Noam Chomsky, uno de los intelectuales estadounidenses más prestigiosos de la actualidad, cree que la baja valoración de los políticos a nivel mundial no es exclusiva de la cúpula dirigente, sino que se extiende a empresas y a otras instituciones, como parte de un malestar social general. La escasa popularidad de los actuales candidatos a la Presidencia de Estados Unidos no es algo excepcional, sino que forma parte "de un gran malestar social que amenaza a la democracia", explicó el lingüista y filósofo, de 87 años, en entrevista con dpa en Cambridge.
"Estados Unidos se desarrolló desde una democracia hacia una plutocracia con apéndices democráticos", opinó Chomsky. "Tres cuartas partes de la sociedad se encuentran simplemente subrepresentadas", analizó.
Respecto del actual auge del candidato republicano Donald Trump, pese a su discurso polémico y agresivo, el autor de Los guardianes de la libertad cree que se fundamenta en gran medida en el desprecio durante décadas a la clase trabajadora.
"Los que respaldan a Trump no son los pobres. La mayoría son de la clase trabajadora blanca que en el periodo del neoliberalismo fueron marginados. Ahora, estas personas están amargadas y tienen rencor".
El profesor emérito del Massachusetts Institute of Technology (MIT) apuntó como segunda razón un fortalecimiento del populismo y el ultranacionalismo, algo que también se ve en Europa: "Hay una correlación directa entre el apoyo a populistas autoritarios y los entusiasmados con Trump".
A diferencia de lo sucedido anteriormente, esta vez a los líderes republicanos no les fue posible impedir el protagonismo de un candidato peligroso. "Trump es singular. Nunca hubo algo como él en naciones industrializadas occidentales", señaló Chomsky.
Sin embargo, el proceso se enmarca en su opinión en una transformación más amplia del sistema político estadunidense, que él ve históricamente como de partido único con dos facciones, republicanos y demócratas. "Eso ya no es así. Seguimos siendo un país de partido único, el Partido de los Negocios. Pero ya sólo hay una facción".
De hecho, cree que quienes apoyaron a Bernie Sanders en la precampaña demócrata podrían formar un nuevo partido independiente del demócrata si avanza la transformación del sistema. Sanders se enfrentó desde la izquierda en las primarias a la actual candidata, Hillary Clinton, pero perdió.
"Si tuviéramos un movimiento trabajador activo y luchador del estilo del que hubo en Estados Unidos en los años 30, probablemente uniría a los seguidores de Trump con los de Sanders", señaló este lingüista, que a nivel político se ha definido a sí mismo como anarquista o socialista libertario.
"Son muy diferentes en muchas cosas, pero comparten centralmente la misma furia por el ataque a la clase trabajadora blanca y a los pobres. Eso podría ser el comienzo de algo totalmente nuevo".
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La Jornada
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