Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
jueves, 12 de noviembre de 2009
Wall Street domina el mundo
Esteban Hernández, Cotizalia
Don Regan, consejero delegado de Merrill Lynch, permanece al lado del presidente Reagan mientras éste pronuncia un pequeño discurso. Pero debe estar demorándose más de la cuenta, por lo que Don, que comienza a impacientarse, se acerca al presidente de los EEUU con cara seria y le espeta con tono firme: “Date prisa”. Ronald Regan asiente y procede, con aire obediente, a agilizar su intervención. La escena puede verse en la última película de Michael Moore, Capitalismo, una historia de amor, que se estrenará el próximo 20 de noviembre en España, y donde el cineasta la utiliza como metáfora de la relación entre el poder financiero y el poder político: unos mandan, otros obedecen.
Pero no se trata sólo de la opinión vertida por un director de cine. Más al contrario, se trata de una creencia que está consolidándose entre amplias capas de la población occidental, especialmente a partir de la crisis y de sus planes de rescate. Desde entonces, son frecuentes las noticias que resaltan las intensas uniones entre los poderes político y económico. Así, medios estadounidenses han resaltado cómo el gobierno económico de Reagan estuvo directamente inspirado por las doctrinas que emanaban de Merril Lynch, cómo muchos altos cargos de los últimos tiempos provienen de Goldman Sachs (es el caso de Henry Paulson, Lawrence Summers o Mark Patterson), cómo hay que haber trabajado en los más influyentes grupos financieros para acceder a un puesto en la Reserva Federal (ocurre con Rick Rubin, Ben Bernanke o Tim Geithner) o cómo las políticas nacionales están siendo dirigidas más para beneficiar a actores concretos que al propio país. En ese orden, la empresa estrella de las críticas es Goldman Sachs, no sólo por el número de ex directivos suyos que han pasado a formar parte del gobierno de Estados Unidos sino porque se le ha atribuido un papel principal en esta crisis. En un artículo en Rolling Stone, el periodista Matt Taibbi afirmaba que Goldman Sachs ha jugado siempre al mismo juego: situarse en medio de una burbuja especulativa, atrayendo los recursos de la clase media para invertirlos en bienes que sabe que se depreciarán. Y sacando además partido del ciclo contrario: cuando la burbuja explota, presta dinero con interés para remontar la crisis. Lo que ocurre, y en esto radicaba la gravedad de las afirmaciones de Taibbi, es que Goldman lo hacía no sólo gracias a la complicidad del regulador sino con su participación necesaria. Sin el cambio de las normas promovido por los políticos no hubiera sido posible ni la creación de grandes conglomerados bancarios como AIG, Citigroup o Bank of America ni el gran margen de actuación del que gozaron. En definitiva, estaríamos ante hechos que demostrarían cómo, en nuestro mundo, el poder financiero se afirma muy por encima del político.
Así lo cree Juan Carlos Monedero, profesor de ciencia política de la Universidad Complutense y autor de El futuro de las palabras (Ed. Fondo de Cultura Económica), quien señala cómo “el capitalismo, cuando sufre una de sus crisis cíclicas, intenta una salida desesperada a través de la financiarización, que es lo que estamos viendo en los últimos 30 años, lo que deriva en la constitución de grandes grupos económicos que maniatan al poder político a través de su capacidad para controlar la economía”. Y Monedero percibe un segundo elemento que explicaría este predominio de lo financiero, como es la espectacularización de la política: “Hemos importado los modos electorales norteamericanos, lo que ha encarecido las campañas y ha entregado de rodillas el poder político a quienes tienen capacidad para sufragar las campañas electorales”.
Además, como señala el periodista Pascual Serrano, autor de Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo (Ed. Península), no se trata sólo de que quienes tienen el dinero influyan enormemente a la hora de decidir quiénes accederán al poder, sino que también “controlan el margen de maniobra de los elegidos. El intento fallido de Obama, y antes de Hillary Clinton, de reformar el sistema sanitario de su país es una muestra más de cómo las grandes empresas están impidiendo que los representantes políticos lleven a cabo su programa. Lo que es aún más palpable en un asunto como este, en el que los políticos tienen a su favor a gran parte de la ciudadanía”. En este sentido, y como sintetiza Monedero parafraseando una vieja afirmación, estamos en un escenario político en el que “el partido sustituye a la sociedad, el comité central al partido, el secretario general al comité central y los bancos que financian ese entramado al secretario general”.
Pero no se trata de una creencia que esté cuajando sólo en un sector político determinado, el de la izquierda, sino que abarca todo el ámbito de las ideas. Para alguien como Javier Ruiz Portella, director de la editorial Áltera, que proviene de un entorno opuesto al de Monedero o Serrano, también resulta evidente que “el peso del capital financiero resulta totalmente decisivo en la política. Y el mejor ejemplo son las escandalosas operaciones de rescate que han llevado a cabo los Estados a partir del momento en que la famosa mano invisible de Adam Smith no ha funcionado”. Para Ruiz Portella, lo más llamativo es que “se les están regalando cifras mareantes a entidades financieras que dan beneficios en sus cuentas anuales”.
