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miércoles, 6 de marzo de 2024

Una época crucial: comienza la etapa más brutal de la crisis mundial

En este artículo, el historiador Andrei Fursov explica cómo con la era de bonanza de posguerra, los grupos dominantes comprendieron que la única forma en que podrían preservar sus privilegios y su poder sería transformando el capital en otras formas de dominación a través del desmantelamiento del capitalismo, es decir, mediante el proceso de globalización que se extiende desde los 1970s hasta el año 2050 y que implica el ataque a gran escala contra las instituciones democráticas, el debilitamiento de la esfera público-jurídica, la degeneración de la política en una combinación de sistema administrativo y de espectáculo, y el “desvanecimiento” del Estado-nación con el fortalecimiento del mercado (global) de capitales financieros. La globalización es también la guerra social de los estratos altos contra los medios e inferiores. De hecho, la globalización es en muchos sentidos el equivalente de los cercamientos ingleses de los siglos XVI-XVII, sólo que a escala mundial; los objetivos son los mismos: redistribución de la renta y la propiedad a favor del 20% de la población más rica, y la creación de nuevos ricos y nuevos pobres en un cruel juego político-económico de suma cero. Sin embargo, quizá el problema más grave desde el punto de vista del marco institucional del sistema capitalista sea el debilitamiento del Estado-nación. El Estado-nación y la clase media con sus formas económicas y sociales son las estructuras de soporte del capitalismo como sistema histórico especial. Por lo que su debilitamiento y extinción es la despedida del capitalismo. En este marco, las tres preguntas principales a las que se debe responder son 1) qué tipo de sociedad sustituye al capitalismo; 2) cuál será la proporción de factores evolutivos y revolucionarios en el transcurso del punto de inflexión; 3) a costa de quién y a favor de quién se llevará a cabo la transgresión sistémica, o quién se hará con las cartas de triunfo en el nuevo redibujado de los mapas de la Historia, como diría F. Braudel.
Andrei Fursov, Mente Alternativa

El funcionamiento normal del capitalismo requiere la existencia de zonas no capitalistas. Cada vez que se produce un descenso cíclico de los beneficios mundiales, el sistema capitalista responde expandiéndose y convirtiendo la zona exterior no capitalista en una periferia capitalista con mano de obra barata y nuevos mercados (creación forzosa de colonias y semicolonias), y así hasta la próxima vez.

La globalización pacificó el núcleo, ha eliminado el anticapitalismo sistémico y, de hecho, ha suprimido las posibilidades de lucha de las sociedades periféricas por una mejor posición en el sistema mundial, por mejores posiciones de negociación en relación con el núcleo, es decir, la globalización ha resuelto victoriosamente los problemas por los que luchó el capitalismo a lo largo del siglo XX. Sin embargo, la victoria escondía un vacío: toda adquisición es una pérdida y toda pérdida es una adquisición – habiendo resuelto problemas insolubles a medio plazo del capitalismo, la globalización creó problemas insolubles a largo plazo y, como resultado, la situación del sistema capitalista a finales del siglo XX era mucho peor que a principios de los siglos XIX-XX: el zeitnot y el zugzwang al mismo tiempo con la perspectiva de una nueva guerra – sólo que ya social, de los estratos altos contra los bajos y los medios. En realidad, esta guerra ya ha comenzado. ¿Por qué y cómo? Muy sencillo.

martes, 5 de marzo de 2024

La democracia, una práctica política venida a menos


Marcos Roitman Rosenmann, La Jornada

No vivimos en democracia, si por ello entendemos una conducta fundada en la búsqueda del bien común, la justicia social y la igualdad. Existe una contradicción entre un proyecto democrático y el mantenimiento de relaciones sociales de explotación. Y no sólo respecto de la explotación de seres humanos por seres humanos, sino a la ejercida contra la naturaleza. Alude a la degradación del nicho ecológico, la especulación alimentaria, la apropiación de los recursos hídricos, las epidemias de hambre producidas por bloqueos, el patrocinio de guerras, la privatización de la investigación científica o limitando el acceso de medicamentos y vacunas a las mayorías sociales. Todos los hechos enunciados, además de cuestionar la existencia de orden internacional afincado en la paz, evidencian una deflación democrática. En este contexto donde prima el capitalismo, debemos sumar las instituciones que han pervivido por siglos, como el patriarcado, el racismo, las desigualdades económicas, el poder de castas, nobleza, terratenientes y caciques.

