jueves, 21 de marzo de 2024

El Óscar disidente

En la ceremonia de la entrega de los premios Óscar realizada la semana pasada, la expresión más directa sobre la guerra de Israel contra los palestinos en Gaza y la complicidad estadounidense fue la del director de la película Zona de interés, Jonathan Glazer (en la imagen). Fue el único discurso desde el podio sobre el tema.
David Brooks, La Jornada

Los premios Oscar es el evento anual de gala y autoelogio supremo de la industria de cine de Hollywood y lo que sucede es noticia mundial. Por ello, las expresiones disidentes ahí a veces son tan importantes como los premios.

En la ceremonia de este año, realizada hace una semana, la expresión más directa sobre la guerra de Israel contra los palestinos en Gaza y la complicidad estadunidense fue la del director de la película La zona de interés, Jonathan Glazer, quien al ganar el Óscar por mejor película extranjera declaró en la ceremonia: ahora estamos aquí como hombres que refutan que su judaísmo y el Holocausto sean secuestrados por una ocupación que ha llevado al conflicto a tantas personas inocentes, sean las víctimas del 7 de octubre en Israel o el ataque continuo sobre Gaza, todas las víctimas, esta deshumanización, ¿como resistir?

La bala de plata contra las invasiones bárbaras de Occidente: la desdolarización del sistema internacional

La desdolarización es urgente como imperativo ético y humanitario contra las invasiones bárbaras de Occidente, escribe Mauricio Metri

Mauricio Metri, Strategic Culture

El 13 de febrero de 2024, el Senado de los Estados Unidos aprobó un paquete de ayuda de 95 mil millones de dólares para Ucrania, Taiwán e Israel. Según datos del FMI , este paquete representa un valor superior a las reservas internacionales de 165 países. En otras palabras, de 194 países con reservas registradas en dólares, sólo 29 tienen volúmenes más significativos que el valor del paquete del Senado estadounidense. Este hecho da una idea de la extravagancia de esta contribución.

Esta noticia, difundida casi ordinariamente, revela dos hechos importantes. En primer lugar, se menciona la extraordinaria y desproporcionada capacidad de financiación y gasto de Estados Unidos, utilizada, entre otros objetivos, para el creciente armamento de sus aliados en consejos estratégicos, la promoción de conflictos por poderes en regiones marcadas por fracturas geopolíticas y, desde un punto de vista A más largo plazo, la ejecución de una cronología ininterrumpida de guerras e intervenciones militares desde 1991. Además, esta capacidad de financiación y gasto también sustenta una amplia estructura militar de alcance global con aproximadamente 750 bases militares fuera de su territorio nacional [1].

De comer insectos. O de la Globalización repugnante


Diego Fusaro, Posmodernia

Desde hace algún tiempo, la UE presiona para que los europeos acepten de buena gana en su dieta larvas e insectos, gusanos y moscas: el plato único gastronómicamente correcto, variante del pensamiento único políticamente correcto. Se trata de un momento decisivo en la deconstrucción de las identidades europeas, partiendo de la mesa.

Cabe afirmar que el gesto entomofágico no sólo no forma parte de las tradiciones a la mesa de los pueblos europeos, sino que históricamente ha sido casi siempre objeto social de repugnancia. Las razones deben ser identificadas en la esfera de lo simbólico. A decir verdad, desde un punto de vista puramente material, no existen motivos que impidan comer insectos, larvas o grillos. En un sentido “técnico”, son perfectamente “comestibles”.

En términos de propiedades nutricionales, por ejemplo, la carne de insecto, muy rica en micronutrientes (proteínas, vitaminas, minerales y aminoácidos), equivale a las de las carnes rojas y las aves. Y, como nos recuerda Harris en Good to Eat (Ed. esp. Bueno para comer, 2011), cien gramos de termitas africanas contienen 610 calorías, 38 gramos de proteína y 46 gramos de grasa. A mayor abundamiento, Franz Bodenheimer, en su estudio Insects as Human Food (1950), documentó la existencia de “insectívoros” humanos en los principales continentes.

miércoles, 20 de marzo de 2024

Nicos Poulantzas y el fascismo


Maciek Wisniewski, La Jornada

Dado que con el surgimiento de la extrema derecha a lo largo del mundo ya desde hace años se está debatiendo la cuestión de si estos movimientos repiten o repetirán la experiencia del fascismo de entreguerras, resultan de particular importancia los intentos; también desde el marxismo, de desmitificar las omnirreferencias hitlerianas y las nociones de la eterna recurrencia del fascismo, tal como se lo proponía hacer ya hace unas cinco décadas Nicos Poulantzas (1936-1979), el sociólogo político marxista greco-francés y uno de los, junto con Louis Althusser, principales referentes de la corriente marxista estructuralista. En Fascismo y dictadura. La Tercera Internacional frente al fascismo (1970), Poulantzas, a contracorriente de la muy propagada ya en sus tiempos tendencia de tildar de fascismo a cualquier expresión política de la extrema derecha, igual que anteriormente Gramsci, desarrolló un original análisis político del fascismo.