Probablemente porque el asunto de las subvenciones a los bancos haya influido en la opinión pública, pero lo cierto es que las críticas a esta presencia del capital financiero han venido de todos los ámbitos, no sólo desde los políticamente concienciados. En Estados Unidos, hubo una gran resistencia a estos planes de rescate lideradas por los republicanos, pero en la que también destacarondemócratas. La más relevante, la congresista Marcy Kaptur, (gran estrella de la película de Michael Moore) una mujer con casi tres décadas de experiencia en la Cámara de Representantes y que tildó a estos planes de “golpe de estado financiero”, un calificativo que comparten algunos de sus compañeros en la Cámara. La tesis de Kaptur es que asustaron a los ciudadanos (y a los propios congresistas) exagerando las dimensiones y la gravedad de la crisis hasta que las entidades bancarias lograron los recursos que pretendían para seguir ganando dinero.
Para los expertos consultados resulta evidente que en el contexto político contemporáneo, hecho de suspicacias y de escándalos de corrupción, este tipo de actuaciones habrá de generar consecuencias. Y la primera de ellas es la creciente desconfianza respecto del sistema en sí. Para Monedero, “hablar de democracia capitalista es una contradicción en los términos. La esencia de la democracia es el igualitarismo mientras que la del capitalismo es el enriquecimiento de los más aptos. Y son dos lógicas que sólo pueden acercarse ocasionalmente en lugares muy concretos y en momentos históricos muy concretos”. Según Portella, el descontento actual “tiene que ver con una crisis profunda que cuajará, si los efectos de la crisis son más duros de lo que han sido hasta ahora, en nuevas concepciones políticas que hasta ahora han estado en los márgenes”.
Para Antonio Arcones, presidente de la Fundación Burke, lo que esta crisis nos demuestra es que “las connivencias entre el ámbito político y el económico siempre son negativas, porque el poder legisla a favor de los grandes. Se critica al mercado porque se dice que es una forma de dar carta de libertad a los poderosos, pero lo cierto es que cuanto más intervencionista es el sistema político, más fácil es que regule a favor de las grandes empresas”. Por eso, las consecuencias negativas que trae la crisis están recayendo en quienes, por su aislamiento, carecen de fuerza para defender sus posiciones. “Nadie en el Estado interviene hoy a favor de las Pymes, del taxista o del tendero, porque no tienen capacidad para lograr que el sistema se ajuste en su favor. Los pequeños no hacen más que pagar impuestos mientras que los grandes logran que el Estado acuda en su rescate cuando las cosas les van mal. No hay más que fijarse en lo que están haciendo con el sector automovilístico”.
Así, Arcones niega que estemos ante un momento de crisis del capitalismo. “Es brutal que a un sistema como el nuestro, en el que la participación de las diferentes administraciones en el PIB es de más del 40% y donde la regulación lo abarca todo, se le pueda llamar capitalismo. Dicen que la crisis es consecuencia del liberalismo extremo cuando estamos en una economía intervenida”. En consecuencia, las transformaciones políticas que augura Arcones a partir de esta crisis deberían estar focalizadas en la defensa de los pequeños “de los autónomos, del profesional, del pequeño empresario”, y habrían de dirigirse hacia “la drástica reducción de tamaño de un Estado que cada vez trata de intervenir más en nuestras actividades y que pretenden cobrarnos más impuestos”.
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miércoles, 11 de noviembre de 2009
Un mapa sobre el impacto de un aumento de la temperatura global de 4ºC
Uso de este mapa interactivo: Esta versión interactiva del mapa le permite seleccionar el tipo de impacto en distintas áreas geográficas así como acceder a información más específica.
Este mapa será presentado en la cumbre sobre el Cambio Climático que se realizará en diciembre en Copenhague. La proyección se basa en el modelo HadCM3 del Hadley Centre y muestra que un aumento promedio de 4º no se distribuye uniformemente en todo el mundo.
Algunos de los efectos dan cuenta que grandes zonas de la selva amazónica podrían desaparecer, sea por la sequía o por la propagación descontrolada del fuego. Esto dependerá fuertemente de la medida en que disminuyan las precipitaciones, tema sobre el cual no hay consenso.
El Ciclo del Carbono:
El aumento en el siglo 20 en la concentración de CO2 era sólo un 40-50% de la tasa real de las emisiones, dado que el resto fue absorbido por los ecosistemas del mundo y los océanos. Este proceso puede ser transformado por el cambio climático, de modo que el impacto de las emisiones en las concentraciones atmosféricas pueden ser mayores en el futuro. A 4ºC (7ºF) aumento de la temperatura media mundial, la proporción de las emisiones de CO2 que permanece en la atmósfera podría aumentar hasta en un 70%.
Agricultura
En la agricultura el cambio climático afecta directamente la productividad de los cultivos y la producción de alimentos. Los cambios en las diferencias regionales de los patrones climáticos pueden modificar la producción y el consumo. Las evaluaciones actuales se limitan a las alteraciones del clima medio, pero condiciones climáticas extremas o retroceso de los glaciares puede acelerar la disminución de la productividad.
