Jacques Sapir,
Hypotheses.org
La crisis griega, de la que tenemos la sensación que está lejos de estar acabada, habrá tenido una de sus primeras consecuencias al haber mostrado la verdadera naturaleza de la zona euro y por permitir que el debate sobre el propio Euro vuelva al primer plano.
El diktat para nada
De hecho ahora está claro que el acuerdo extorsionado a Grecia en la reunión del Eurogrupo y del Consejo Europeo en la noche trágica del 12 a 13 julio no ha resuelto nada. No sólo el llamado "acuerdo" se revela en el paso de las horas inadaptado e incapaz para tratar el fondo del problema, pero nos damos cuenta de que este acuerdo no traerá ningún respiro [1]. En efecto, si el lunes 20 de julio los bancos griegos volverá a abrir sus puertas, las operaciones que efectuarán van a ser muy limitadas. El dinero que puede retirar la población todavía no puede exceder de 420 euros por semana, aunque esta cantidad puede ser retirada de una sola vez. Las operaciones de las empresas griegas quedarán todavía muy limitadas. De hecho, esta situación de escasez de liquidez que ha sido organizado por el Banco Central Europeo es un golpe fatal para la economía griega. El porcentaje de préstamos llamados "improductivos" ha aumentado de manera importante desde el 26 de junio. Las necesidades de financiación de los bancos griegos pasaron de 7 a 10 mil millones de euros a finales de junio a entre 25 a 28 mil millones el 15 de julio y podrían llegar 35 mil millones de euros a mediados de la próxima semana. De hecho, el sistema bancario griego ha sido deliberadamente destruido por las presiones ejercidas por el Banco Central Europeo por finalidades esencialmente políticas. Las cantidades que será necesario facilitar a Grecia para que el país simplemente no se hunda en el caos total, si tiene que permanecer en la zona euro no son los 82 a 86 mil millones de euros que se estimó el 13 de julio, más probablemente serán del orden de 120 mil millones de euros. La deuda griega ya no es "sostenible" y el acuerdo no hizo nada para asegurar su sostenibilidad [2]. Si la señora Merkel, el Sr. JC Juncker y el señor Dijsselbloem son los "ganadores" sobre Alexis Tsipras, están en el trance de comprender el significado de la expresión "victoria pírrica".