Mambrú quiere una guerra

Los europeos, instalados en su burbuja tóxica, ignoran lo que se está debatiendo en EEUU. Los decrépitos políticos del gallinero europeo se quedaron en 1944, bajo el síndrome de un nuevo desembarco de Normandía -que no se repetirá. De un EEUU que ya no puede y que, obligado por las nuevas circunstancias y desafíos, debe preservar sus fuerzas para defender lo suyo. Lo suyo, no lo ajeno. Lo suyo estratégico, no los delirios belicistas de cuatro chiflados europeos, que ladran sin dientes, esperando que el perro estadounidense muerda

Augusto Zamora R., La Haine

Las declaraciones de estas semanas del presidente de Francia, Emmanuel Macron (que pasará a la historia como Napoleón el Mínimo, puesto que a Napoleón III le llamaron 'el pequeño'), proponiendo el envío de tropas de la OTAN a Ucrania provocó, a unos, risa, a otros, estupefacción. Todos a una, los lideres del atlantismo se apresuraron a desmentir tal temeridad. Hace pocos días, el señor Macron dijo que andaba -como hace siglos con las cruzadas-, buscando aliados que quisieran enviar conjuntamente tropas a Ucrania. Idea de Napoleón, que reclutó soldados de España a Polonia, para formar su Grande Armée, pues con los soldados que daba Francia no había ni para empezar el desfile. El tema suscitado por el presidente francés, debe decirse, no es nuevo.

Desde el inicio de la operación rusa en Ucrania no han faltado dirigentes, expertos y militares occidentales invitando a una confrontación directa con Rusia, que, no lo olvidemos jamás, es la primera potencia nuclear del planeta. Se sucedían aquellas propuestas con tal asiduidad que merecieron numerosos comentarios en EEUU, de los cuales vale la pena recordar el más reciente, escrito por Doug Bandow, miembro destacado del Instituto Cato (derecha dura) y ex asistente especial del presidente Ronald Reagan, titulado "Trump es directo y tiene razón sobre la OTAN".

martes, 19 de marzo de 2024

¿Los BRICS lanzarán un nuevo mundo en 2024?

Los BRICS han duplicado su número de miembros a principios de 2024, y se enfrentan a enormes tareas por delante: Integrar a sus miembros más recientes, desarrollar futuros criterios de admisión, profundizar en las bases de la institución y, lo que es más importante, poner en marcha los mecanismos para eludir el dólar estadounidense en las finanzas internacionales.

Pepe Escobar, The Cradle

En todo el Sur Global, los países están haciendo cola para unirse a los multipolares BRICS y al futuro sin hegemonías que promete. La avalancha de intereses se ha convertido en un tema inevitable de debate durante este año crucial de la presidencia rusa de lo que, por el momento, son los BRICS-10.

Indonesia y Nigeria figuran entre los principales candidatos con posibilidades de adherirse. Lo mismo cabe decir de Pakistán y Vietnam. México se encuentra en un aprieto muy complejo: cómo unirse sin provocar la ira del Hegemón.

Y luego está la nueva candidatura en racha: Yemen, que cuenta con el apoyo de Rusia, China e Irán.

Le ha tocado al principal sherpa ruso de los BRICS, el inmensamente capaz viceministro de Asuntos Exteriores Sergey Ryabkov, aclarar lo que nos espera. En declaraciones a TASS:

lunes, 18 de marzo de 2024

El genocidio de Gaza expone el fraude de las guerras humanitarias de la OTAN lideradas por Estados Unidos


Finian Cunningham, Strategic Culture

Hace veinticinco años, Estados Unidos y la alianza militar de la OTAN lanzaron una guerra ilegal contra la ex Yugoslavia.

Fue un acontecimiento decisivo que condujo a una serie de guerras de la OTAN encabezadas por Estados Unidos en todo el mundo durante el siguiente cuarto de siglo hasta hoy, todas ellas sobre la base de algún elevado principio sobre la “defensa” de los derechos humanos o la democracia.