Un aumento de 3ºC puede hacer disminuir en un 20% la producción de los cultivos. Esto podría significar que cientos de millones de personas estarían en riesgo de hambre. Gran parte de este incremento se producirá en el Africa subsahariana y en Asia y América Central.
Disponibilidad de Agua
Un aumento de la temperatura media de 4ºC tendría un efecto sustancial en los flujos de los ríos, lo que puede llevar a varios millones de personas a vivir en zonas con limitada disponibilidad de agua (menos de 1.000 m3/persona/año).
Aumento del nivel del mar
El aumento del nivel del mar es una consecuencia inevitable del aumento de las temperaturas globales. Las zonas costeras de baja altura serán muy vulnerables a las inundaciones y a desaparecer. Como estas zonas tienen a menudo poblaciones de alta densidad, se esperan migraciones significativas hacia zonas que pueden tener un uso agrícola, provocando una transformación en la biodiversidad de la tierra. Actualmente se estima que 600 millones de personas viven a no más de 10 metros sobre el nivel del mar.
Efectos globales
El aumento de la temperatura no aporta elementos satisfactorios. Habrá un impacto significativo en la salud; el incremento de la temperatura afectará la disponibilidad de agua, la productividad agrícola, aumentará el riesgo de incendio, la fusión de las capas de hielo y el deshielo del permafrost. La actividad comercial también se verá afectada por la pérdida de la productividad en las condiciones más calurosas o el costo de mantenimiento de ambientes de trabajo más fresco.
La ola de calor puede aumentar la mortalidad y generar otros efectos adversos para la salud, incluso cuando exista aclimatación. A modo de ejemplo, basta recordar que la ola de calor en Europa fue responsable de alrededor de 35.000 muertes adicionales.
martes, 10 de noviembre de 2009
El dólar deja de ser "lo más parecido al oro"
Tras la segunda guerra mundial y los acuerdos de Breton Woods el dólar quedó indisolublemente ligado al oro, lo que facilitó el creciente comercio mundial entre las décadas de los años 50 y 60. Sin embargo, los costos de la guerra de Vietnam obligaron a Richard Nixon aquel domingo 15 de agosto de 1971 a terminar con la convertibilidad del dólar en oro. La consecuencia directa de esta decisión unilateral fue la sostenida devaluación del dólar, que en los años 70 desató una inflación generalizada y cuya curación, a partir de 1979, consistió en dos recesiones para Estados Unidos y la crisis de la deuda para el Tercer Mundo en lo que se llamó “la década perdida” para América Latina.
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Cifras del Petróleo fueron distorsionadas por presión de EE.UU.
De acuerdo a la declaración de un informante de la Agencia Internacional de Energía AIE, el mundo está mucho más cerca de quedarse sin petróleo que las estimaciones oficiales. La información aparece publicada en The Guardian, señalando que las cifras han sido deliveradamente adulteradas por el temor a provocar compras de pánico.
El funcionario afirma que los Estados Unidos han desempeñado un papel influyente para subestimar la caída en la producción de los campos petroleros existentes y han exagerado las posibilidades de encontrar nuevas reservas.
Esta información plantea serias dudas sobre la veracidad de los informes de la World Energy Outlock que son utilizados por varios gobiernos para orientar sus políticas energéticas. En el último informe de la WEO se señala que podía aumentarse la producción de petróleo de 83 millones de barriles diarios a 105 millones de barriles sin ningún problema. Sin embargo, algunos críticos han sostenido que eso no es posible dado que ya se alcanzó el pico del petróleo, tema que tiende a ser negado.
Pese al rechazo de las autoridades, la teoría de pico del petróleo va siendo confirmada en el propio corazón de la producción mundial de energía. En el año 2005 la AIE manifestó que el suministro de petróleo podría llegar a 120 millones de barriles diarios el año 2030. Sin embargo, los hechos reales la obligaron a ir reduciendo gradualmente la producción a 115, a 110 y a 105 millones el año pasado, número que sigue siendo muy alto. Se considera incluso que cifras del orden de los 90 a 95 millones de barriles diarios serán imposibles de alcanzar.
La AIE fue creada en 1974 despues de la crisis del petróleo en un intento de salvaguardar el suministro de energía para occidente. La corrupción que se puede ver a todo nivel ha manipulado la información sobre las reservas reales para tomar ventaja en los mercados y obtener jugosas ganancias. Cuando se sepa la verdad es probable que ya sea demasiado tarde.
Más información | The Guardian
Reservas de petróleo se agotan más rápido de lo previsto
lunes, 9 de noviembre de 2009
Una cita con la historia
Mil bloques de poliestireno se derrumbaron siguiendo el efecto dominó en la conmemoración de los 20 años de la caída del muro de Berlín. Esta vez la celebración no tuvo un cielo estrellado y los lideres cruzaron las puertas de Brandenburgo con paraguas. A la cita llegaron representantes de unos 30 países a acompañar a Angela Merkel, como Hillary Clinton, Dmitri Medvedev y Nicolas Sarkozy.