Sin pensar en una visión idílica de la democracia, la realidad social nos aboca a creer que el futuro de la democracia es incierto, cuando no contrario a sus principios. El origen de la democracia, una forma de vida y gobierno, se halla en las luchas sociales por reconocer los derechos ciudadanos en su más amplia acepción. La democracia busca, al mismo tiempo, equilibrar el poder ejercido por las plutocracias, contrarrestar las desigualdades sociales y económicas mediante la participación política en la toma de decisiones. En otras palabras, que los ciudadanos decidan por plebiscito sobre la guerra y la paz, promulguen las leyes, controlen los poderes fácticos, puedan ser electos, además de evitar los abusos de poder de quienes gozan de la representación popular.

lunes, 4 de marzo de 2024

La esclavitud en los orígenes del capitalismo

Un libro publicado recientemente en el Reino Unido sitúa la esclavitud en el corazón de la Revolución Industrial británica. Un estudio valioso para comprender nuestro mundo y su evolución.

Romaric Godin, Sin Permiso

La cuestión de los vínculos entre esclavitud y capitalismo viene de lejos y sigue desatando pasiones y debates. Si bien el estudio de los vínculos entre la producción basada en la esclavitud y el nacimiento de la sociedad capitalista está hoy bien asentado en Estados Unidos, esta labor sigue siendo menos importante para Europa, donde nació el capitalismo.

Estados Unidos es un caso muy especial porque su economía se estructuró en torno a la esclavitud. En el Viejo Continente, los historiadores económicos apologistas del capitalismo han defendido durante mucho tiempo -y siguen haciéndolo- la idea de que la esclavitud fue un factor secundario en el nacimiento de la Revolución Industrial. Para muchos, la trata de esclavos fue una especie de "detalle" en la historia económica del capitalismo.

Un libro publicado en 2023 por Polity y aún no traducido al francés arroja nueva luz sobre las primeras horas del nacimiento del capitalismo y desentraña esta narrativa, construida en gran medida a lo largo del siglo XIX, tras la abolición de la esclavitud.

En Slavery, Capitalism en Industrial Revolution, dos investigadoras, Maxine Berg y Pat Hudson, sitúan la esclavitud y el sistema de plantaciones que surgió de ella en el centro del desarrollo de la economía británica en el siglo XVIII. Y lo convierten en un factor determinante de la Revolución Industrial y de las formas particulares que ha adoptado el capitalismo británico hasta nuestros días.

miércoles, 14 de febrero de 2024

Cuando las ganancias corporativas provocan una inflación del 53%, las ratas huyen de la democracia occidental

Ramin Mazaheri *, Geoestrategia

Habla con empresarios honestos y lo admitirán: cobra a tu cliente más del 30% de ganancia y lo estás engañando.

Tenga en cuenta que sólo puede cobrar el 30% por aquellos pocos bienes/servicios en los que tenga una ventaja real. Seguramente está proporcionando algunos bienes/servicios con quizás solo un margen de beneficio del 3%, o al costo, o incluso con pérdidas, solo para que su cliente regrese o entre en la puerta.

Por lo tanto, no es como si estuviera cobrando el 30% en todos los ámbitos; si lo hiciera, su cliente sabría rápidamente que está siendo engañado y llevaría su negocio a otra parte. Entonces, su margen de beneficio promedio no es del 30% sino más bien del 11%.

Y, según un informe reciente, durante los 40 años anteriores al Covid, las ganancias corporativas fueron responsables precisamente de eso: el 11% de la inflación. Esto tiene sentido, ya que la regla general en los negocios es que el margen de beneficio estándar es del 10%.

lunes, 22 de enero de 2024

Maquinaria y control: ¿es necesaria una desescalada tecnológica?

Denis Collin, Adaraga

Durante mucho tiempo, el maquinismo albergó la esperanza de liberar a la humanidad. Se suponía que la máquina liberaría al hombre del trabajo. En gran medida se ha convertido en el instrumento de su esclavitud. La tecnología moderna procede de la ciencia y no tiene nada que ver con el «conocimiento inmanente a la acción» del que hablaba Platón.