En la ex Yugoslavia, la campaña de bombardeos aéreos de 10 semanas que comenzó el 24 de marzo de 1999 causó cientos de muertes de civiles y destruyó la infraestructura de lo que entonces era un país socialista bien desarrollado.

Se declaró que el motivo de la intervención militar era “humanitario”, supuestamente para proteger a los civiles en una guerra civil.

El abogado y autor internacional Dan Kovalik dice que el pretexto “humanitario” para el bombardeo de Yugoslavia por la OTAN fue una farsa.

Adam Smith, 300 años después


Michael R. Krätke, Sin Permiso

Los liberales siguen venerándolo hoy en día y varios think-tanks defensores radicales del mercado llevan su nombre y hacen referencia a él. El Instituto Adam Smith de Londres fue y sigue siendo uno de los semilleros más importantes del neoliberalismo. Como suele ocurrir con los iconos, su extensa obra apenas se lee hoy en día, en el mejor de los casos se reduce a tópicos como la "mano invisible" del mercado. Adam Smith, quien nació hace trescientos años en Kirkcaldy, cerca de Edimburgo, forma parte de los pensadores más incomprendidos de la época moderna. Los (neo)liberales lo tienen fácil, no conocemos con exactitud su teoría política. Una gran parte de su patrimonio literario fue quemado por deseo propio, en total 18 cuadernos de cuartilla escritos con letra muy apretada.

Murió a los 67 años mundialmente famoso. Vivió y trabajó en Escocia, en Glasgow y Edimburgo, y también pasó algunos años en Londres. Viajó a Francia y Suiza durante más de dos años y conoció a la élite intelectual de su época en París. En casa, sus contemporáneos lo consideraban el arquetipo del profesor despistado que alguna vez se paseaba por la calle principal monologando en bata. Pero este caballero un tanto estrafalario trató con las mentes más importantes de su tiempo, con David Hume, así como con Voltaire, Diderot, Turgot y Quesnay.

domingo, 17 de marzo de 2024

El balbuceo final del fascismo judío

Cualquier persona de buena fe puede entender que asesinar 37.000 civiles inocentes no tiene nada que ver con “eliminar a Hamas”. La operación israelí “Espada de Hierro” aparece ante todos como lo que realmente es, una pantalla que camufla la realización del viejo sueño de los fascistas judíos, desde Jabotinsky hasta Netanyahu. Ese sueño es expulsar a los árabes de Palestina. A partir de ahí, el crimen masivo, que por primera vez se transmite en vivo por televisión, viene a trastocar el tablero político mundial. Sintiéndose amenazados, los supremacistas judíos amenazan a su vez a Estados Unidos. Preocupado por mantener su estatus de “dueño del mundo”, Washington prepara la caída de los supremacistas judíos. Pero, ¿cómo deshacerse de los fascistas judíos y conservar a la vez el Estado hebreo?
Thierry Meyssan, Red Voltaire

La administración Biden se quedó paralizada ante la reacción de Israel frente a la Operación “Diluvio de Al-Aqsa”, realizada el 7 de octubre y atribuida únicamente al Hamas, aunque contó con la participación de otras facciones palestinas.

La respuesta israelí, denominada “Espada de Hierro”, se inició con intensos bombardeos contra la ciudad de Gaza, bombardeos de proporciones hasta ahora nunca vistas en ningún otro lugar del mundo ni en ningún otro momento de la Historia, incluyendo las dos Guerras Mundiales. A partir del 27 de octubre, esa respuesta israelí se incrementó, con una invasión terrestre caracterizada por incontables actos de saqueo, detenciones masivas de miles de civiles gazauitas y actos de tortura contra esos detenidos. En 5 meses, 37.534 civiles han sido asesinados o están desaparecidos, 13.430 de esos palestinos asesinados o desaparecidos son niños y 8.900 son mujeres. Durante la embestida israelí contra Gaza también han sido asesinados 364 miembros del personal sanitario y 132 periodistas [1].

En un prolongadísimo primer momento, Washington expresó su acostumbrado apoyo inquebrantable al «derecho de Israel a defenderse», amenazando con recurrir al veto ante toda demanda de alto al fuego y… enviando a Israel la cantidad de bombas y de proyectiles necesaria para emprender la actual campaña de destrucción generalizada en el enclave palestino. Después de las derrotas militares sufridas en Siria y en Ucrania, era inconcebible para Washington aceptar una nueva derrota, ahora en Palestina.