Y ese es el histórico momento de la caída del muro, hace 20 años:
otras lecturas:
- Muros visibles e invisibles, Carlos Pérez Soto
- La dolorosa muerte del sueño económico norteamericano, Larry Elliott
- El muro de Berlín tenía que caer, pero el mundo de hoy no es más justo, Mikhail Gorbachev
Ocho siglos de crisis financieras
A poco de cumplirse dos años de la actual crisis financiera y cuando los signos de recuperación son aún bastante débiles, se puede advertir que el germen de la crisis radica en la arrogancia que provoca la locura financiera.
Los economistas Kenneth Rogoff y Carmen Reinhardt, a través de la investigación de ocho siglos de vida económica logran determinar los períodos de auge y caída de los ciclos económicos. Así es como Rogoff y Reinhardt concluyen que aspectos como la deuda externa, los déficit fiscales, la desregulación de los mercados y el endeudamiento de corto plazo, son los indicadores claves para determinar una crisis.
Ahora que todos esos indicadores están al alza (déficit fiscales, desregulación y endeudamiento) vemos que estamos a las puertas de una nueva gran crisis. Es decir, lejos de salir de la crisis que cumplirá dos años en diciembre, nos sumergiremos en otra quizá aún más grave. La arrogancia y la ignorancia, son los fenómenos recurrentes que están siempre presentes en las crisis financieras.
Más información | PBS.org
Enlaces 9/11/2009
- Bueno, pero insuficiente, Paul Krugman
- El FMI admite que estudia imponer una tasa a la banca, El País
- Dos utopías regresivas, Joaquin Estefanía. El País
- Como funciona la nueva fórmula del colapso capitalista, Manuel Freytas. Rebelión
- Neoliberalismo y desarrollo, la fórmula de un fracaso anunciado, Pedro Antonio Honrubia
- India compra oro: jaque al dólar, Alfredo Jalife-Rahme. La Jornada
- La mala influencia de Obama, Naomi Klein. La Jornada
- El mito de la recuperación USA, Rebelión
- Veinte años después del Muro, Joschka Fischer. Project Syndicate. Asuntos Públicos
En Inglés:
- Twenty years after the fall of the Berlin wall, Gerlinde Sinn - Hans-Werner Sinn. Voxeu.org
- How we can restore trust in financial institutions, Gordon Brown. Financial Times
- World needs new financial architecture, George Soros
- The Man Who Predicted the Depression, The Wall Street Journal
- El FMI admite que estudia imponer una tasa a la banca, El País
- Dos utopías regresivas, Joaquin Estefanía. El País
- Como funciona la nueva fórmula del colapso capitalista, Manuel Freytas. Rebelión
- Neoliberalismo y desarrollo, la fórmula de un fracaso anunciado, Pedro Antonio Honrubia
- India compra oro: jaque al dólar, Alfredo Jalife-Rahme. La Jornada
- La mala influencia de Obama, Naomi Klein. La Jornada
- El mito de la recuperación USA, Rebelión
- Veinte años después del Muro, Joschka Fischer. Project Syndicate. Asuntos Públicos
En Inglés:
- Twenty years after the fall of the Berlin wall, Gerlinde Sinn - Hans-Werner Sinn. Voxeu.org
- How we can restore trust in financial institutions, Gordon Brown. Financial Times
- World needs new financial architecture, George Soros
- The Man Who Predicted the Depression, The Wall Street Journal
La dolorosa muerte del sueño económico norteamericano
Este interesante artículo de The Guardian ofrece una de las miradas más realistas sobre la crisis que estamos viviendo, y sufriendo: el sueño americano ha terminado: the american dream is over, tal como el letrero de la imagen. Fue reproducido en Sin Permiso
Larry Elliott, The Guardian
La verdad es que no se suponía que fuera a terminar así. Cuando el Muro de Berlín se derrumbó hace veinte años, la Guerra Fría acabó con la victoria de Occidente. En lugar de dos superpotencias, quedó una. En lugar de ideologías en competencias, quedó el capitalismo, y además en una versión especialmente desacomplejada.
George Bush el Viejo declaró que el mundo aprendería a hacer las cosas al estilo norteamericano. "Sabemos lo que funciona", afirmó. "Los mercados libres funcionan".
Los confines del mercado se fueron ensanchando durante dos décadas, abarcando a China e India, así como a la antigua Unión Soviética y sus satélites. El veloz crecimiento produjo una impresionante reducción de la pobreza en China e India; y hay pocos polacos o checos que añoren los días en que Moscú manejaba los hilos.
Pero resultaba inevitable en todo momento que, tarde o temprano, la globalización se diera de bruces con la crisis, y lo que hemos visto en los últimos dos años no es más que el comienzo de ello. No dejemos que nos engañe la recuperación para necios de los últimos seis meses: los americanos andan de nuevo agotando sus ahorros para consumir bienes que no pueden permitirse; las exportaciones de China se disparan.
Han vuelto los desequilibrios globales. La combinación de cambio político y revolución tecnológica siempre ha producido agitación. Lo que fue verdad al coincidir la hiladora de husos múltiples con la Ilustración no resultó menos cierto cuando una segunda oleada de inventos -el cine, la luz eléctrica, el automóvil, el aeroplano- coincidió con el desmoronamiento del equilibrio de poder decimonónico.
