadece, pero ésta es la naturaleza de este tipo de campaña”, manifestó.
El debate estuvo marcado por beligerantes intercambios dialécticos que comenzaron al arrancar el encuentro con acusaciones cruzadas sobre las tácticas de campaña y sobre los planes de salud. A este tira y afloja siguió el Tratado Comercial de América del Norte (NAFTA).
En ese terreno, los dos amenazaron con retirarse del Tratado, a menos que México y Canadá acepten renegociarlo, aunque discreparon sobre las cosas favorables que ambos han dicho sobre el NAFTA.
La guerra en Irak, a la cual Clinton dio luz verde en el senado hace cinco años y Obama se opuso, fue también motivo de polémica. La senadora argumentó que su rival era senador cuando se autorizó la guerra y que su oposición fue sólo retórica. “No tenía responsabilidad. No tenía que votar”, dijo, a lo que añadió que desde que Obama se convirtió en senador -no ha completado aún su primer mandato- su historial de votaciones es prácticamente idéntico.
Obama respondió al instante: “Mis objeciones a la guerra no fueron simplemente retóricas. Estaba en medio de una campaña al Senado y me jugaba mucho”. Y continuó sobre sus votaciones posteriores: “Una vez que has conducido el autobús a la cuneta, sólo hay unas cuantas formas de sacarlo de ahí. La pregunta es: ¿Quién tomó la decisión inicial de dirigir el autobús a la cuneta?”.
Esas respuestas no llevaron a Clinton a reconsiderar su implacable actitud defensiva, bien distinta del tono conciliador del debate de la semana pasada en Texas.
De acuerdo al sitio independiente RealClearPolitic, Obama tiene actualmente 1.377 delegados, contra 1.279 de Clinton. El candidato demócrata será escogido por más de 4.000 delegados en la convención del partido, a finales de agosto, en Denver (Colorado, oeste). Se requiere el apoyo por lo menos de 2.025 delegados para asegurarse la investidura.
Las últimas encuestas indican que los dos aspirantes demócratas a
EFE
Univisión
Reuters
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