lunes, 12 de abril de 2021

La vacuna es un bien público mundial

Existe una guerra geoestratégica vacunal muy mal disfrazada por llamamientos vacíos al bienestar y a la salud de la población mundial
Boaventura de Sousa Santos, Alainet

Hay un cierto consenso en torno a que la pandemia actual permanecerá con nosotros durante mucho tiempo. Vamos a entrar en un periodo de pandemia intermitente cuyas características precisas todavía están por definirse. El juego entre nuestro sistema inmunitario y las mutaciones del virus no tiene reglas muy claras. Tendremos que vivir con la inseguridad, por dramáticos que sean los avances de las ciencias biomédicas contemporáneas. Sabemos pocas cosas con seguridad.

Sabemos que la recurrencia de pandemias está relacionada con el modelo de desarrollo y de consumo dominante, con los cambios climáticos asociados a este, con la contaminación de los mares y los ríos y con la deforestación de los bosques. Sabemos que la fase aguda de esta pandemia (posibilidad de contaminación grave) solo terminará cuando entre el 60% y el 70% de la población mundial esté inmunizada. Sabemos que esta tarea se ve obstaculizada por el agravamiento de las desigualdades sociales dentro de cada país y entre los distintos países, combinado con el hecho de que la gran industria farmacéutica (Big Pharma) no quiere renunciar a los derechos de patente sobre las vacunas. Las vacunas ya se consideran el nuevo oro líquido, sucediendo al oro líquido del siglo XX, el petróleo.

La "variante Piñera"

Jaime Coloma, El Desconcierto

Al parecer cada vez se van evidenciando más los manejos de cierta élite económica y política en la construcción de mensajes por parte de los medios de comunicación. Hace un tiempo el presidente de la CPC, Juan Sutil, decide dejar de auspiciar a un canal de tv por considerar que éste no representa la línea de pensamiento de sus empresas, dejando entrever que lo que importa a la hora de poner recursos económicos en un programa no tiene que ver con el éxito en audiencias del mismo sino en que satisfaga un ideario acorde a lo que yo quiero que la ciudadanía piense. Son muchos los que, de alguna u otra manera, han establecido un cierto relato que permea las capas sociales construyendo líderes de opinión específicos y mensajes que satisfagan eso que tan inteligentemente menciona Tomás Moulian, en su libro Chile, anatomía de un mito, el “gatopardismo”, que esconde y potencia una sociedad altamente frívola y dada a la anécdota más que al contenido y la profundización de las ideas.

domingo, 11 de abril de 2021

Estados Unidos debería enviar al mundo vacunas, no bombas

Amy Goodman, Democracy Now!

La pandemia de COVID-19 exige una respuesta colectiva y global que pocas veces se requirió en la historia de la humanidad. Es probable que los 132 millones de casos confirmados de COVID-19 en todo el mundo y las 3 millones de muertes sean cifras subestimadas y que la cantidad real de casos y muertes sea mucho mayor. También han surgido variantes más contagiosas, lo que ha provocado un aumento alarmante de los casos. Los virus no respetan las fronteras y, en un planeta cada vez más interconectado, la necesidad de un enfoque cooperativo para enfrentar esta emergencia de salud pública es imperativa. Estados Unidos, la nación más rica del mundo, tiene la responsabilidad moral de facilitar la disponibilidad de vacunas y tratamientos contra la COVID-19 en todo el mundo. En cambio, el Gobierno de Biden eligió el camino de lo que se denomina “nacionalismo de las vacunas”, almacenando y acaparando dosis y bloqueando los intentos para suspender, aunque sea de forma temporal, los derechos de propiedad intelectual de las vacunas contra la COVID-19, que están en poder de compañías farmacéuticas con fines de lucro. Mientras tanto, todo sigue como de costumbre en la industria armamentista de Estados Unidos, que vende anualmente más de 160.000 millones de dólares en armas y municiones en todo el mundo.

