miércoles, 13 de noviembre de 2024

El futuro del Medio Oriente


Aleksandr Dugin, Geopolitika.ru

El 11 de noviembre se celebró en Riad una cumbre árabe-islámica de emergencia sobre la cuestión palestina. Fue un acontecimiento extremadamente importante. Merece la pena prestar atención al hecho de que en ella participaron tanto Assad como Erdogan. Hasta hace poco tales encuentros eran prácticamente imposibles. Además, el jefe de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, habló no sólo de Palestina, sino también de la necesidad de apoyar a Irán y a Hezbolá, lo que causó bastante revuelo, porque Arabia Saudí e Irán se consideraron enemigos mortales. Lo mismo puede decirse con respecto a Hezbolá.

Por último, en su discurso Mohammed bin Salman dijo explícitamente que ahora no sólo la existencia de Palestina se encuentra en juego, sino también el destino de la mezquita de Al-Aqsa, el segundo santuario más sagrado del islam después de La Meca. Debemos recordar que la operación de Hamás del 7 de octubre de 2023 se denominó «inundación de Al-Aqsa» y fue justificada por la amenaza que pesaba sobre el santuario. Está claro que los dirigentes de Hamás esperaban que esa cumbre árabe-islámica de emergencia se convocara mucho antes, por ejemplo, justo después del inicio de la operación terrestre de Israel sobre Gaza. No queda casi nada de Gaza a estas alturas y los dirigentes de Hamás (y Hezbolá) ya no están vivos, pero la cumbre se ha celebrado ahora.

Estados Unidos: un abismo en el centro

La suicida corrida hacia la derecha de los Demócratas facilitó la aplastante victoria del magnate. En varios temas claves era muy difícil discernir cuál era la diferencia entre éste y su adversaria

Atilio Borón, La Haine

La rotunda derrota de Kamala Harris en la reciente elección presidencial de EEUU certifica, por enésima vez, que cuando una sociedad ha sido ganada por una generalizada crispación, las propuestas tibias, moderadas, evasivas como las planteadas por la candidata demócrata son el seguro camino para sufrir un aplastante revés electoral.

El malhumor social producido por frustraciones de tipo económico o político; o por el temor perversamente infundido por la clase dominante; o por el odio direccionado en contra de categorías sociales estigmatizadas, los inmigrantes de origen latino en el caso norteamericano, hace que la ciudadanía sea atraída por quienes mejor sintonizan con su enojo y su frustración. Y Trump apareció ante los ojos de millones como alguien dispuesto a poner fin a ese estado de cosas.

Conclusión: cuando las circunstancias sociales están signadas por la inmoderación, la moderación se convierte en un pecado. Y la candidata demócrata lo cometió.

Harris ciertamente corrió con desventaja. Entró muy tarde en la campaña, producto del inesperado derrumbe de la candidatura de Biden después del fatídico debate con Donald Trump. Para colmo de males, su gestión como vicepresidenta tuvo un tono grisáceo que poco o nada colaboró para construir una imagen presidenciable y atractiva ante los ojos de la opinión pública. Y una sociedad bombardeada por la continua prédica catastrofista de la ultraderecha, azuzados sus peores instintos tribales por el demencial conspiracionismo de Trump y sus voceros hablando de un país “invadido” por indeseables extranjeros, mal podía prestar su apoyo a quien era vista como corresponsable de tan infausta situación, habida cuenta de su condición de vicepresidenta de EEUU.

martes, 12 de noviembre de 2024

Biden y la presencia estadounidense en Ucrania


Nahia Hanzo, Slavyangrad.es

Al margen de cuáles fueran los resultados, y han sido negativos para la administración vigente, la finalización del periodo electoral abría el pasado miércoles una fase en la que Joe Biden, conocedor de quién será su sucesor dispone de un tiempo en el que ya no se arriesga a perder votos y podría actuar, dentro de los límites constitucionales, con una libertad de la que ha carecido hasta ahora. En preparación de ese periodo, varios medios publicaron propuestas sobre cómo “acertar en Ucrania” en los 76 días que restarían de mandato Demócrata hasta la investidura de Trump. Dependiendo de los resultados y mostrando un mínimo de respeto a la voluntad de la población -que, en política exterior, debían elegir entre dos candidaturas con visiones marcadamente diferentes-, Timothy Garton Ash proponía que, en caso de victoria de Harris, Biden aprovechara este tiempo para ofrecer a Ucrania la invitación de acceso a la OTAN según la opción alemana, es decir, en sus fronteras de facto. En caso de derrota Demócrata, como finalmente ha sucedido, el historiador británico, tan implicado en la causa ucraniana que la pasada semana realizó un acto de promoción de su libro en “la asediada Járkov” (la ciudad de Járkov no se encuentra asediada desde la primavera de 2022), daba Ucrania por perdida.

