Este discurso fue pronunciado por Nick Beams, miembro fundador del Partido Socialista por la Igualdad de Australia y secretario nacional entre 1985 y 2015, en el acto en línea del Día Internacional de los Trabajadores del 2017, celebrado el 30 de abrilHa pasado casi una década desde el inicio de la crisis financiera global del 2008. Desde entonces, todas las contradicciones del modo de producción capitalista que la detonaron se han agudizado.
El análisis realizado por el Comité Internacional de la Cuarta Internacional en ese momento estableció que no fue una simple fluctuación temporal o fin de un ciclo comercial, sino un colapso de todo el sistema capitalista.
Mediante una intervención desesperada —transfiriendo billones de dólares de los bancos centrales al sistema financiero mundial—, las clases gobernantes lograron evitar que el colapso fuese tan grande como la Gran Depresión de los años treinta.
Sin embargo, han sido incapaces de resolver las contradicciones dentro del sistema de ganancias que desencadenaron la debacle financiera. Las medidas que impusieron realmente han exacerbado estas contradicciones.
La causa inmediata de la crisis fue la subida del capital financiero y su acumulación de ganancias de una cúspide a otra, basándose en lo que constituyó un acaparamiento criminal y parasitario de recursos económicos. No obstante, estas mismas prácticas continúan porque la Reserva Federal de Estados Unidos y los principales bancos centrales puso billones de dólares en manos de los especuladores financieros.