La tecnología digital y la biociencia impulsarán la tercera revolución industrial, pero estos cambios tienen lugar en un momento en el que la difusión del mercado ha incrementado inmensamente el ejército de reserva laboral. La hegemonía de Norteamérica se ve amenazada por el ascenso de China.
Son, pues, tiempos combustibles. Esta crisis ha tardado en llegar, y la historia sugiere que el periodo de trastorno será prolongado y doloroso, como lo fue entre 1914 y 1945.
No tardaron en aparecer las primeras grietas en el nuevo orden global. La edad de oro duró apenas la mitad de una década, el periodo entre el alzamiento del telón de acero y la creación de la Organización Mundial del Comercio en 1994. A lo largo incluso de ese lustro se registraron señales de inquietud, de las que no fue la menor el impacto del tratamiento de choque aplicado a la economía rusa a principios de los años 90.
Pero fue la sucesión de crisis financieras que se iniciaban en la periferia de la economía global y se abrían gradualmente camino hacia el centro lo que desmintió la noción de que habría una transición suave y regular al nirvana del mercado. Se ignoraron los avisos de México, Tailandia y Corea del Sur, del derrumbe de los fondos de protección ("hedge funds") de Long Term Capital Management [*] a la burbuja de los punto com.
A los políticos no les costó nada desechar estos detonantes como dolores de una dentición en desarrollo. El crecimiento era fuerte y la inflación baja. Desde principios de los años 90 a mediados de la primera década posterior al 2000 tuvimos lo que Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra, describió como la década "bonita" o NICE, es decir, los años de "noninflationary continual expansion" (continua expansión sin inflación).
Por supuesto, la clave estuvo en la deuda. La pérdida de poder adquisitivo y de negociación de los trabajadores de Occidente quedó compensada con los feroces periodos de auge del precio de los activos que permitió a los consumidores pedir prestado sobre la base del valor creciente de sus hogares.
Eso no sólo era cierto de economías desarrolladas tales como los EE.UU. y Gran Bretaña. El informe anual de transición del Banco Europeo de Recostrucción y Desarrollo, publicado hoy, afirma que la afluencia de capital a gran escala a los países del Este de Europa había "contribuido al auge del crédito y del préstamo en moneda extranjera. Estas cosas, a su vez, hicieron más profunda la crisis y complicaron su gestión".
Al igual que en Gran Bretaña y los Estados Unidos, la fácil disponibilidad del crédito vino a suponer niveles de deuda excesivos cuando la economía se resintió y exigió una acción internacional concertada para impedir un desplome de la banca del género del ocurrido en Islandia. Como es comprensible, los políticos se han quedado perplejos ante la primera crisis sistémica de la era global. Hasta 2007 pensaban que su trabajo consistía en hacer pequeños ajustes en las economías de mercado; y se enfrentan en cambio a un desafío existencial: ¿hacia dónde tiramos partiendo de aquí?
La opción uno es la schumpeteriana: esta es una época de destrucción creativa, de modo que bien podemos aguantarnos y soportarlo. El problema del sistema financiero es que no se le ha permitido que funcione como debiera: hay que dejar caer a la banca mal gestionada para que los buenos bancos puedan prosperar. La segunda opción es "business as usual", que todo siga como de costumbre, la cual, como resulta previsible, es la que prefieren la City y Wall Street. Considerando el volumen de los cheques del bienestar aportados por el contribuyente, las grandes finanzas apenas pueden presentar objeciones ante la perspectiva de una regulación más estricta, pero están cabildeando duramente en contra de cambios más radicales. Se habla mucho de tirar al niño con el agua del baño y matar a la gallina de los huevos de oro.
Los conservadores militan este campo, y no sólo porque David Cameron piense de modo excéntrico que la crisis la causó el exceso de gobernación más que su ausencia, sino debido a que Boris Johnson [alcalde conservador de Londres] anda cabildeando activamente en nombre de los hedge funds y las empresas de capital riesgo de la City con el fin de bloquear una reglamentación europea más estricta.
La opción tres consiste en seguir como de costumbre añadiéndole algunos extras. Reconoce que se ha producido un problema sistémico en el sector financiero, pero considera que la respuesta ha de consistir en una supervisión más estricta, una vigilancia mejorada de la economía global por parte del Fondo Monetario Internacional, cambios en las normas sobre capital de riesgo para garantizar que los bancos no puedan tomarse tantas libertades a la hora prestar en periodo de auge, y nuevas estructuras de incentivos para financieros que favorezcan el crecimiento a largo plazo de los negocios por encima de la actividad especulativa a corto plazo. Aquí es donde encontraríamos, no hay que ser un lince para adivinarlo, a Gordon Brown y Barack Obama.
Pero existe un variopinto hatajo de descontentos para quienes el que todo siga como de costumbre, cualquiera que sea la forma, significa que estallará otra crisis en no mucho tiempo. Sostienen que la exigua naturaleza de las actuales propuestas de reforma se explica por el cautiverio institucional al que han reducido a los gobiernos los bancos de inversión, los grupos de presión más poderosos del mundo.