Contra ese pesimismo, The Washington Post realizaba una propuesta más ambiciosa a Joe Biden incluso en caso de derrota de Kamala Harris. Invitar oficialmente a Ucrania a adherirse a la OTAN no sería viable, ya que Donald Trump paralizaría esa entrada -por no hablar de que varios países miembros de la Alianza, entre ellos Alemania, son contrarios a la adhesión, un detalle importante en el que el artículo no incide-, pero sí sería posible levantar el veto al uso de misiles occidentales de largo alcance contra territorio ruso. La lógica es simple: en algo más de dos meses, Trump podrá revertir ese permiso, pero para entonces Ucrania habría aprovechado el tiempo atacando los objetivos prioritarios. Quizá, el hecho de que incluso el Pentágono haya desaconsejado esta opción tras constatar que el blanco principal, la aviación estratégica rusa, ha sido trasladada a zonas más allá del rango de los célebres ATACMS estadounidenses o los Storm Shadow británicos sea un aspecto a tener en cuenta.

Alemania: un país sin soberanía y en estado de coma


Rene Zittlau, Zero Hedge

Introducción

Si observas la situación actual con frialdad, no puedes más que preguntarte cómo un país que estableció estándares culturales, científicos e industriales hasta hace 90 años pudo perder completamente su brújula.

Primero fue destruida por Hitler - los alemanes permitieron que esto sucediera. Después, Alemania se convirtió en vasallo: los alemanes lo permitieron. Finalmente, consiguieron llevar a la antigua joya industrial del mundo al paredón con el liderazgo más incompetente que se pueda soñar. Un nuevo gobierno con Merz como Canciller no cambiará nada, pues ya ha sido comprado y pagado por el hegemón.
Por lo tanto, este artículo no trata del jardín de infancia político de Berlín, que apenas puede expresarse con palabras, sino que intenta describir el problema fundamental de este gran país y dar pie a la reflexión.
Una mirada retrospectiva - el surgimiento de la RFA
«En Alemania no hemos sido plenamente soberanos en ningún momento desde el 8 de mayo de 1945».

- Wolfgang Schäuble el 18 de noviembre de 2011 en el EBC, el Congreso Bancario Europeo en Frankfurt
La afirmación de Wolfgang Schäuble, que sorprende a muchos por su claridad y falta de ambigüedad, así como por el estatus de vasallo de Alemania que en ella se articula, se ve corroborada, entre otras cosas, por la historia de la creación de la tan alabada Ley Fundamental. Fue elaborada por los llamados Consejos Parlamentarios. Los consejos fueron designados por las potencias occidentales de ocupación y se reunieron en el Museo König de Bonn el 1 de septiembre de 1948. Esto significaba que sus miembros no estaban en absoluto legitimados democráticamente. Se les encomendó la tarea de redactar una constitución provisional para la parte occidental de la Alemania dividida, que más tarde se convertiría en la Ley Fundamental.

lunes, 11 de noviembre de 2024

El terremoto de Trump

Los objetivos podrían incluir desde México (para "asegurar la frontera") hasta Venezuela (para "asegurar el petróleo"), Yemen (para "asegurar el Mar Rojo") y, por supuesto, Irán

Pepe Escobar, Strategic Culture

En la escala política de Richter, eso fue literalmente un asesinato. Lo que se suponía que iba a ser un espectáculo totalitario liberal fue barrido sin contemplaciones. Antes del día de las elecciones, el pensamiento crítico era consciente de lo que estaba en juego. Con fraude, Kamala gana. Sin fraude, Trump gana. Hubo, en el mejor de los casos, intentos (fallidos) de fraude. La pregunta clave sigue siendo: ¿qué quiere realmente el Estado profundo de EEUU?

Mi bandeja de entrada está llena de informes llorosos de los "think tanks" estadounidenses que se preguntan, incrédulos, por qué Kamala podría perder. Es bastante sencillo, aparte de su absoluta incompetencia y mediocridad, es un personaje que se ríe a carcajadas histéricas.

El legado de la administración de la que formó parte es espantoso: desde 'Crash Test Dummy' (maniquí para ensayos de choque promovidos por el senador Ron Wyden) hasta 'Little Butcher Blinkie' (Antony Blinken, secretario de Estado).

