viernes, 21 de diciembre de 2007

A cien años de la matanza de Santa María de Iquique



El sinfín de la Barbarie

Cuando todo tiende a verse como un fenómeno mediático, presto al borde del vacío taciturno de agentes publicitarios, conviene mirar la gesta que hace justo cien años enlutó a todo Chile por el acto criminal perpetrado por el Ejército, la burguesía capitalista dueña de los reductos salitreros, y el Gobierno de la época, cómplice y aliado de los intereses burgueses.

Si bien la palabra “burguesía” tiene hoy el sonsonete de “anticuada” no se puede olvidar su absoluto dominio y control en toda la línea de las funciones políticas, productivas y sociales. La burguesía no sólo era la dueña de los medios de producción y comunicación a comienzos de siglo pasado, sino que además dominaba el Parlamento y controlaba el Ejército. El monopolio de esa cosa llamada política (es decir, la determinación de las condiciones de vida actuales y futuras para el pueblo) era total. Por tanto, cualquier elemento desestabilizador de su régimen encontraba respuesta en la fuerza de su poder opresivo.

La dominación burguesa se ha aplicado sin límites en todo el mundo siguiendo la misma receta de la superexplotación del trabajo, el hambre, la pobreza, y la violencia armada como telón de fondo para frenar cualquier exabrupto de la clase trabajadora.

¿Cuánto han cambiado esas relaciones en estos cien años? El capitalismo, a través de su instrumental ideológico, el Neoliberalismo, se alza como el único sistema de vida y así lo aceptan los gobiernos; la superexplotación del trabajo a través de jornadas abusivas y sucesoras del “salario de subsistencia” se legitima política y jurídicamente con leyes negociadas entre cuatro paredes.

La otrora clase burguesa ha incorporado a la lógica de su espacio social a los profesionales de todas las estirpes, pero fundamentalmente ha barrido con lo que otrora se llamaba “la clase media”, verdadero sostén de la sociedad en términos económicos, culturales y sociales. Hoy esa clase media ha sido arrasada, y no sólo en Chile sino en todo el mundo. Basta mirar las cifras de Estados Unidos para detectar que la brecha entre ricos y pobres se ha triplicado en veinte años.

Estos son los temas que deberíamos tener presente cuando recordamos la matanza de Santa María de Iquique, en la cual miles de obreros salitreros junto a sus mujeres y niños fueron brutalmente asesinados por el Ejército y la Marina, siguiendo las órdenes del gobierno de turno, en ese momento, Pedro Montt. Al conmemorarse cien años de este genocidio podemos seguir constatando la creciente brecha entre los avances sociales y los avances del capitalismo.

3 comentarios:

  1. excelente alcance a un tema que debiera mover a debate y discucion permanente, es dificil desmarcarse del horror de la matanza en si, pero mas alla de eso tendriamos que preguntarnos sobre las causas primigenias del problema y quienes fueron los responsables de llevar a los mineros a una situacion limite como la que desencadena la tragedia, sin duda la irracional explotacion a la que estaban sometidos, sujetos a un regimen de cuasi-esclavitud y obligados a subsistir en condiciones infrahumanas, un hecho del pasado? de ninguna manera, informemonos sobre las condiciones de vida a que son sometidos en paises asiaticos hombres, mujeres y niños que fabrican los productos que las grandes transnacionales comercian luego a "precios inbatibles" en todo el orbe, asi por ejemplo algunos disfrutan de un par de zapatos chinos a un costo imposible de igualar por una empresa que pague sueldos minimamente dignos o una prenda de ropa hecha en malasia a costa de un jornal inhumano o un articulo de decoracion cuya obra de mano literalmente le puede haber significado al fabricante un poco mas que "un plato de arroz", el hombre es el peor y quizas unico depredador del hombre, la burguesia desde su origen busca conseguir en sus negocios la mejor productividad al menor costo, esta en la esencia del modelo, no miremos los hechos de la escuela santa maria como referente del pasado, esta sucediendo hoy en varios paises y es cosa de tiempo que el desenlase sea igual o parecido, bertolt brecht lo dice a proposito del nazismo y el fin de la guerra: "no canteis victoria, el vientre de la perra aun es fecundo" ya seria hora de esterelizar el vientre de la perra y evitar que siga pariendo injusticia y sangre.
    siempre habra un capital en busca de mano de obra casi gratis y un ejercito que se sienta convocado a resguardar o imponer el "orden" si asi se lo pidiesen o fuese necesario.

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  2. Tortuosa e innecesaria como todas las matanzas. La historia tienen algo repetitivo y obsesivo, y que son cien años? estamos recordando lo irracional de un hecho que fue manejado politicamente, minimizado en su momento, para distraer la atencion publica- Lo enajenante de la actitud condecendiente de la burgesia que se viste de modernidad y aprueba diferente metodos de muñequeo politico para seguir engullendo a los más debiles, a los que guardan silencio, a los que se resignan para no perder sus pocos privilegios, ganados a costa de dependencia salarial. Y la historia continua ...

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  3. Hay matanzas necesarias, yo colgaría de los postes de las condes y vitacura a unos cuantos grandes empresarios como escarmiento para el resto, a ver si seguirían abusando como lo hacen sabiendo que nada ni nadie los puede tocar, otro gallo hubiese cantado si allende "descabeza" a los esbirros del fascismo que trabajaban para y por el capital desde aqui adentro. quizas no se hubiese detenido la intervencion norteamericana pero al menos se habría limpiado el ejercito de asesinos.

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