martes, 19 de septiembre de 2017

Las cifras que confirman la creciente desigualdad en Estados Unidos


Los datos de la Oficina del Censo publicados la semana pasada mostraron pocos cambios en la brecha entre ricos y pobres, debido a que la tradicional medida de la desigualdad de ingresos -el índice de Gini- se mantuvo básicamente constante entre 2015 y 2016. Pero la diferencia entre la mediana y el promedio del ingreso de los hogares alcanzó un nivel récord el año pasado, lo que sugiere que los ricos se hicieron más ricos mientras dejaban atrás a la típica familia estadounidense. Para obtener una imagen más clara de la desigualdad de ingresos en los hogares de Estados Unidos, considere ajustar su elección de medidas estadísticas.

En la superficie, los datos de la Oficina del Censo mostraron pocos cambios en la brecha entre ricos y pobres debido a que la tradicional medida de la desigualdad de ingresos -el índice de Gini- se mantuvo básicamente constante entre 2015 y 2016. Pero la diferencia entre la mediana y el promedio del ingreso de los hogares alcanzó un nivel récord el año pasado, lo que sugiere que los ricos se hicieron más ricos mientras dejaban atrás a la típica familia estadounidense. Específicamente, la mediana del ingreso del hogar, después de ajustarse a la inflación, aumentó 3,2 por ciento en 2016 a US$59.039, mientras que el ingreso promedio aumentó a un ritmo un poco mayor, del 3,6 por ciento a US$83.143. Eso representa una diferencia de US$24.104, sobre los US$23.035 de 2015 y solo de US$5.318 cuando la serie comenzó en 1967.

Debido a que el promedio está influenciado por los grupos de ingresos especialmente altos o bajos en ambos extremos del espectro, refleja la aparición de valores atípicos desproporcionadamente ricos. Por ejemplo, si un multimillonario se trasladara a un vecindario de clase media, la mediana del ingreso -el punto medio exacto de los hogares en la zona cuya mitad gana más y la otra mitad gana menos- seguiría siendo básicamente la misma. Pero el promedio del vecindario se dispararía.

"La creciente brecha entre la mediana de los ingresos y el promedio de los ingresos de los hogares es una forma clave que muestra como se ha manifestado el aumento de la desigualdad en las últimas décadas", dijo Josh Bivens, director de investigación del Economic Policy Institute de tendencia izquierdista. Bivens señaló que las recesiones tienden a comprimir la discrepancia a medida que los pagos de dividendos y ganancias de capital disminuyen, deprimiendo las ganancias de los estadounidenses más ricos.

Pero desde que terminó la recesión de 2007-2009, la brecha entre los mayores y menores ingresos se ha disparado, según datos del Censo. Desde 2007, el ingreso promedio ajustado por la inflación ha aumentado más de 10 por ciento para los hogares en el quintil más alto de la distribución de ganancias, mientras que ha caído 3,2 por ciento para el quintil inferior. Los ingresos del 5 por ciento superior subieron 12,8 por ciento durante el período. También desde 2007, la mediana de los ingresos ha aumentado sólo 1,5 por ciento, en comparación con un incremento de 6,2 por ciento para el promedio.

La creciente desigualdad en los ingresos pudo haber contribuido al sentimiento populista que llevó al presidente Donald Trump a ganar las elecciones el año pasado, tras hacer campaña diciendo que aumentaría los salarios de la clase media a través de recortes de impuestos y un mejorado mercado laboral.

El próximo debate parlamentario sobre la reforma tributaria puede reavivar las discusiones sobre la disparidad de la riqueza, ya que los demócratas dicen que ciertas propuestas republicanas como la eliminación del impuesto a la herencia y el impuesto mínimo alternativo beneficiarían desproporcionadamente a los ricos. El gobierno de Trump dice que su enfoque es proporcionar alivio a la clase media.

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