En lugar de preocuparse por la lamentable situación que se vive a todos los niveles en torno a esa entidad mítica, el "pueblo estadounidense", decidieron invertirlo todo en una guerra de poder fabricada por los neoconservadores para infligir una "derrota estratégica" a Rusia, robando activos rusos, desatando un tsunami de sanciones, enviando a Zelensky armas prodigiosas. La militarización de Ucrania provocó la muerte de innumerables ucranianos y la inevitable e inminente humillación "cósmica" de la OTAN en el suelo negro de Novorossiya.

La importancia de Kurajovo y Krasnoarmeisk

No es casualidad que los bombardeos a Donetsk hayan descendido notablemente en las últimas semanas tras diez años de ataques indiscriminados de la artillería ucraniana

Nahia Hanzo, Slavyangrad.es

Capturada finalmente la localidad de Ugledar tras dos años de esfuerzos, Rusia ha sido capaz de eliminar la principal barrera que le impedía avanzar hacia el norte y amenazar la cómoda posición de la que Ucrania disfrutaba en la parte occidental de la región de Donetsk. Ugledar, una ciudad industrial y minera fundada en tiempos de la Unión Soviética disponía de buenas posibilidades de defensa tanto por su posición, desde una ligera altura que permitía avistar cualquier convoy en su dirección, como por las infraestructuras construidas, no solo para cumplir su labor de producción, sino también como defensa en caso de un escenario bélico.

La ciudad fijaba el esfuerzo de defensa del frente sur ucraniano, que ahora tiembla y lucha por ralentizar el avance ruso hacia el norte. Las rápidas capturas de Yasnaya Polyana, Maksimovka, Bogoyavlenka y Kartinovka consolidan las ganancias rusas de Ugledar y hacen inviable cualquier contraataque y, sobre todo, otorgan a las tropas rusas el control de las colinas dominantes, con lo que se invierte completamente la posición de superioridad con la que Ucrania logró mantener el statu quo desde 2022.

domingo, 10 de noviembre de 2024

Los hinchas israelíes que cantaban «Muerte a los árabes» lo decían en serio

Los hinchas del Maccabi de Tel Aviv que causaron disturbios en Ámsterdam corearon lemas como «En Gaza no hay escuelas, porque no quedan niños». Lejos de ser simples provocaciones extremistas, sus cánticos dicen la verdad sobre los objetivos bélicos israelíes.



David Broder, Jacobin

Tras los acontecimientos del jueves por la noche en Ámsterdam, muchos comentaristas se mostraron notablemente desinteresados por la verdad de lo ocurrido. Los enfrentamientos entre hooligans de fútbol israelíes, aficionados holandeses y moradores locales, a menudo de minorías étnicas, se habían convertido en un incidente internacional y era bastante obvio el bando que iba a elegir la mayoría de nuestros líderes. Se recurrió al lenguaje del «antirracismo» para decirnos quién era culpable y quién era bueno.

Joe Biden describió una oleada de «ataques antisemitas… que se hacían eco de momentos oscuros de la historia». El rey holandés habló de que su país le había fallado a los judíos «como durante la Segunda Guerra Mundial», nada menos. La palabra «pogrom» se extendió por los medios de comunicación occidentales, y la mayoría de los medios suprimieron hechos básicos sobre los acontecimientos.

Trump, un producto de la bancarrota moral del Partido Demócrata

Votar a Trump para resolver los problemas de las condiciones de vida de la clase obrera estadounidense es como dejar a alguien en el desierto porque tiene sed.

Hugo Dionísio, Strategic Culture

Inmigración, aborto, wokismo, guerra de Ucrania, guerras eternas, reindustrialización y proteccionismo. Con excepción del aborto y el wokismo (identitarismo), que son cuestiones que conciernen a la conciencia de cada uno más que a la política estructural, todos ellos representan, de alguna manera, algunas de las consecuencias más brutales del neoliberalismo en Estados Unidos y se encuentran entre las principales causas de la derrota de Kamala y la victoria de Trump.

La desindustrialización, a la que Trump atribuye una de las principales causas de la pérdida de poder de Estados Unidos, se produjo como resultado directo de la financiarización de la economía (acelerada por el republicano Nixon), que convirtió el negocio de los casinos de Wall Street en el motor económico de Estados Unidos. Sin la industria, se produjo un deterioro del poder real que se resolvió mediante la creación de conflictos eternos. Las guerras eternas afectan gravemente a la economía occidental (también a la europea) y obstaculizan la inversión pública en infraestructura y otras necesidades sociales. El botín que hacen posible para Blackrock, Monsanto, Goldman Sachs y otros no vuelve al pueblo estadounidense, sino a la acumulación de unos pocos.

Como forma de desviar la atención, asustar y anestesiar a las masas, se están reviviendo la rusofobia, la Guerra Fría y el identitarismo, lo que provoca la atomización social y la fractura de los movimientos sociales que podrían desafiar esta situación de manera consistente y coherente. El resultado es un sentimiento humano de inestabilidad y precariedad en todos los aspectos de la vida.

