Bruno Lima Rocha, Alainet
En este artículo inauguro una nueva serie, enfrentando un adversario que desafía las voluntades soberanas de cualquier colectividad de ciudadanos. Se trata del capital financiero y su tendencia a la fusión con las grandes corporaciones transnacionales. Aporto un dato elemental, cuya fuente es el portal del profesor de economía Ladislau Dowbor (dowbor.org), de la PUC-SP (Pontificia Universidad Católica de São Paulo), de fecha 06/11/2012, citando que “El Instituto Federal Suizo de Investigación Tecnológica (ETH en la sigla alemana), constató que 147 corporaciones, de las cuales 75% son grupos financieros, controlan el 40% del sistema corporativo mundial. En un círculo un poco más abierto, 737 grupos controlan el 80%.”
Según el mismo texto, citando un estudio de la Tax Justice Network (taxjustice.net): “En términos resumidos, el stock de recursos aplicados en paraísos fiscales es hoy del orden de los 21 mil millardos de dólares, un tercio del PIB mundial. Brasil participa generosamente con cerca de 520 mil millones de dólares, un poco más de mil millones de reales, cerca de un cuarto del PIB brasileño.” Los paraísos fiscales están definidos en el glosario de la Financial Transparency International (financialtransparency.org - Transparencia Financiera Internacional) cómo: “cualquier país o territorio cuyas leyes puedan ser usadas para evitar o evadir impuestos que pueden ser una deuda en otro país soberano bajo las leyes de este otro Estado”. Ya la Receta Federal brasileña clasifica como "paraísos fiscales" a países o dependencias que tributan la renta con alícuota inferior a 20%. El país, cuya legislación protege el secreto en lo que respecta a la composición societaria de las empresas, también es clasificado pelo Brasil como "paraíso fiscal".
Para la agenda, son 53 paraísos fiscales, esparcidos por todo el planeta. En las Américas estos se concentran en Centroamérica y el Caribe, siendo muy conocidas las islas de Aruba (Antillas Holandesas), Bahamas, Barbados, Cayman. En Europa, los principados de Andorra, Liechtenstein, Luxemburgo y Mónaco, además de las islas del canal de la Mancha, siendo la más conocida la Isla de Jersey, donde el diputado federal Paulo Salim Maluf (ingeniero que tuvo su carrera política apoyada por la dictadura, del Partido Progresista de São PauloPP-SP y que responde a proceso penal por fondos sin origen). Dos destinos de los recursos colectivos no constan en esta lista. Uruguay tiene reglas bancarias muy blandas y acostumbra ser el depósito de la evasión de divisas del Río Grande del Sur y Argentina; y Suiza, donde el sistema bancario se puso más complejo a lo largo de los siglos, tiene normas un poco más duras, después de décadas de tentativas de regulación. Se destaca también la Isla de Chipre, paraíso de los oligarcas rusos y que sufrió la intervención de la Troika europea en mitad de 2013.
Siguiendo la secuencia de la exposición de las bases de proyección mundial del capital financiero y su modus operandi, los operadores del casino desarrollan su poder tanto doblando –por la ocupación de puestos clave– a los Estados líderes del capitalismo, como por el intento de subordinación de las economías en ascenso y la dominación explicita de los países más débiles del Sistema Internacional.
Reconozco que se trata de tema hermético, aún para los que tratan con aspectos de la economía política. Por eso, las sociedades concretas generaron redes de defensa, conocidas en medio de la literatura sobre movimientos sociales de instituciones transnacionales de advocacy (promoción). Varias de estas asociaciones, con distinguidos grados de organización y capilaridad denuncian incesantemente a los mandos del capital financiero y sus operadores. Una de las pioneras del sector es la red Attac.org – (Asociación para Atajar las Transacciones Financieras y de ayuda a los Ciudadanos), fundada en 1998, en el auge de la avanzada neoliberal. Sus metas permanentes son interrumpir el llamado casino financiero mundializado a través de campañas puntuales.
De las varias campañas promovidas, destaco la que ataca diretamente el TTIP (también conocido como Transatlantic Free Trade Agreement, o TAFTA). Este es un tratado de amplio alcance negociado entre la Comisión Económica Europea (con autoridad concedida por los miembros de la Unión Europea) y el gobierno de los EUA, que alega estar ampliando el comercio mundial, pero cuyos puntos básicos son la desregulación de inversiones extranjeras de cualquier naturaleza (incluyendo el mercado de capitales), asegurando las garantías de las inversiones (superando el factor “inseguridad jurídica”) y respetando necesariamente los DPIs (Derechos de Propiedad Intelectual, de entre estos las patentes, incluyendo en estas las de medicamentos). Vale recordar que la parte de Investigación & Desarrollo y su resultado palpable, los DPIs y las patentes subsecuentes, conforman la cuota más importante de la actual división internacional del trabajo. Si este gran acuerdo se realiza, tiende a arrastrar a la mayor parte de las economías nacionales, bloques comerciales y bloques regionales hacia esta misma línea de no regulación, operando como un catalizador global.
Puedo demostrar esta subordinación en un eventual –y hasta probable– acuerdo entre tres bloques comerciales, NAFTA (*North America Free Trade Agreement, que unifica Canadá, EUA y México en un mismo bloque), de éste hacia la Unión Europea (resultando en el TAFTA) y con esta posición de fuerza firmada, asociándose con la futura Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile) y posiblemente con la AFTA (Association of Southeast Nations Free Trade Agreement, Acuerdo Comercial de las Naciones del Sudeste Asiático). Si estos acuerdos secuenciales llegan a ratificar las bases del TAFTA, todas estas economías nacionales van a ser pasibles de ataques especulativos sin derecho a defenderse, pues la caída de las barreras de circulación de mercancías también libera el flujo de capitales de cualquier especie.
Si observemos esta disposición de elementos, nos encontramos con un sistema de redes de dominio comparado a los sofisticados sistemas de inteligencia. En el núcleo duro, concentración de poder, recursos y capacidad de solapar decisiones adversas. En la base, la capilaridad de la evasión fiscal y financiera, encontrando siempre un espacio intermediario, los paraísos del dinero sucio. Tamaño poder subordina a los países y sus políticas públicas, ataca derechos sociales y debe ser combatido globalmente.
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