La mente de los hombres desesperados

El francés Emmanuel Macron sugirió la semana pasada la idea suicida de enviar tropas de la OTAN a Ucrania para enfrentarse militarmente a Rusia.

Scott Ritter, Consortium News

«¡Oh maldad, eres veloz, para entrar en los pensamientos de los hombres desesperados!»
-Romeo y Julieta, Acto 5, Escena 1
Con estas palabras, William Shakespeare, el bardo inmortal, capta la psicología de los hombres que, creyendo enfrentarse a una situación que no hay esperanza de resolver, emprenden acciones que les conducirán inevitablemente a la muerte.

Aunque ambientada en la Mantua italiana del siglo XIV, la tragedia de Shakespeare podría haberse trasladado fácilmente en el tiempo a la Francia actual, donde el presidente francés Emmanuel Macron, en el papel de un Romeo moderno, tras enterarse de la desaparición de su verdadero amor, Ucrania, decide suicidarse fomentando el envío de tropas de la OTAN a Ucrania para enfrentarse militarmente a Rusia.

Macron fue el anfitrión de una reunión de crisis la semana pasada, convocada para debatir el deterioro de las condiciones en el campo de batalla de Ucrania tras la toma rusa de la ciudad fortaleza de Adviivka. A la reunión asistieron altos representantes de los Estados miembros de la OTAN, incluidos Estados Unidos y Canadá.
No debemos excluir que pueda haber una necesidad de seguridad que justifique entonces algunos elementos de despliegue», dijo Macron durante una conferencia de prensa convocada tras la reunión. «Pero os he dicho muy claramente lo que Francia mantiene como posición, que es una ambigüedad estratégica que mantengo.

El tejido de la realidad

Pronto nos convertimos en un pueblo sin memoria de su pasado; un espacio fantasma de formas rotas u olvidadas hace tiempo.
Alastair Crooke, Al Mayadeen

El célebre filósofo francés Henri Corbin, que enseñaba en la Universidad de Teherán, llamó una vez la atención de un amigo occidental sobre un antiguo armario de un café de Teherán, en el que estaban sentados. La antigua pieza tenía varios estantes -cada uno delimitado por un fino revestimiento- recortados en torno a la silueta de distintos jarrones y urnas, en los que se encajaban en los estantes.

Sólo que, como observó Corbin, los jarrones y urnas estaban ausentes: hacía tiempo que habían desaparecido; rotos o perdidos.

Lo que Corbin quería decir era que, a pesar de todo, el espacio que ocupaban físicamente seguía existiendo en un contorno claro. Y lo mismo ocurre con las ideas, con las cosas dichas o escritas.

No han desaparecido del todo. El espacio persiste y, de algún modo, nos los recuerda implacablemente.

Corbin señalaba aquí algo importante sobre la comprensión shi’a del tiempo y la memoria. Insinuaba que la memoria no reside sólo en nosotros, sino más allá del confín de los cerebros individuales; y que los recuerdos pueden surgir y surgen en la conciencia, desencadenando un recuerdo de algo pasado.

sábado, 16 de marzo de 2024

La zona de interés, Gaza y el genocidio



Maciek Wisniewski, La Jornada

En una de las escenas de la película que cuenta la historia de la familia de Rudolf Höss, el comandante de Auschwitz y su idílica vida junto con su esposa e hijos en una bonita villa con jardín justo al lado del muro que rodea el campo, un prisionero lleva a la casa un saco con ropa y lencería. Se entiende que son robadas de las mujeres del “otro lado”. La esposa del comandante informa a las trabajadoras domésticas (también prisioneras) que pueden quedarse con una cosa (“una cada una”). Para sí misma guarda un abrigo de piel que se pone a probar junto con un pintalabios que encuentra en un bolsillo.

Como anotaba Nikolaus Wachsmann en su monumental historia de los campos concentración nazis, buena parte de la atracción de Auschwitz para las esposas de los oficiales de la SS era la ganancia material y la promoción social: pocas, si no ninguna, vivían antes en semejantes lujos (KL. A History of Nazi Concentration Camps, 2016, p. 375). Cualquier parecido con incontables, disponibles en redes, videítos de soldados israelíes que ocupan casas en Gaza, manosean ropa y lencería de las mujeres palestinas y llenan bolsas de plástico con cosméticos y joyas robadas para enviárselos a sus chicas, podría parecer una coincidencia y/o una exageración.

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