El fascismo neoliberal es ahora la ideología dominante en los Estados Unidos

La formación de un frente unido contra este realineamiento de extrema derecha es más importante y urgente que nunca.

C.J. Polychroniou, Common Dreams

Es oficial. El fascismo neoliberal se ha vuelto dominante en Estados Unidos. Ésta es la única conclusión racional que se puede sacar de la victoria decisiva de Trump en las elecciones de 2024. De hecho, la histórica victoria de Trump (que incluye llevar al Partido Republicano a una mayoría mayor de lo esperado en el Senado y potencialmente a controlar la Cámara de Representantes) ha cambiado la naturaleza del Partido Republicano y ha desplazado el centro de gravedad de la política estadounidense en un mundo tan... de manera tan demoledora que ha llevado al colapso real del Partido Demócrata.

El fascismo neoliberal es ahora la orientación político-ideológica dominante en Estados Unidos y sus funestas consecuencias sin duda se sentirán en los años venideros tanto dentro del país como en todo el mundo. En este contexto, la formación de un frente único contra el fascismo es más importante y urgente que nunca.

sábado, 9 de noviembre de 2024

Kamala Harris: Hillary Clinton redux


Maciek Wisniewski, La Jornada

Observando cómo en los últimos meses (t.ly/OH0p1) Kamala Harris y los demócratas apostaron a convertir las elecciones estadounidenses solamente en un debate simbólico acerca de “la democracia” y “el carácter de Trump”, en lugar de centrarse en la política y en las soluciones a los temas que los votantes señalaban en las encuestas como sus mayores preocupaciones –el estado de la economía, la inflación o el genocidio en Gaza (t.ly/414GU)—, emulando así, en efecto, la estrategia perdedora de Hillary Clinton de 2016, cuando desistió de competir por el voto progresista y el de la clase trabajadora, prefiriendo cortejar a los republicanos “Nunca Trump” de los suburbios, uno no podía dejar de tener una siniestra sensación de déjà vu.

La cumbre de los BRICS debería marcar el fin de los delirios neoconservadores

En pocas palabras, la mayoría del mundo no quiere ni acepta la hegemonía estadounidense y está dispuesta a enfrentarla en lugar de someterse a sus dictados

Jeffrey Sachs, Common Dreams

La reciente cumbre de los BRICS en Kazán, Rusia, debería marcar el fin de los delirios neoconservadores encapsulados en el subtítulo del libro de Zbigniew Brzezinski de 1997, El tablero de ajedrez global: la primacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos. Desde la década de 1990, el objetivo de la política exterior estadounidense ha sido la “primacía”, es decir, la hegemonía global. Los métodos de elección de Estados Unidos han sido las guerras, las operaciones de cambio de régimen y las medidas coercitivas unilaterales (sanciones económicas). Kazán reunió a 35 países con más de la mitad de la población mundial que rechazan la intimidación estadounidense y que no se dejan intimidar por las pretensiones hegemónicas de Estados Unidos.

En la Declaración de Kazán, los países subrayaron “el surgimiento de nuevos centros de poder, toma de decisiones políticas y crecimiento económico, que pueden allanar el camino hacia un orden mundial multipolar más equitativo, justo, democrático y equilibrado”. Hicieron hincapié en “la necesidad de adaptar la arquitectura actual de las relaciones internacionales para reflejar mejor las realidades contemporáneas”, al tiempo que declararon su “compromiso con el multilateralismo y la defensa del derecho internacional, incluidos los Propósitos y Principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas (ONU) como su piedra angular indispensable”. Se enfocaron especialmente en las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados, sosteniendo que “tales medidas socavan la Carta de las Naciones Unidas, el sistema multilateral de comercio, el desarrollo sostenible y los acuerdos ambientales”.

Bernie Sanders critica a su partido por la derrota ante Trump

Bernie Sanders

No debería ser gran sorpresa que un Partido Demócrata que ha abandonado a la clase trabajadora descubra que la clase trabajadora lo ha abandonado. Primero fue la clase trabajadora de raza blanca y después los trabajadores latinos y negros también. Mientras los líderes demócratas defienden el statu quo, el pueblo estadunidense está enojado y quiere el cambio. Y tiene razón.

Hoy, mientras a los muy ricos les va de maravilla, 60 por ciento de los estadunidenses viven al día y tenemos más desigualdad de ingreso y riqueza que nunca. Resulta increíble, pero el salario semanal real, ajustado a la inflación, del trabajador estadunidense promedio es más bajo hoy que hace 50 años.

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