El maquinismo es inseparable de las relaciones de producción en las que se desarrolló. El capital es «espiritual» en esencia, ya que el dinero no es una realidad material, aunque necesite, al menos temporalmente, un soporte físico como el oro. Pero el capital sólo puede ser realmente capital al encarnarse en la maquinaria que bombea fuerza de trabajo viva. La maquinaria también tiene una función ideológica directa: proporciona un modelo de organización social eficiente. El modo de producción capitalista en su conjunto funciona como un gran autómata (Marx).

domingo, 21 de enero de 2024

Milei en Davos. Apuntes para una estética del delirio

Si faltaba algo para corroborar la verdadera condición de Javier Milei, ahora contamos con su “pieza discursiva” en el Foro Davos (Suiza) del 17 de enero de 2024
Miguel Mazzeo, La Haine

Pieza tóxica si las hay, sin una pizca de la aristotélica virtud intelectiva. Una pieza dogmática que quiere poner la vida al servicio de una teoría menesterosa y antidialéctica. Una verdadera “diatriba” contra los costados menos salvajes del capitalismo. La pieza, perfectamente, podría titularse: el capitalismo será salvaje o no será.

Dicha pieza presenta una visión muy sesgada de la historia del capitalismo que, entre otras cosas, ignora la irrealidad de la “mano de invisible del mercado” y la realidad de la “garra visible del monopolio”, las grandes corporaciones y del imperialismo; que pasa por alto las refutaciones histórico-prácticas al mercado autorregulado, a la ley de Say, a la teoría del derrame, etc. ¡Si hasta encuentra fundamentos “comunistas” en la teoría neoclásica! Se trata de una apología de la barbarie en toda la línea. Estamos frente a un texto clave del inmoralismo más crudo y de la actividad intelectual morbosa. Escucharlo produce sensaciones donde se entremezclan la vergüenza ajena y el pánico.

Queda claro que Milei no se conforma con el orden del mundo, quiere cambiarlo. Aspira al desorden absoluto del capital. Desea un Occidente sin fisuras, sin contradicciones, sin barreras. Por eso afirma, paranoico, que Occidente está en peligro. ¿La sociedad de mercado perfecta, sin un ápice de Estado? En realidad, es más ambicioso, pretende llegar más lejos aún: el mercado puro, sin sociedad, la universalidad corporativa, el despojo completo. Quiere que los primeros sean los primeros, pero sin la presencia, siempre amenazante, de las últimas y los últimos.

martes, 2 de enero de 2024

Los cuatro jinetes del apocalipsis capitalista-imperialista

Paul Street, Counter Punch

Los seguidores de mis escritos habrán notado, espero, que sostengo repetidamente que el capitalismo produce cuatro jinetes apocalípticos que se refuerzan y multiplican mutuamente: el ecocidio, el pandemicidio, la guerra nuclear potencialmente terminal y el fascismo.

El capitalismo en la raíz oscura


Quiero ahondar aquí en esta formulación, explicando cómo el capitalismo genera cada una de estas amenazas apocalípticas y cómo los «cuatro jinetes» se refuerzan y, de hecho, se multiplican entre sí.

Empecemos por el primer jinete oscuro, el ecocidio. Aquí me refiero únicamente al cambio climático, siendo plenamente consciente de que el capitalismo produce numerosas «grietas ecológicas» además del calentamiento global (e íntimamente relacionadas con él).

La base económica subyacente del capitalismo requiere un crecimiento constante y cancerígeno, poniendo así en grave riesgo la ecología habitable. En la era de los combustibles fósiles, en los que el capitalismo está profunda y de hecho terminalmente invertido, este requisito está convirtiendo el planeta en una gigantesca Cámara de Gases de Efecto Invernadero. La combinación de crecimiento constante y combustibles fósiles ha creado una catástrofe climática épica que está sometiendo a la humanidad y a incontables otras especies a un asedio térmico.