Billonario plan de rescate público para mejorar la infraestructura de EEUU

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

Jamie Dimon, mandamás del banco de inversiones JP Morgan, en su carta anual a sus accionistas, confiesa que algo ha pasado terriblemente mal en EEUU y China lo sabe perfectamente: los líderes chinos creen que EEUU está en declive y “desafortunadamente tienen gran parte de verdad (https://bit.ly/320L0IN)”.

A mi juicio, uno de los factores que han descarrilado a EEUU es la falta de inversión en su abandonada infraestructura.

Uno de los principales argumentos de Biden para financiar la abandonada infraestructura de EEUU por US$2.3 trillones –plan tildado de "socialista" por sus detractores– radica en ser esencial para que EEUU compita con China cuando EEUU no es más el líder del mundo porque no está invirtiendo, en clara alusión a su rezago geoeconómico (https://bit.ly/325JuF3). Biden no oculta que el gasto federal del gobierno en infraestructura se desplomó a 0.7% de su PIB, en paralelo a su declive de inversión publica en I&D.

viernes, 9 de abril de 2021

¿Y con la desigualdad qué hacemos?

Juan Miguel Báez, Público

La reivindicación de igualdad constituye uno de los pilares básicos de la modernidad. Casi nadie se atreve a cuestionarla (salvo algún desliz de algún o alguna representante político, que luego tienen que desmentir, diciendo diego donde antes dijeron digo…). La mayoría de la población está a favor de un mundo más igualitario y defiende la igualdad como un valor intrínseco de una sociedad desarrollada. Por ejemplo, todos (o casi todos) nos indignamos cuando alguien, utilizando su situación de privilegio, se salta la cola de personas que están esperando a ser vacunados contra la covid-19. O también, cuando alguien, aprovechándose de su situación de poder, trata de eludir la acción de la justicia mediante las compras o sobornos correspondientes.

La desigualdad tiene muchos matices. Uno de los más evidentes es la desigualdad económica, la que se manifiesta en las diferencias de ingreso o de consumo. Es una cuestión muy importante y puede dar la medida del nivel democrático de una sociedad. Sin embargo, esta es una materia que no ha merecido mucha atención en la teoría económica. La temática distributiva, o redistributiva, apenas se menciona en alguna que otra asignatura de los actuales planes universitarios. Hay casi una disrupción entre realidad y teoría, entre lo que nos preocupa a los ciudadanos y lo que interesa a los diseñadores de los currículums universitarios.

jueves, 8 de abril de 2021

¿Cambia Brasil su política exterior?

Emir Sader, La Jornada

Los seis nuevos ministros del gobierno de Jair Bolsonaro finalmente asumieron. En ceremonias cerradas, sin medios y sin mayor participación de personas del gobierno. Un caso llamó la atención: la presencia de un presidente de un partido del Centrao (gran centro), que responde por graves procesos por corrupción. Pero el gobierno corrigió el desliz: le sacó de la foto oficial, al estilo estalinista.

El cambio políticamente más importante fue la salida del exótico ahora ex ministro de Relaciones Exteriores Ernesto Araujo. Mientras el gobierno le busca un cargo –con la dificultad de que una embajada supondría el apoyo del Senado, que él difícilmente obtendría–, se hizo un discurso que, en las palabras, por lo menos, representaría un importante cambio en la política exterior brasileña.

El nuevo canciller de Brasil, Carlos Alberto Franco França, nunca había dirigido una embajada, ha trabajado siempre en el sector ceremonial del Itamaraty –incluso en el gobierno de Dilma Rousseff–, estando recientemente en la embajada brasileña en Bolivia. Su lenguaje ha causado gran impacto, por las diferencias con el discurso terraplanista del ex canciller.

França identificó tres prioridades para su gestión: pandemia, economía y medio ambiente.

miércoles, 7 de abril de 2021

La demencial estrategia de Estados Unidos y sus servidores europeos

Andres Piqueras, Observatorio Crisis

Para todas aquellas personas que se alegraron de la victoria electoral de Biden, me temo que hay malas noticias. Quienes ya advertimos que con los demócratas el peligro de guerra se dispararía parece que no hemos fallado. Los peores augurios que del discurso del nuevo presidente se pudieron extraer tras su toma de posesión se han ido materializando.

