miércoles, 20 de septiembre de 2017

¿Resucita Europa después del Brexit?

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker –del paraíso fiscal de Luxemburgo– profirió un discurso esperanzador en Bruselas sobre el retorno de la Unión Europea (UE) al gran juego del Olimpo global, después de severos tropiezos: desde el Brexit pasando por el antagónico trumpismo hasta la fuerte devaluación del euro (a raíz del desplome bursátil de 2008).

Jean-Claude Juncker nunca citó a Rusia (la moda demonizada en EU) y advirtió tomar en cuenta la seguridad nacional europea en las adquisiciones de China (que invocó en forma implícita) mediante el monitoreo de las inversiones foráneas en los sectores estratégicos.

Se ha gestado una complementariedad geoeconómica entre China y la UE, por lo que tampoco Bruselas, en cortedad de mercados, se puede dar muchos lujos soberanos en materia de seguridad cuando el cash impera en el mundo.

El barco europeo ha vuelto a navegar con el viento en favor, según la idílica metáfora de Jean-Claude Juncker, de la que se mofa la revista británica globalista The Economist (controlada por el Grupo Pearson y los Rothschild): la economía se ha consolidado pese a todos los avatares; el euro se ha recuperado; se han detenido los proyectos secesionistas y/o nacionalistas propiciados por la grave crisis de la migración –que el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, inculpa al megaespeculador George Soros de ser el titiritero (https://goo.gl/KLzw5y).

En lugar de dislocar más a la UE, el Brexit ha estrechado más a Francia y Alemania.

El Brexit –salida de Gran Bretaña (miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y potencia nuclear con 215 bombas atómicas) de la UE, a la que la pérfida Albion nunca perteneció a carta cabal por sus engaños noratlánticos con su aliado especial EU y ni siquiera ingresó a la selecta zona euro, de predominio alemán, de sólo 19 países de los hoy 27 integrantes –significó la considerable reducción del arsenal nuclear europeo. ¡Genuina balcanización nuclear de la UE!

Hoy la UE goza del paraguas nuclear de las 290 bombas atómicas (su legendaria force de frappe) de Francia y del músculo geoeconómico de Alemania: sexto sitial en el ranking global del PIB prácticamente a la par de Rusia –con todo y las sanciones promovidas por EU que están deliberadamente asfixiando el abastecimiento gasero ruso a la UE que quedaría a la merced del gas texano.

Dejando de lado su trotkismo congénito, Alex Lantier, del portal WSWS, interpreta que el discurso de Jean-Claude Juncker que aplaudió de pie todo el espectro político del Parlamento Europeo –significa que “Europa prepara la guerra contra el mundo al subrayar una agenda militar agresiva (sic) y comercial para el post Brexit de la UE” (https://goo.gl/6pSLs6).

A juicio de Alex Lantier, el mensaje de Jean-Claude Juncker fue prístino: en medio del colapso (sic) de las relaciones de la UE con sus aliados añejos, sobretodo Washington y Londres, se debe preparar para una guerra comercial global y proseguir una política militar independiente (¡súper sic!) de EU.

Juncker afirmó que en Europa no son cándidos libre-cambistas por lo que debe siempre defender sus intereses estratégicos (sic).

Después de la ruptura hace un año de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversiones (TTIP, por sus siglas en inglés) –debido a las reticencias de Francia y Alemania–, Jean-Claude Juncker no mencionó a EU como socio comercial primordial ni con quien busque un tratado de libre comercio.

Ahora la UE lanza sus vectores mercantiles a otros reductos del planeta, incluyendo África, donde China ha asentado sus reales.

Jean-Claude Juncker dejó muy claro que su penetración comercial –así como la guerra comercial en ciernes del trumpismo– va aparejada con una superlativa militarización mediante un ejército europeo –tres años después que Alemania anunció la remilitarización de su política exterior.

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El presidente de Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en una reunión con los miembros del Parlamento en EstrasburgoFoto Ap
Se contempla un nuevo Fondo Europeo de Defensa que para 2025 deberá alumbrar a la Unión Europea de Defensa. En forma sutil, la UE se bifurca de la OTAN dominada por EU y Gran Bretaña.

Juncker cuyo discurso fue calificado de importante y grande por el jefe de gabinete de Angela Merkel, a punto de ser relegida, sugirió abandonar el FMI por un Fondo Monetario Europeo. ¡Se derrumban todas las carcomidas estructuras del caduco orden mundial de Bretton Woods!

Más allá de la mascarada de la OTAN, a juicio de Alex Lantier, el conflicto de EU y la UE se ha acelerado cuando las tensiones militares han escalado, en particular, de Washingon con el eje Berlín-París.

Trump ha amenazado imponer tarifas punitivas a las exportaciones de acero y automóviles de Europa, lo que detonaría una guerra comercial entre EU y la UE, mientras Washington aprieta las tuercas a Rusia y China.

Alex Lantier considera que difícilmente la UE participaría en una guerra de EU contra China.

Uno de los problemas de la EU es la multiplicidad de organismos –Comisión y Consejo Europeos que Jean-Claude Juncker exhorta unificar en una megapresidencia –que paralizan la toma de decisiones, en particular, de su política exterior todavía dependiente del eje israelí-anglosajón.

No lo elude Jean-Claude Juncker: para volverse un poderoso actor global y tener mayor peso en el mundo, debemos ser capaces de tomar más rápido las decisiones en política exterior, por lo que la UE debe pasar de la unanimidad a una votación de mayoría calificada.

Juncker lanzó la idea de crear una agencia de ciberseguridad europea que se ha vuelto imperativa ante la omnipotencia del meta-espionaje cibernético de la National Security Agency (NSA) de EU.

El marino Jean-Claude Juncker pretende navegar sólo en alta mar y expandir la esfera de influencia de la UE a los turbulentos Balcanes donde colisiona(rá) con los intereses de Rusia.

Sin tapujos, Juncker externó su rechazo a la incorporación de Turquía a la UE. Así Turquía, después del golpe de estado de la CIA contra el sultán Erdogan –que perturbó sobremanera a Brzezinski antes de su muerte– es empujada nolens volens a los brazos de Rusia e Irán.

Para que no quede dudas de las intenciones balcanizadoras de EU, durante la fase de difíciles negociaciones del Brexit con la UE, Rex Tillerson, secretario de Estado trumpiano, manifestó su apoyo a Gran Bretaña (https://goo.gl/d5XRHx).

La revista globalista neoliberal The Economist comenta que hasta hace poco la EU, en medio de una crisis existencial (Jean-Claude Juncker dixit), golpeada por crisis económica y política, se dirigía al abismo (https://goo.gl/YeDMHf).

Hoy su recuperación ha sido dramática: fomentada por derrotas de los partidos anti-europeos en Francia, Holanda y otros lados; y por un vuelco cíclico económico cuando el PIB de la UE ha superado a EU por dos años.

El magno desafío de la UE es sortear la animadversión israelí-anglosajona que le ha declarado la guerra en forma subrepticia, asi como transcender la fase de varias Europas (norte, sur, central y oriental) con diferentes velocidades y dispersas en su múltiples instituciones y en la zona euro de países de primera y segunda clase.

Si la dejase Washington, la UE puede constituir uno de los fractales del desorden global.

La UE, si no es balcanizada antes por Washington, puede representar una zona civilizatoria de amortiguamiento en el nuevo orden mundial que se disputan EU, Rusia y China.

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