La decisión de EEUU de recortar la financiación a USAID y otras ONG reveló hasta qué punto ese gobierno ha estado financiando medios y protestas para secuestrar a la sociedad civil en todo el mundo
Glenn Diesen, La Haine
En Ucrania, la USAID tuvo un papel clave en el derrocamiento del presidente Yanukóvich en 2014 mediante el golpe del Maidan y desde entonces ha financiado entre el 85% y el 90% de los medios de comunicación ucranianos para garantizar el control narrativo. El primer ministro georgiano también ha venido advirtiendo de que las ONG occidentales se han activado para derrocar al Gobierno y convertir Georgia en un segundo frente contra Rusia.
También hay pruebas abrumadoras de que el gobierno estadounidense creó «organizaciones no gubernamentales» (ONG) desde la década de 1980, financiadas por ese gobierno, con personal vinculado a la comunidad de inteligencia estadounidense y que persiguen intereses geopolíticos estadounidenses bajo el pretexto de promover la democracia y los DDHH. Una de estas «ONG» es el National Endowment for Democracy (NED), creado por Reagan para asumir algunas de las tareas de la CIA. Estas organizaciones son instrumentos para que EEUU gobierne las sociedades de otras naciones y persiga el cambio de régimen cuando sea necesario.
Subvertir la democracia y perseguir la guerra
Cuando Zelensky obtuvo una aplastante victoria en las elecciones presidenciales de 2019 con una plataforma de paz, EEUU activó sus ONG para asegurarse de que Zelensky diera marcha atrás y abandonara su mandato de paz. Zelensky había obtenido el 73% de los votos al prometer entablar conversaciones con Donbás, firmar la paz con Rusia y aplicar el acuerdo de paz de Minsk. Además, Zelensky abogó por preservar los derechos lingüísticos y religiosos para evitar divisiones en la sociedad. Inmediatamente surgieron protestas con ONG que presentaban la plataforma de paz de Zelensky como una «capitulación».