1. Ha advertido (amenazado) a Alemania de no seguir adelante con su proyecto de abastecimiento energético (Nord Stream 2), y da marcha atrás en la retirada de tropas del territorio germano, lo que de paso deja claro que sigue siendo un país colonizado (la administración USA, riéndose una vez más del “libre comercio”, acaba de amenazar directamente con represalias a las compañías que participan en la construcción del gaseoducto, detectándose incluso hostigamiento militar al mismo).

2. Ha llamado a Putin “asesino”, lo que en términos diplomáticos equivale a solamente medio escalón previo a una declaración abierta de guerra. Presiona cada vez más las fronteras rusas a través de la OTAN, poniendo en alarma tanto al Báltico (e incluso las latitudes polares) como a la Europa oriental, también desestabilizando el Cáucaso.

martes, 6 de abril de 2021

Desclasifican documentos sobre la intervención de Brasil en el Golpe Militar contra Allende

En el 57 aniversario del golpe militar en Brasil, el Archivo de Seguridad Nacional de EEUU publica documentación desclasificada sobre el esfuerzo del régimen brasileño para subvertir la democracia y apoyar la dictadura en Chile
Peter Kornbluh, NSArchive

El embajador de Chile en Brasil, Raúl Rettig, envió un alarmante cable en marzo de 1971 a su Ministerio de Relaciones Exteriores titulado "Ejército brasileño posiblemente realizando estudios sobre la introducción de guerrillas en Chile". Múltiples fuentes habían informado a la Embajada que el régimen militar brasileño estaba evaluando cómo instigar una insurrección para derrocar al gobierno de Allende. Los militares habían establecido una "sala de guerra" con mapas y modelos de la cordillera de los Andes a lo largo de la frontera con Chile para planificar las operaciones de infiltración, decía el cable, clasificado como "estrictamente confidencial". Según el informe de Rettig, “el Ejército brasileño aparentemente envió a Chile a varios agentes secretos que habrían ingresado al país como turistas, con la intención de recopilar más antecedentes sobre posibles regiones donde podría operar un movimiento guerrillero”. Aún no se había fijado una fecha, dijo un informante.

El revelador cable de Rettig es uno de los cientos de documentos obtenidos de archivos brasileños, chilenos y estadounidenses por el periodista de investigación Roberto Simon para su nuevo libro, Brasil contra la democracia: la dictadura, el golpe en Chile y la Guerra Fría en América del Sur . Publicado en Brasil el mes pasado, el libro expone el papel clandestino que jugó el régimen militar brasileño en el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 que llevó al poder al general Augusto Pinochet, así como la contribución brasileña al aparato represivo de Chile durante sus 17 años de dictadura.

lunes, 5 de abril de 2021

Brasil: Crisis en medio de la tragedia

Eric Nepomuceno, La Jornada

Brasil sigue ahogado en la creciente ola de coronavirus, que ya diezmó –oficialmente– más de 335 mil vidas. Estudios realizados por hospitales brasileños y avalados por especialistas, médicos y científicos, sin embargo, señalan un número más elevado: hasta el pasado viernes, los muertos serían 443 mil.

Menos de 5 por ciento de 5 mil 570 municipios brasileños tienen más de 443 mil habitantes. Con alrededor de 3 por ciento de la población mundial, Brasil tuvo hasta ahora 33 por ciento del total de víctimas fatales de Covid-19. En una sola jornada, la del 31 de marzo, el mundo registró 11 mil 769 decesos, 3 mil 869 de ellos en Brasil.