Las ideas de King de separar los bancos en divisiones comerciales y de inversión le coloca en el grupo de la opción cuatro, al igual que el apoyo de Adair Turner a imponer tasas a las transacciones financieras. Hay quien iría más allá. Un informe reciente del Comité de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (Unctad) urgía a repensar "la suposición convencional de que desmantelar todos los obstáculos transfronterizos a los flujos de capital privado es la mejor receta para que los países avancen en su desarrollo económico". Quienes apoyan un "new deal" verde -políticas monetarias y fiscales expansioniarias destinadas a impulsar las energías renovables y apoyar a las empresas que desarrollan tecnologías medioambientales- afirman que debería haberse utilizado el ajuste cuantitativo [imprimir moneda y ponerla en circulación] para apoyar la inversión sostenible y productiva en lugar de volver a hinchar los precios de los activos. Si la causa de raíz de la crisis financiera estuvo en los desequilibrios de la economía global provocados por la búsqueda de mayores beneficios, la reforma real exigirá salarios reales más altos en Occidente, de modo que los consumidores dependan menos de la deuda. Eso significa un desplazamiento en el equilibrio de poder entre trabajo y capital; significa también repensar el modelo de capitalismo de accionistas.
Por último están quienes creen que cualquier reforma convencional está destinada a fracasar porque cualquier modelo basado en el crecimiento está reñido con la viabilidad del planeta.
¿Dónde está hoy el centro político de gravedad? En algún sitio entre la opción dos y tres. Eso no sólo representa una oportunidad perdida sino una profunda falta de juicio.
Se están sembrando las semillas de la próxima crisis. Aquí mismo, ahora mismo.
____________
[*] Long Term Capital Management, fundada por John Meriwether, afamado operador financiero procedente de Salomon Brothers, se jactaba de contar con dos premios Nobel de Economía, Myron Scholes y Robert Merton, en su junta. Mientras LCTM adivinó correctamente la orientación de los precios, ganó dinero. En un principio disfrutó de rendimientos medios de un 33% anual, al operar en posiciones muy apalancadas con grandes cantidades de valores prestados por bancos comerciales y de inversión, con el fin de aprovechar pequeñas discrepancias en los precios relativos de instrumentos como bonos, swaps y opciones, así como acciones y derivados . Cuando en agosto de 1998 Rusia devaluó el rublo y declaró una moratoria sobre los bonos del Estado, se produjo una huida masiva de los inversores en mercados de riesgo a instrumentos más seguros como los bonos del tesoro norteamericanos. Con el nerviosismo del mercado, los inversores reclamaron su dinero a LCTM. El fondo no pudo devolverlo, pues sus responsabilidades excedían con mucho a sus activos (un descubierto equivalente a 28 veces sus activos). Temerosas de las repercusiones, las autoridades financieras norteamericanas intervinieron para garantizar una devolución ordenada del dinero de los inversores.
Larry Elliott dirige la sección de economía del diario británico The Guardian.
Lecturas sugeridas:
- En el ojo del huracán
- La cópula gaussiana que mató a Wall Street
- ¿Quién dijo que el tiempo no puede repetirse?
- ¿Un premio Nobel para recuperar la pelota?
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Muros visibles e invisibles
A propósito de los veinte años del fin del Muro de Berlín, una reflexión de nuestro profesor Carlos Pérez Soto:
- Muros visibles e invisibles
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domingo, 8 de noviembre de 2009
El gran mito de la globalización
Numerosos autores señalan que las grandes transformaciones iniciadas a fines de los años 70 y principios de los años 80 permitieron un gran desarrollo económico a los países industrializados y a los en vías de desarrollo. Autores como Eugene Fama (autor de la Hipótesis de los mercados eficientes), han asegurado que el mundo vivió un período de crecimiento extraordinario a partir de los años 80. La gráfica que presento aquí, muestra que esa idea es un mito.
La crisis petrolera de los años 70, que significó una fuerte caída en los países industrializados y un fuerte aumento en el desempleo (con tasas de paro como las que se están viviendo en la crisis actual) implicó la irrupción del modelo neoliberal en el mundo. En 1974 se le dio el premio Nobel de economía a Friedrich Hayek y en 1976 a Milton Friedman, avalando así la tesis de que sólo el libre mercado tenía la solución a los problemas económicos.
La gráfica es bastante elocuente y demuestra que la promesa de Milton Friedman fue una falacia. Al respecto algunas lecturas:
- La falacia de la autorregulación de los mercados
- Algunos mitos claves del "libre comercio"
sábado, 7 de noviembre de 2009
Londres propone un impuesto a las transacciones financieras globales
El primer ministro británico, Gordon Brown, propuso hoy al G-20 debatir un "mejor contrato social" con los bancos para que estén mejor preparados ante futuras crisis, con posibles medidas como la introducción de una tasa sobre las transacciones financieras internacionales.
Este nuevo "contrato social", precisó, podría adoptar también la forma de un fondo especial, un seguro de cobertura bancario o una reserva de capital de las instituciones.
