Tras 75 años de abusos genocidas de “Israel” contra el pueblo palestino, y en medio de la horrenda matanza que el ejército sionista perpetra desde octubre pasado contra los palestinos de la Franja de Gaza, la Sudáfrica de Mandela, la multirracial nación, presentó la conocida demanda contra “Israel” por genocidio en la Corte Internacional de Justicia
Omar Rafael García Lazo, Al Mayadeen
Cuando Barack Obama viajó a Sudáfrica en abril de 2018 a los funerales de Nelson Mandela, por un momento el mundo parecía darse una esperanza.
Fue una ceremonia llena de símbolos. Por un lado, el primer presidente negro de Estados Unidos, país que apoyó sin límites el apartheid, llegaba a despedir al símbolo global de las luchas antirraciales, integro revolucionario y defensor de la paz.
Por el otro lado, Raúl Castro, otro gran líder de un pequeño país del tercer mundo que sangró junto a sus hermanos africanos por la libertad de Angola, Namibia, Sudáfrica y Mandela, llegaba también a despedir al que fuera un hermano de luchas.
Mucho se habló de aquel estrechón de manos entre Raúl y Obama bajo la aureola de un Mandela convertido en arquetipo de la igualdad entre los hombres.
Lo más significativo de todo fue que aquel presidente negro estadounidense, sin siquiera emitir una palabra, con solo su presencia y su saludo al general presidente cubano, reconocía la derrota moral de toda una política imperialista y racista, de la cual no escapaba ni su propio pueblo.