Y no hay señal de luz en el horizonte. Al contrario: varios especialistas advierten del alto riesgo de que se llegue a 500 mil muertos antes de que termine abril.

sábado, 3 de abril de 2021

Desolación en el capitalismo digital y pandémico

El dolor humano es tal que existe toda una industria orientada a su gestión y a la evasión efímera del individuo desolado que naufraga en una vida sin sentido
Isaac Enríquez Pérez, Alainet

El síndrome de la felicidad y el mito del crecimiento económico ilimitado abren enormes abismos en las sociedades contemporáneas. Sus respectivas ideologías no solo encubren los efectos negativos del fundamentalismo de mercado y de las nuevas formas de explotación, sino que vanaglorian sus falsas virtudes e irradian un falaz confort que ni por asomo considera la dimensión y los alcances de un sinfín de psicopatologías. Soledad, tristeza, angustia, ansiedad, depresión, desconfianza en el otro, y una vida sin sentido, son sólo expresiones de la enfermedad y el dolor social que tienden a potenciarse con el individualismo hedonista y la trampa de la eficiencia económica, el productivismo exacerbado y el rendimiento autoimpuesto.

El dolor social y el dolor individual/emocional son consustanciales al mismo proceso (des)civilizatorio del capitalismo y a la misma falacia de la libertad y la realización que éste mismo difunde. Y ello se recrudece conforme los individuos sienten frustración y resentimiento ante la insatisfacción que les genera esta forma de organización de la sociedad. A su vez, estas modalidades de dolor se erigen en dispositivos de control social que descargan la espada de Damocles sobre los cuerpos, las conciencias, la mente y la intimidad. Con la pandemia, estos dispositivos alcanzaron su más acabada expresión a través la gran reclusión, el confinamiento global y la emergencia e instauración del Estado sanitizante (https://bit.ly/3l9rJfX).

jueves, 1 de abril de 2021

La profunda crisis del gobierno de Brasil

Emir Sader, Rebelión

En el mismo día renuncian dos ministros del gobierno de Jair Bolsonaro. Titulares de dos ministerios importantes: Asuntos Exteriores y Defensa, quienes siguen la estela del titular de Salud, quién fue destituido la semana pasada. ¿Qué representan esas salidas y esos cambios? Cada uno tiene su historia, pero hay que preguntarse qué representan en su conjunto.

El ex ministro de Salud es un general -Eduardo Pazuello-, que fracasó estrepitosamente al sustituir al personal civil en la salud pública, con la suba de muertos de siete mil a 220 mil durante su gestión. El Congreso escogió para el cargo a una médica, altamente cualificada, aunque no se entendió con Bolsonaro porque piensa exactamente lo contrario que él. Bolsonaro nombró a otro médico, Marcelo Queiroga, alineado con el gobierno, pero dejó disconforme a su base parlamentaria, que hasta ese momento le era fiel. Entonces el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, coordinador del ‘centrão‘, amenazó al gobierno con medidas duras, lo que demuestra un cierto descontento.

miércoles, 31 de marzo de 2021

Desmantelando Latinoamérica

La élite latinoamericana sigue viéndose a sí misma como un grupo de colonos en tierras de indios peligrosos y levantiscos a los que, tradicionalmente, había que “meter bala”
Daniel Espinosa Winder

Jair Bolsonaro fue colocado en la presidencia de Brasil con una misión: devolver a su país a su lugar en el patio trasero yanqui. No tiene nada de raro que para tan ruin empresa se haya empleado a un exmilitar y supuesto “patriota” brasileño, a un fantoche que, como sus antecesores en las dictaduras que tanto ensalza, es capaz de envolverse en la bandera de su país mientras inclina la cabeza ante la de las barras y estrellas.

Poco después de hacerse del poder gracias al juez Moro y quienes lo dirigen y financian desde el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Bolsonaro visitó la sede de la CIA en Langley, Virginia, donde saludó a la bandera estadounidense y se paseó por las instalaciones con el entusiasmo de un niño que ha sido llevado por primera vez a Disneylandia.

Pero esos gestos son lo de menos, pues lo realmente importante es que Bolsonaro está permitiendo que Chevron, Cargill y Bayer-Monsanto, entre otras megacorporaciones, hagan su agosto en Brasil, depredando y abriendo enormes tramos de la selva amazónica para plantar su soya transgénica, trasgrediendo cualquier límite para el uso de agrotóxicos comprobadamente cancerígenos y alentando a los ganaderos a invadir zonas antes protegidas, el hogar de pueblos indígenas desde hace miles de años.

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