Al inicio de la segunda y última jornada de la reunión del G-20 en Saint Andrews (Escocia) de los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G-20, Brown instó a encontrar una fórmula que "refleje la responsabilidad global del sistema financiero para con la sociedad".
Brown señaló sin embargo que, cualquier iniciativa de este tipo, tendría que ser coordinada internacionalmente, aplicada en los centros financieros más importantes del mundo y no debería distorsionar el flujo de la economía, además de complementarse con las medidas de estabilidad financiera. Brown subrayó que el Reino Unido no dará ninguno de esos pasos si no se hace a nivel global.
En cuanto a otro de los temas que centran la reunión en Escocia, se mostró partidario de "mantener los estímulos fiscales hasta que la recuperación esté asegurada" al tiempo que habría que "coordinar una estrategia de salida".
Brown abogó también por analizar, una vez atajada la crisis, medidas que garanticen un "crecimiento global sostenido".
Previamente, el ministro de Economía, Alistair Darling, había urgido a los ministros del G-20 a centrarse asimismo en un asunto clave de esta reunión, la financiación de la lucha contra el cambio climático en los países pobres. A este respecto, Brown incidió en que "es esencial avanzar para resolver los asuntos que dividen a las naciones". El encuentro del G-20 en un hotel de las afueras de Saint Andrews, se celebra a puerta cerrada.
Este nuevo "contrato social", precisó, podría adoptar también la forma de un fondo especial, un seguro de cobertura bancario o una reserva de capital de las instituciones.
Al inicio de la segunda y última jornada de la reunión del G-20 en Saint Andrews (Escocia) de los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G-20, Brown instó a encontrar una fórmula que "refleje la responsabilidad global del sistema financiero para con la sociedad".
Brown señaló sin embargo que, cualquier iniciativa de este tipo, tendría que ser coordinada internacionalmente, aplicada en los centros financieros más importantes del mundo y no debería distorsionar el flujo de la economía, además de complementarse con las medidas de estabilidad financiera. Brown subrayó que el Reino Unido no dará ninguno de esos pasos si no se hace a nivel global.
En cuanto a otro de los temas que centran la reunión en Escocia, se mostró partidario de "mantener los estímulos fiscales hasta que la recuperación esté asegurada" al tiempo que habría que "coordinar una estrategia de salida".
Brown abogó también por analizar, una vez atajada la crisis, medidas que garanticen un "crecimiento global sostenido".
Previamente, el ministro de Economía, Alistair Darling, había urgido a los ministros del G-20 a centrarse asimismo en un asunto clave de esta reunión, la financiación de la lucha contra el cambio climático en los países pobres. A este respecto, Brown incidió en que "es esencial avanzar para resolver los asuntos que dividen a las naciones". El encuentro del G-20 en un hotel de las afueras de Saint Andrews, se celebra a puerta cerrada.
G-20 s reúne en St Andrews para tratar la crisis
Los ministros de finanzas del G-20 se han reunido en St Andrews (Reino Unido) para una cumbre de dos días que busca sacar a la economía de la actual recesión global mediante la coordinación de políticas fiscales y financieras. Entre los temas a tratar se verá el giganteso déficit de Estados Unidos, así como el superávit chino, elementos que han generado un enorme desequilibrio macroeconómico.
Las presiones buscan fortalecer el yuan chino con respecto al dolar, algo que no es muy bien visto por el gobierno de Wen Jiabao, pero que, sin embargo, evitaría un sobrecalentamiento de la economía china. Si bien el país asiático está creciendo a una tasa de 9,5% para este año y el próximo puede hacerlo a niveles del 11%, hay que ver hasta qué punto esa velocidad es sostenible. Japón también vivió décadas de alto crecimiento pero su economía reventó en 1990 y desde entonces ha crecido a un magro promedio de 0,6% anual.
Las autoridades han elaborado ua agenda que busca aumentar el ahorro en Estados Unidos y hacer crecer el consumo en China. En este punto será importante ejercer medidas para el control de los flujos de capital, que al moverse desde las economías desarrolladas hacia las economías emergentes producen una sobrevaloración irreal de la moneda. Es el fenómeno del "carry trade", del cual Brasil e Islandia han sido testigos, aunque el país brasileño ha logrado ordenar su economía y evitar corridas como la que hundió a Islandia hace un año, naufragia del cual aún no puede emerger.
El evento de St Andrews es presidido por el canciller del Reino Unido Alistar Darling,y cuenta con la presencia de los ministros de finanzas de Estados Unidos, Japón, China, India y Rusia, entre otros.
Las presiones buscan fortalecer el yuan chino con respecto al dolar, algo que no es muy bien visto por el gobierno de Wen Jiabao, pero que, sin embargo, evitaría un sobrecalentamiento de la economía china. Si bien el país asiático está creciendo a una tasa de 9,5% para este año y el próximo puede hacerlo a niveles del 11%, hay que ver hasta qué punto esa velocidad es sostenible. Japón también vivió décadas de alto crecimiento pero su economía reventó en 1990 y desde entonces ha crecido a un magro promedio de 0,6% anual.
