Michael Spence, Project Syndicate
Cuando la Segunda Guerra Mundial terminó hace 70 años, gran parte del mundo –incluida la Europa industrializada, Japón y otros países que habían estado ocupados- quedó geopolíticamente escindido y aquejado por una deuda soberana importante. Muchas de las economías principales incluso quedaron en ruinas. Uno podría haber esperado un período prolongado de cooperación internacional limitada, crecimiento lento, alto desempleo y privación extrema, debido a la capacidad limitada de los países para financiar sus inmensas necesidades de inversión. Pero eso no es lo que sucedió.
Por el contrario, los líderes mundiales adoptaron una perspectiva de largo plazo. Reconocieron que las perspectivas de reducción de deuda de sus países dependían del crecimiento económico nominal, y que sus perspectivas de crecimiento económico –para no mencionar una paz continuada- dependían de una recuperación a nivel mundial. De modo que utilizaron –y hasta tensaron- sus balances para inversión, abriéndose al mismo tiempo al comercio internacional, ayudando así a restablecer la demanda. Estados Unidos –que enfrentaba una considerable deuda pública, pero que había perdido poco en términos de activos físicos- naturalmente asumió un papel de liderazgo en este proceso.
Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
Mostrando las entradas con la etiqueta Michael Spence. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Michael Spence. Mostrar todas las entradas
sábado, 23 de mayo de 2015
Un mundo sin estrategias de inversión y de cooperación
Publicado por
mamvas
en
6:01 a.m.
0
comments
Tags:
Crisis Global,
Economía Mundial,
Michael Spence,
Neoliberalismo
jueves, 30 de abril de 2015
La desaceleración de China, nueva normalidad de la economía
Michael Spence, Project Syndicate
Todo indica que las dos economías más grandes del mundo, Estados Unidos y China, atraviesan una desaceleración secular. Pero todavía quedan grandes dudas sobre sus trayectorias futuras de crecimiento, lo cual incide seriamente en cuestiones de valoración de activos, riesgo y política económica. Aparentemente, Estados Unidos se estabiliza en una tasa de crecimiento real (ajustada por inflación) de alrededor del 2% anual (aunque la cuestión de si es superior o inferior al potencial de la economía todavía es objeto de arduo debate). En cuanto a China, parece ir rumbo al 6 o 7% que el año pasado el gobierno señaló como “nueva normalidad” de la economía. Algunos observadores coinciden en que ese valor es sostenible durante una década más o menos, siempre que el gobierno implemente un conjunto integral de reformas en estos próximos años. Pero otros prevén que el crecimiento del PIB chino seguirá una tendencia declinante con posibilidad de aterrizaje forzoso.
Todo indica que las dos economías más grandes del mundo, Estados Unidos y China, atraviesan una desaceleración secular. Pero todavía quedan grandes dudas sobre sus trayectorias futuras de crecimiento, lo cual incide seriamente en cuestiones de valoración de activos, riesgo y política económica. Aparentemente, Estados Unidos se estabiliza en una tasa de crecimiento real (ajustada por inflación) de alrededor del 2% anual (aunque la cuestión de si es superior o inferior al potencial de la economía todavía es objeto de arduo debate). En cuanto a China, parece ir rumbo al 6 o 7% que el año pasado el gobierno señaló como “nueva normalidad” de la economía. Algunos observadores coinciden en que ese valor es sostenible durante una década más o menos, siempre que el gobierno implemente un conjunto integral de reformas en estos próximos años. Pero otros prevén que el crecimiento del PIB chino seguirá una tendencia declinante con posibilidad de aterrizaje forzoso.
martes, 24 de febrero de 2015
Michael Spence: La necesaria inversión pública
El mundo enfrenta la perspectiva de un prolongado período de débil crecimiento económico. Pero se trata de un riesgo, no del destino. La mejor forma de evitar un resultado de ese tipo es descubrir la forma de canalizar las grandes reservas de ahorro hacia inversiones del sector público que mejoren la productividad.
Las mejoras de la productividad son fundamentales para el crecimiento a largo plazo, ya que habitualmente se traducen en mayores ingresos que, a su vez, impulsan la demanda. Por supuesto, es un proceso que lleva tiempo (especialmente si, por ejemplo, quienes inicialmente reciben ese mayor ingreso ya tienen una elevada tasa de ahorro), pero con abundantes inversiones en las áreas adecuadas, se puede sostener el crecimiento de la productividad.
Las mejoras de la productividad son fundamentales para el crecimiento a largo plazo, ya que habitualmente se traducen en mayores ingresos que, a su vez, impulsan la demanda. Por supuesto, es un proceso que lleva tiempo (especialmente si, por ejemplo, quienes inicialmente reciben ese mayor ingreso ya tienen una elevada tasa de ahorro), pero con abundantes inversiones en las áreas adecuadas, se puede sostener el crecimiento de la productividad.
Publicado por
mamvas
en
10:33 p.m.