miércoles, 27 de diciembre de 2023

La continua oposición de la filosofía japonesa a la globalización

Troy Southgate, Grupo Minerva

Hay quienes utilizan los esfuerzos de la Escuela de Kioto para facilitar un intercambio intelectual entre Oriente y Occidente como una excusa conveniente para promover el llamado multiculturalismo. Sin embargo, aunque la actitud más abierta de Japón hacia Occidente desde finales del siglo XIX en adelante llevó a muchos de sus principales pensadores a explorar la filosofía y la metafísica de Kant, Schelling, Hegel, Nietzsche, Heidegger y otros con cierta profundidad, la Escuela de Kioto fue una reacción a la invasión del mundo moderno y, por lo tanto, permanece firmemente en desacuerdo con los perniciosos valores del mundialismo. Como explica el filósofo de tercera generación del movimiento, Ueda Shizuteru:
“Hay que decir que la sombría realidad global de hoy es la formación de un mundo unico que hace sin sentido las diferencias entre Oriente y Occidente, y que por lo tanto invalida la empresa histórica de Nishida y Nishitani por igual. Una hiper-sistematización del mundo está trayendo consigo un rápido y poderoso proceso de homogeneización, superficial pero profundo, que a su vez está generando fricciones e incluso confrontaciones entre los grupos étnicos y sus culturas; la destrucción acelerada de la naturaleza; las irregularidades y desórdenes fisiológicos humanos, así como la profundización de fisuras psicológicas internas; la propagación de un sentimiento de vacío; y un interminable frenesí loco de actividad vacua. A pesar de los esfuerzos por lograr un mundo lleno de diversidad que todavía está unificado por medio del contacto entre diferentes tradiciones, no parece tal. Los esfuerzos de hoy son capaces de despejar el camino para un movimiento contracultural mundial que se opondría a la contemporánea híper-sistematización del mundo y su homogeneización concomitante”.

martes, 19 de diciembre de 2023

Washington y la destrucción de Gaza y Ucrania para mantener su hegemonía

¿La palabra libertad es un invento del capitalismo o alguna vez fue nuestra?
Anacleto Molinari, Contra Hegemonía

¿Está vigente la palabra revolución? ¿Es signo de algo tangible la palabra democracia? Buscar estas respuestas puede volverse un saber desestabilizador, igual que preguntarse ¿quién financia el terrorismo en el mundo? Una respuesta científica rompe con la dicotomía de buenos y malos que promueve la propaganda occidental. Y nos hace comprender que hay manipulación mediática en este temita de organizaciones de personas que practican el terror profesional.

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Empecemos por la palabra revolución. De acuerdo con ciertas feministas latinoamericanas, en este momento hay dos revoluciones vivas en todo el mundo, una es la lucha de los pueblos ante la afrenta de estar perdiendo sus territorios y por el otro lado, la lucha de las mujeres por su emancipación del sistema patriarcal. En la intersección de estas dos trayectorias, pulsa hoy la vida.

miércoles, 13 de diciembre de 2023

La supercrisis mundial llegará como se predijo

Andrei Fursov, Euro-Synergies

La aplicación de medidas antisociales fuera del corazón del sistema capitalista ha permitido durante mucho tiempo a los gobernantes capitalistas mitigar el conflicto social dentro del corazón del sistema y ralentizar y modificar la lucha de clases. Como dijo Cecil Rhodes a finales del siglo XIX, «o te conviertes en imperialista o tienes una guerra civil». Y, efectivamente, la fase imperialista del capitalismo fue un intento de evitar la guerra civil en su propia sociedad recurriendo a la expansión exterior. Pero el hecho es que el imperialismo estaba limitado desde el principio por el tamaño del planeta, y a finales de los siglos XIX y XX, las zonas exteriores, a expensas de las cuales se podían limar los conflictos sociales en el centro, estaban agotadas, y para evitar la guerra civil, se necesitaban guerras no coloniales, sino imperialistas, es decir, entre las propias potencias imperialistas.

Esto coincidió, entre otras cosas, con el desarrollo de la segunda revolución industrial (1870-1910). La segunda revolución industrial significó la electricidad, el motor de combustión interna y, en la vida cotidiana, el teléfono, el telégrafo, el cine, el suministro de agua y los ascensores. Hay que señalar que la segunda revolución industrial duró menos que la primera. La primera revolución industrial fue la máquina de vapor y los ferrocarriles entre 1750 y 1830. La línea descendente de la dinámica económica industrial del capitalismo se demuestra de forma aún más llamativa con la tercera revolución industrial: 1970-2000. Hablamos del ordenador, el teléfono móvil, Internet y los robots.

miércoles, 8 de noviembre de 2023

El capital financiero manda. ¿Vamos hacia la Tercera Guerra Mundial?

