Tras el atentando del lunes a una comisaria de Xinjiang que acabó con 16 policías, China no está para permitirse nuevos arrebatos de fundamentalistas o fanáticos pro-Tibet y ha dispuesto cámaras y micrófonos en 70 mil taxis de la ciudad olímpica. Aunque algunos pueden permitirse atribuir la medida a espionaje totalitario (en una emisora chilena una periodista dijo que China era lo peor del comunismo y lo peor del capitalismo), lo cierto que es que la arena está compleja y el gobierno chino no quiere sorpresas.
Por ello los 70 mil taxis cuentan con red de audio y video y hasta tienen la posibilidad de inmovilizar al vehículo. Esta masiva red de seguridad busca proteger los JJOO y las autoridades han pedido a los taxistas que presten mucha atención a los comportamientos y paquetes sospechosos.
Los expertos de seguridad dicen que es poco probable que las conversaciones en los taxis sean monitoreadas. Pero la presencia de micrófonos en un lugar que la mayoría consideraría privado sirve para recordar que hay muchas maneras en que las autoridades chinas pueden vigilar a gente que está en su mira. Por ello, todos los teléfonos en China pueden ser intervenidos, incluyendo los celulares, que emiten señales que pueden usarse para ubicarlos, aunque para cierta prensa esto no sea más que un atropello a los "derechos humanos". De cara a los Juegos, Beijing está privilegiando la seguridad de los deportistas y turistas participantes, en lo que ha pedido la colaboración de los vecinos.
Varias compañías de taxi de Beijing rehusaron comentar sobre el tema de la seguridad, pero dijeron que el sistema de GPS les ayuda a ubicar a los taxis, y que los micrófonos de dos direcciones se usarán para traducción.
Como parte de la movilización de seguridad, el ejército chino ha destacado a 34.000 soldados en Beijing y otras ciudades sede de los Juegos, y ha destinado 74 aviones, 47 helicópteros y 33 barcos a labores de seguridad olímpica. El gobierno sabe que puede ser víctima de atentados pero no pretende que se repita una masacre como la de los JJOO de Munich en 1972. La gran fiesta del dragón asiático se mantiene en alerta y sin treguas vacilantes.
me parece parcial y tendencioso hablar de fanáticos y fundamentalistas en referencia a quienes protestan por la causa pro-tibetana. que más fanatico y fundamentalista que el propio gobierno chino, ha debido desplegar un aparato gigantesco de represion y censura para ocultar al mundo todas las atrocidades y tratar de blanquear un regimen dictatorial, desde los miles de policias desplegados, y asi y todo se logró desplegar un lienzo pro tibet, a decenas de paginas de internet sin posibilidad de ser visitadas.
ResponderBorrarno defendamos lo indefendible, al final del día china es un gobierno totalitario nos guste o no.