Nuevas pruebas confirman la posibilidad de que al menos algunas fuerzas de seguridad israelíes fueran informadas del inminente ataque de Hamás
Roberto Iannuzzi, Sinistra in Rete
Uno de los frentes clave en los que Israel ha luchado en el conflicto de dos años tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 es el de la información.
La batalla por el “control de la narrativa” ha girado en torno a los acontecimientos del 7 de octubre y a la extremadamente violenta campaña militar librada por Israel en Gaza durante los dos últimos años.
En ambos casos, el gobierno de Netanyahu ha promovido agresivamente su versión de los hechos.
En Occidente, la narrativa del 7 de octubre impuesta por los grandes medios de comunicación ha reflejado esencialmente la versión oficial proporcionada por Tel Aviv.
Hay, sin embargo, un aspecto de ese trágico acontecimiento sobre el cual el gobierno israelí no ha intentado imponer su propia narrativa, sino más bien correr un velo de silencio.
Este aspecto se refiere al llamado “fracaso” de la inteligencia israelí (es decir, su aparente incapacidad para predecir el ataque de Hamás) y abarca los meses, las semanas y la noche misma que precedieron a la incursión de los militantes palestinos en territorio israelí.