Marcelo Colussi, Rebelión
“Dadme el control de la moneda de un país y no me importará quién hace las leyes”.
Mayer Rothschild, fundador de la dinastía homónima
En el mundo actual el capitalismo se mueve triunfal. Salvo excepciones (China con su particular “socialismo de mercado”, en el que se inspiran igualmente Vietnam y Laos, o Cuba y Norcorea resistiendo heroicamente los embates), los capitales mandan en todo el orbe. Desde principios del siglo XX el capitalismo se expandió fenomenalmente, haciéndose imperialista. Hoy, la arquitectura global de la economía está dada por un capitalismo financiero que maneja casi todo, amparado en el dólar estadounidense, teniendo como garantía final las inconmensurables fuerzas armadas de Washington y su acólito: la OTAN. Como en la Edad de Piedra, quien tiene el garrote más grande se impone.

Los imperios económicos [como Estados Unidos y Gran Bretaña] están interesados en promover el endeudamiento de los gobiernos. Cuanto más grande es la deuda, más costosos son los intereses. Pero además pueden exigir al presidente de turno privilegios fiscales, monopolios de servicios, contratos de obras, etc. Si este gobierno no acepta, provocarán su caída, promoviendo disturbios y huelgas que al empobrecer a la nación los obliga a claudicar ante sus exigencias”, expresó el historiador estadounidense Carroll Quigley quien, escribiendo para la élite económica de Washington a la que le era funcional, se permitió decir con claridad meridiana estas verdades. Dichas así, sin vergüenza, muestran lo monstruoso del sistema capitalista, y más aún, el mecanismo de su principal potencia.

jueves, 2 de noviembre de 2023

El genocidio de Gaza y la complicidad de Europa

Nunca como hasta ahora ha sido tan palpable la pérdida de libertades y de derechos que para los propios ciudadanos y ciudadanas de Europa supone la posición política adoptada por los gobernantes europeos respecto al Genocidio en Gaza
Juanjo G. Marín, eldiario.es

En el momento preciso en el que escribo estas líneas, y según las cifras oficiales de que disponemos, más de 8.300 palestinos y palestinas -3.457 niños- han sido asesinados por Israel desde que empezó su campaña de bombardeos contra Gaza. Son unos datos terribles que, sin embargo, mañana mismo serán más horrendos, porque Israel no ha cesado ni proyecta cesar su salvaje campaña militar.

Y todo ello sucede no solo con el silencio cómplice de los gobernantes europeos, sino incluso con la condescendencia y la aprobación de quienes como Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, reivindican el “legítimo derecho de Israel a su defensa”, lo que viene a ser un eufemismo para no decir directamente que se aprueba e incluso se celebra el asesinato de cuantos palestinos y palestinas Israel estime conveniente. Hoy mismo hemos conocido también que, a iniciativa de Vox y con el voto favorable del PP, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha concedido la Medalla de Honor de la Villa a Israel.

martes, 31 de octubre de 2023

La “narrativa” sionista

José Blanco, La Jornada

Hace tiempo comenzó a hablarse en el mundo de la posverdad. La Real Academia hizo una acepción precisa: “Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales”. Con posterioridad, demagogos y otros ejemplares semejantes opinaron que los humanos nos contamos una historia propia, o “narrativa”, que incluye un objetivo de vida, una tierra prometida, una ilusión que creemos que dirige nuestra vida. Es posible cambiar esa “narrativa”, dicen, mediante un discurso político, que suene verosímil, construido con un costal de posverdad, tal como convenga a los emisores del discurso. La creencia en la manipulación, mediante una “narrativa” ad hoc, está vigente por el mundo en voz de los grupos dominantes.

Esa creencia espuria no tiene en cuenta que las ideas de las personas se forman principalmente con la experiencia concreta de vida de las personas y, más importante, con las experiencias de las comunidades y los grupos sociales. Las vivencias colectivas son cribadas por esos grupos y se forman así una historia y unas ideas básicas que esos grupos van guardando para sí. Las “narrativas” se esfuman, por eso el intento de manipulación es continuo.

La Multipolaridad viene a sustituir al neocolonialismo

La prosperidad de Estados Unidos y Europa se ha basado durante siglos en el saqueo sistemático de otros países, regiones e, incluso, continentes.
Alexander Khokhólikov, telegraph

Los tiempos de la dominación colonial o del orden mundial unipolar han formado una mentalidad especial en las élites occidentales lideradas por los anglosajones, basada en el sentido de su propia superioridad, en el desprecio de los intereses de otros Estados, en la apropiación ilegal del derecho a juzgar y decidir el destino de naciones enteras.