Las autoridades han elaborado ua agenda que busca aumentar el ahorro en Estados Unidos y hacer crecer el consumo en China. En este punto será importante ejercer medidas para el control de los flujos de capital, que al moverse desde las economías desarrolladas hacia las economías emergentes producen una sobrevaloración irreal de la moneda. Es el fenómeno del "carry trade", del cual Brasil e Islandia han sido testigos, aunque el país brasileño ha logrado ordenar su economía y evitar corridas como la que hundió a Islandia hace un año, naufragia del cual aún no puede emerger.
El evento de St Andrews es presidido por el canciller del Reino Unido Alistar Darling,y cuenta con la presencia de los ministros de finanzas de Estados Unidos, Japón, China, India y Rusia, entre otros.
Otra mala noticia para el empleo
Este gráfico muestra las horas trabajadas por semana en la economía estadounidense desde 1964. Como se aprecia, ha caído a 33 horas, su mínimo histórico. Frente a ésto, ¿tiene sentido contratar nuevo personal cuando simplemente se le pueden añadir horas a la fuerza de trabajo existente que está subempleada? Este es un fuerte indicador que el desempleo tiene para largo en Estados Unidos y que la economía mundial está más cerca de una nueva inmersión que de una recuperación sostenida.
Sobre este tema, algunas lecturas de interés:
- Alemania en un callejón sin salida
- La persistencia del desempleo tras las crisis
Gráfica interactiva del desempleo
Esta gráfica interactiva para el desempleo en Estados Unidos, muestra que Michigan es el Estado que tiene el mayor nivel oficial de desempleo (15,3%), seguido de Nevada (13,3%) y California (12,2%). Sin embargo, la tasa de desempleo real es aún mayor: 18% (27 millones de estadounidenses) y se estima que puede seguir en aumento hasta julio del próximo año.
Este triste nuevo récord, con 190.000 empleos destruidos, elevó la tasa al 10,2%, el nivel más alto desde 1983, superando ese umbral sicológico del 10% que entra a ser políticamente sensible y que hace aún más probable que la Reserva Federal mantenga las tasas de interés en sus mínimos históricos por largo tiempo, y que la caída de los precios (exceptuando al petróleo, y al oro, que hoy cruzó los 1.101 dólares la onza, tal como lo advertimos) se mantendrá.
La masiva pérdidas de empleo que vive la economía estadounidense se debe a los grandes recortes de personal que han realizado las empresas para paliar la crisis: General Motors ha despedido a más de 23.000 empleados, IBM 10.000, Intel 12.000, Microsoft 6.000, Johnson & Johnson 7.000 y las instituciones financieras han destruído más de 130.000 empleos. La cifra de desempleados oficiales durante este año (con pago del seguro de desempleo) es 5,5 millones de trabajadores, y 7,7 millones desde el inicio de la crisis, en diciembre de 2007. Estos datos son los peores en magnitud desde 1930 y hacen pensar en cómo sería la situación actual de no mediar los planes de estímulo de la administración Obama, que han generado 640.000 puestos de trabajo desde febrero.
Estas cifras fueron advertidas por Christina Romer a principìos de año, cuando señaló que el desempleo seguirá aumentando hasta el primer trimestre de 2010, aunque ahora se sospecha que puede seguir en alza hasta julio de 2010. El lento crecimiento que espera a la economía estadounidense hace pensar que el desempleo será un problema hasta el año 2011. Si además, tomamos en cuenta el informe de Michael Mandel que indica que el sector privado sólo ha sido capaz de crear un promedio de 110.000 puestos de trabajo al año, vemos que Estados Unidos está en un callejón sin salida.
Este dato estadístico es relevante por el pie en que quedan otras economías como la alemana y la japonesa, para quienes se les avecina un sombrío panorama al ver mermar sus exportaciones a Estados Unidos. Cada desempleado estadounidense provoca una disminución en el consumo y esto pone un gran freno a la demanda, con la consiguiente caída en la producción y la inversión en una espiral regresiva que se puede prolongar por varios años.
Más información:
The Wall Street Journal, Bloomberg
The New York Times
- Gráfica interactiva en The New York Times
viernes, 6 de noviembre de 2009
Desempleo oficial de Estados Unidos llega al 10,2%
La tasa oficial de desempleo en Estados Unidos llegó al 10,2% en el mes de octubre demostrando que las pérdidas de empleo se siguen produciendo en todos los sectores de la economía. Las mayores pérdidas están vinculadas al sector de la construcción y el sector del comercio minorista. La economía estadounidense ha perdido 5,5 millones de puestos de trabajo en el último año y 7,3 millones desde enero del año pasado
Esta gráfica muestra la pérdida de empleos desde el inicio de la crisis comparada con todas las crisis desde el fin de la segunda guerra mundial. De las 11 mayores crisis en los últimos 60 años, la actual es la más grande. Por algo Paul Volcker la llama "la madre de todas las crisis financieras"
Vía | Calculated Risk
Publicado por
mamvas
en
3:24 p.m.
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Tags:
Crisis Financiera,
Desempleo,
Estados Unidos,
Recesión
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