Randall Wray, Economonitor
Desde que Paul Krugman desató una acalorada discusión sobre los puntos de vista de Minsky respecto a los bancos, y debido al “Congreso Minsky” patrocinado conjuntamente por la Fundación Ford y el Instituto de Economía Levy, he pensado que sería útil incluir un par de artículos exponiendo a qué se refería Minsky. Esta primera parte entrará en detalle en su labor más temprana sobre lo que condujo al desarrollo de su famosa “hipótesis de inestabilidad financiera”.
Las contribuciones iniciales de Minsky
En sus publicaciones de la década de 1950 y hasta mediados de los 60, Minsky desarrolló gradualmente su análisis de los ciclos. En primer lugar, argumentó que las instituciones importan y, en particular, las instituciones financieras. Se trataba de una reacción contra el creciente dominio de una particular versión de la economía keynesiana bien representada en el modelo ISLM.[1] Si bien Minsky había estudiado con Alvin Hansen en Harvard, prefirió el detalle institucional de Henry Simons en Chicago. El enfoque abiertamente simplista de la macroeconomía enterraba la macroeconomía tras la curva LM; por ende, debido a que el análisis ISLM se refería sólo al punto único de equilibrio, no podía decir nada sobre la dinámica de la economía de un mundo real. Por estas razones, Minsky estaba más interesado en el modelo multiplicador-acelerador que permitiera la posibilidad de un crecimiento explosivo. En algunos de sus primeros trabajos, añadía techos y suelos institucionales para producir una serie de resultados, entre ellos un crecimiento regular, ciclos, auges, y largas depresiones. Volvió en última instancia a estos modelos en algunos de sus últimos trabajos escritos en el instituto Levy. Queda claro, sin embargo, que los resultados de esos análisis tuvieron su papel en su argumentación de que el New Deal y los acuerdos institucionales de postguerra constreñían la inherente inestabilidad del moderno capitalismo, produciendo una apariencia de estabilidad.