0
comments
Tags:
Crisis Financiera,
Estancamiento secular,
Gobierno,
Inversión,
Michael Spence
jueves, 26 de septiembre de 2013
Las borrosas fronteras de la política económica
Michael Spence, Project Syndicate
En todo el mundo, las políticas, las tecnologías y los procesos de aprendizaje ampliados se han combinado para erosionar las barreras a la interacción económica entre los países. Elija cualquier indicador: el comercio frente al PIB mundial, los flujos de capital en comparación con la capitalización bursátil mundial, entre otros – todos están al alza.
Pero las políticas económicas están establecidas a nivel nacional, y, con unas pocas excepciones significativas como las negociaciones comerciales y el seguimiento del financiamiento a terroristas y el lavado de dinero, los formuladores de políticas establecen metas con miras a beneficiar la economía del país. Y estas políticas (o cambios de política) están afectando cada vez más a otras economías y al sistema mundial, dando lugar a lo que podría llamarse “externalidades de la política” – es decir, la consecuencias que se extienden más allí del objetivo de los formuladores de políticas.
En todo el mundo, las políticas, las tecnologías y los procesos de aprendizaje ampliados se han combinado para erosionar las barreras a la interacción económica entre los países. Elija cualquier indicador: el comercio frente al PIB mundial, los flujos de capital en comparación con la capitalización bursátil mundial, entre otros – todos están al alza.
Pero las políticas económicas están establecidas a nivel nacional, y, con unas pocas excepciones significativas como las negociaciones comerciales y el seguimiento del financiamiento a terroristas y el lavado de dinero, los formuladores de políticas establecen metas con miras a beneficiar la economía del país. Y estas políticas (o cambios de política) están afectando cada vez más a otras economías y al sistema mundial, dando lugar a lo que podría llamarse “externalidades de la política” – es decir, la consecuencias que se extienden más allí del objetivo de los formuladores de políticas.
viernes, 26 de julio de 2013
El fin de la exuberancia de China
Michael Spence, Project Syndicate
El crecimiento de China se ha desacelerado considerablemente desde 2010, y podría desacelerarse aún más – lo que inquieta a los inversionistas y los mercados mucho más allá de las fronteras del país. En vista de que muchos de los motores tradicionales de la economía global están varados a baja velocidad, el desempeño de China se ha vuelto cada vez más importante.
Sin embargo, actualmente las tasas de crecimiento de las exportaciones chinas y los índices conexos en materia de manufacturas han caído, debido principalmente a una débil demanda externa, particularmente en Europa. Además, las autoridades chinas están desacelerando gradualmente el otro motor principal del crecimiento de su país, la inversión pública, ya que los proyectos de bajos rendimientos parecen generar demanda agregada, pero se vuelven insostenibles con bastante rapidez.
El crecimiento de China se ha desacelerado considerablemente desde 2010, y podría desacelerarse aún más – lo que inquieta a los inversionistas y los mercados mucho más allá de las fronteras del país. En vista de que muchos de los motores tradicionales de la economía global están varados a baja velocidad, el desempeño de China se ha vuelto cada vez más importante.
Sin embargo, actualmente las tasas de crecimiento de las exportaciones chinas y los índices conexos en materia de manufacturas han caído, debido principalmente a una débil demanda externa, particularmente en Europa. Además, las autoridades chinas están desacelerando gradualmente el otro motor principal del crecimiento de su país, la inversión pública, ya que los proyectos de bajos rendimientos parecen generar demanda agregada, pero se vuelven insostenibles con bastante rapidez.
miércoles, 21 de diciembre de 2011
El tipo de cambio no es el único problema
Michael Spence, Project Syndicate
Si miramos los patrones comerciales de los dos principales actores de la economía mundial, dos aspectos saltan a la vista. Uno de ellos es que mientras los Estados Unidos tienen un déficit comercial con casi todos los países, incluidos Canadá, México, China, Alemania, Francia, Japón, Corea del Sur y Taiwán, sin mencionar los países exportadores de petróleo, el déficit más grande lo tienen con China. Si los datos comerciales se volvieran a calcular tomando en cuenta el país de origen de los distintos componentes del valor agregado, el panorama general no cambiaría, pero sí las magnitudes relativas: mayores déficits de los Estados Unidos con Alemania, Corea del Sur, Taiwán y Japón, y un déficit dramáticamente más bajo con China.
Publicado por
mamvas
en
10:27 a.m.
1 comments
Tags:
Crisis Financiera,
Economía Mundial,
Michael Spence,
Tipo de cambio
miércoles, 19 de octubre de 2011
El desafío del empleo global
Michael Spence, Project Syndicate
Durante las últimas tres décadas, cientos de millones de nuevos trabajadores ingresaron en la nueva economía. Llegaron con niveles de educación y habilidades diversos y con el tiempo, por lo general, ganaron «capital humano» –y valor agregado e ingreso. Esto ha generado un impresionante y sostenido crecimiento en los niveles de empleo, las oportunidades y el tamaño de la economía mundial. Pero los nuevos trabajadores además trajeron consigo competencia por los puestos de trabajo e importantes cambios en los salarios y los precios relativos, que están generando profundos efectos distributivos.
Estos cambios estructurales masivos en la economía mundial presentan tres grandes desafíos para el empleo global, con variantes propias en cada país.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)