A mediados del siglo XX, nuestro país ayudó a muchos Estados a liberarse de la opresión colonial. Fue por iniciativa de la Unión Soviética que la Asamblea General de la ONU adoptó el 14 de diciembre de 1960 la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales. El documento condenaba enérgicamente el colonialismo como una amenaza para la paz, proclamaba la necesidad de poner fin a todas sus manifestaciones e instaba a las potencias coloniales que comenzaran inmediatamente a transferir el poder real a los pueblos que habitaban los territorios bajo su control en África, Asia y América Latina. La Declaración fue aprobada por una abrumadora mayoría con nueve abstenciones, entre las que se encontraban las potencias coloniales europeas y Estados Unidos.

lunes, 23 de octubre de 2023

La psicología de la crisis permanente

Markku Siira, geoestrategia.es

"Guerra, cambio climático, estancamiento económico, polarización política... parece que hoy en día no escasean las crisis", escribe Thomas Fazi.

El año pasado, la palabra permacrisis, "permacrisis" -que significa "periodo prolongado de inestabilidad e inseguridad resultante de una serie de desastres"- fue declarada "palabra del año" por el diccionario inglés Collins.

Si miramos atrás en el tiempo, la actual conciencia de crisis fue provocada por la pandemia mundial de los tipos de interés, precedida por "crisis más locales" como el Brexit y la crisis europea de los refugiados, y por la crisis financiera posterior a 2008.

jueves, 23 de marzo de 2023

Por qué la crisis bancaria no ha terminado

Michael Hudson, Global Research

Las quiebras de Silvergate, Silicon Valley Bank, Signature Bank y las insolvencias bancarias relacionadas son mucho más graves que la de 2008-2009. El problema entonces eran los bancos deshonestos que concedían malos préstamos hipotecarios. Los deudores no podían pagar y estaban en mora, y resultó que los bienes inmuebles que habían pignorado como garantía estaban fraudulentamente sobrevalorados, hipotecas basura "mark-to-fantasy" realizadas mediante valoraciones falsas del precio real de mercado de la propiedad y de los ingresos del prestatario. Los bancos vendieron estos préstamos a compradores institucionales como fondos de pensiones, cajas de ahorros alemanas y otros compradores crédulos que habían bebido el Kool Aid neoliberal de Alan Greenspan, creyendo que los bancos no les engañarían.

Las inversiones del Silicon Valley Bank (SVB) no tenían ese riesgo de impago. El Tesoro siempre puede pagar, simplemente imprimiendo dinero, y las hipotecas prime a largo plazo cuyos paquetes compró SVP también eran solventes. El problema es el propio sistema financiero, o más bien, el rincón en el que la Fed post-Obama ha situado al sistema bancario. No puede salir de sus 13 años de Quantitative Easing sin revertir la inflación del precio de los activos y hacer que los bonos, las acciones y los bienes inmuebles bajen su valor de mercado.

En pocas palabras, resolver la crisis de iliquidez de 2009 que salvó a los bancos de perder dinero (a costa de cargar a la economía con enormes deudas), allanó el camino para la crisis de iliquidez profundamente sistémica que apenas ahora se está haciendo evidente.

miércoles, 22 de marzo de 2023

La quiebra del banco de Silicon Valley pone a prueba a los bancos centrales

Martine Orange, Mediapart

La mayor quiebra bancaria de EEUU desde 2008 marca el principio del fin de una década de dinero gratis. Al subir los tipos, los bancos se quedan con reservas devaluadas. Y los reguladores hicieron la vista gorda. La Reserva Federal (FED) se enfrenta ahora a un dilema: continuar su lucha contra la inflación subiendo los tipos, o aflojar para no desestabilizar demasiado el sistema bancario.

Un banco que quiebra en pocos días, las autoridades reguladoras obligadas a intervenir a toda prisa para apagar el incendio, miles de millones que se esfuman en un abrir y cerrar de ojos, el gobierno lanzando llamamientos a la calma... Esto me trae algunos recuerdos. Desde el 9 de marzo, los fantasmas de la quiebra de Lehman Brothers y de la llamada crisis de las hipotecas de alto riesgo han vuelto a acechar al mundo financiero.

El colapso del Silicon Valley Bank (SVB), la mayor quiebra bancaria desde 2008, desató una ola de pánico en Wall Street. Temiendo un posible contagio, todos los operadores liquidaron sus posiciones bancarias: en pocas horas, las acciones de algunos bancos cayeron un 30, un 40 y a veces incluso más de un 50%. Unos 60.000 millones de dólares de capitalización bursátil se esfumaron en un solo día.

miércoles, 1 de marzo de 2023

Maquillando el cadáver del capitalismo

Luis Britto García, Rebelión

Ya nadie habla de capitalismo. Capitalismo implica capital, que posee otro y tú no tienes. Capitalista es dueño, patrono, tipo que impone hacer lo que a él le da la gana. Ahora se habla del Mercado. Mercado suena impersonal, como el destino o las leyes naturales. Quien dice Mercado casi dice Supermercado, tan abarrotado de bienes que casi olvidamos que hay que pagar la factura. Capital es la mano que aprieta. Mercado es la mano invisible que, como Dios, se ocupa de hacer el bien aunque el resultado sea que todo anda mal.

Si para venderse el capitalismo tiene que cambiarse el nombre, significa que no está dispuesto a cambiar nada, excepto nombres. Ya anotó Adolfo Bioy Casares en su Diccionario del argentino exquisito que todas las indignidades del capitalismo han sido rebautizadas con las palabras más dignas del idioma. Ya los precios no suben, se liberan. Los intereses no se alzan, se sinceran. Al trabajador no se lo despide, se flexibiliza su relación de trabajo. Apoteosis de la confiscación por el capitalismo del prestigio de lo que se le opone es banalizar la Revolución como argumento de venta: hay revolución en la moda, en los desodorantes, en las toallas sanitarias, en el papel higiénico. Revolución en todo, mientras no haya Revolución en nada.

miércoles, 20 de abril de 2022

La nueva clase dirigente se esta constituyendo en la nube

Yanis Varoufakis, Sin Permiso

El capital está en todas partes, pero el capitalismo está en decadencia. En una era en la que los propietarios de una nueva forma de «capital de control» han ganado un poder exorbitante sobre todos los demás, incluidos los capitalistas tradicionales, esto no es una contradicción.

Érase una vez. Los bienes de capital eran solo los medios de producción fabricados. El aparejo de pesca rescatado de Robinson Crusoe, el arado de un granjero y el horno de un herrero fueron bienes que ayudaron a producir una captura de peces más grande, más alimentos y herramientas de acero brillante. Luego, llegó el capitalismo y otorgó a los propietarios del capital dos nuevos poderes: el poder de obligar a los que no tienen capital a trabajar por un salario y el poder de establecer la agenda en las instituciones que formulan políticas. Hoy, sin embargo, está emergiendo una nueva forma de capital y está forjando una nueva clase dominante, quizás incluso un nuevo modo de producción.

jueves, 10 de febrero de 2022

Tecnofeudalismo, etapa superior del capitalismo

Alfredo Moreno, Rebelion

La derecha política y mediática regional repite eslóganes y prejuicios contra el Estado y su presencia en políticas públicas de inclusión social y cuidado en salud. Desconoce el debate mundial que apunta a fortalecer la presencia del Estado, ya no sólo por el papel central ocupado en la pandemia, sino para enfrentar el avance despiadado de los gigantes del mundo digital que abusan de la posición dominante de mercado y del mega flujo de datos que alimentan sus algoritmos como “armas de destrucción matemática”.

Vivimos en un feudalismo propio a los tiempos tecno digitales, muy alejado de la libertad y la equidad prometida por las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). Bajo el manto de una retórica de democratización y acceso a la información, progreso e innovación se esconde el más puro y antiguo sistema de dominación. La implementación social y cultural de las TIC, la “inocencia de los ingenieros informáticos”, las Tecno Corporaciones y sus modelos de negocios son todo lo contrario de lo que prometen.

El ensayo publicado por el investigador Cédric Durand: «Tecno-Feudalismo, crítica de la economía digital» demuestra cómo el capitalismo se renovó hacia atrás. Se instaló en el contexto del medioevo con las herramientas y servicios de la modernidad. No dio ni nos hizo dar un salto hacia el futuro en términos de acceso y representación ciudadana, sino que se replegó hacia atrás y resucitó las formas más crueles de la dominación y el sometimiento.

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