miércoles, 13 de enero de 2021

TPP-11 y la soberanía de mercado en Chile

Andrés Kogan Valderrama, ChileMejorsinTLC

Luego que el desgobierno de Sebastián Piñera, el cual ha llegado a una aprobación ciudadana del 7%, nuevamente comete una torpeza en su pobre gestión, al poner en suma urgencia la aprobación en el Senado del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Internacional (TPP-11).

Un anuncio que ha sido defendido por el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Andrés Allamand, quien hace solo unos pocos meses atrás planteaba su rechazo a firmar el Acuerdo de Escazú, aludiendo paradójicamente a razones de soberanía nacional, ya que el país podía ser llevado a tribunales internacionales por su no cumplimiento.

domingo, 10 de enero de 2021

Trump sitiado y abandonado, enfrenta su segundo proceso de destitución

David Brooks, La Jornada

Donald Trump está acusado de sedición, poniendo en peligro a su propio país, y enfrenta su segundo proceso de destitución en menos de un año, con llamados por su renuncia incluso de figuras de su propio partido; ha sido abandonado por sus amigos empresariales, ha roto hasta con su propio vicepresidente y sus cuentas han sido bloqueadas en redes sociales, y nada de esto debería sorprender a nadie (de hecho, los que pretenden serlo sólo lo hacen para salvarse a sí mismos).

La acusación para el proceso de destitución o impeachment afirma que Trump incitó a la violencia contra el gobierno de Estados Unidos para subvertir su derrota electoral. Agrega que puso “en peligro grave la seguridad de Estados Unidos… amenazó la integridad del sistema democrático, interfirió con la transición pacífica del poder” y ha demostrado que permanecerá siendo una amenaza a la seguridad nacional, la democracia y la Constitución si le es permitido permanecer en su puesto.

miércoles, 6 de enero de 2021

Neoliberalismo y el “modelo chileno"

Andrés Sanfuentes, El Mostrador

Es habitual señalar que en Chile existe un “modelo neoliberal”, que caracteriza a la sociedad actual, el que habría sido instaurado durante la dictadura y que, en sus rasgos esenciales, no ha cambiado a pesar de los 32 años desde que se recuperó la democracia y la profunda transformación ocurrida, así como el progreso obtenido. Aún más, el término “neoliberal” es utilizado en forma peyorativa, como poseedor de los males actuales y culpable de la desigualdad existente. Se argumenta que ese “modelo” tuvo que ser aceptado por los Gobiernos de centroizquierda como una transacción para poner fin al régimen de Pinochet, pero quedó con las ataduras que dejó la Constitución de 1980, minimizando las reformas posteriores.

El origen del término es de carácter ideológico, ya que sería una de las tantas derivaciones del liberalismo clásico, elaborado en la primera mitad del siglo XX y difundido a partir de la segunda parte del período y popularizado por varios intelectuales, especialmente Milton Friedman, su principal difusor. Su base principal puede resumirse en lo siguiente:

martes, 5 de enero de 2021

Capitalismo pandémico

Si el capitalismo es una sindemia, va a seguir produciendo virus y pandemias. Ese es el futuro y no es halagüeño. La política y la ciencia deberían estar luchando para liberar a la humanidad y a ellas mismas del capitalismo. Eso sí sería bueno para todos

Santiago Alba Rico, ctxt

El pasado mes de septiembre, Richard Horton publicaba en la conocida revista The Lancet un artículo cuyo título puede resultar provocativo o sospechoso: No es una pandemia. Obviamente, no se trata de que uno de los medios científicos más prestigiosos del mundo hubiese colado entre sus páginas la opinión de un negacionista. Horton no negaba la existencia de la covid-19 ni alimentaba delirios conspirativos. Basándose en un concepto forjado en 1990 por el epidemiólogo Merrill Singer, Horton sostenía que no nos enfrentamos hoy a una pandemia sino a algo más complejo y, por lo tanto, más peligroso: una “sindemia”; es decir, un cuadro epidémico en el que la enfermedad infecciosa se entrelaza con otras enfermedades, crónicas o recurrentes, asociadas a su vez a la distribución desigual de la riqueza, la jerarquía social, el mayor o menor acceso a vivienda o salud, etc., factores todos ellos atravesados por una inevitable marca de raza, de clase y de género. La sindemia es una pandemia en la que los factores biológicos, económicos y sociales se entreveran de tal modo que hacen imposible una solución parcial o especializada y menos mágica y definitiva.

domingo, 3 de enero de 2021

La pandemia dispara la violencia en Estados Unidos a niveles no vistos en décadas


El número de tiroteos y homicidios en Estados Unidos se ha disparado durante 2020 coincidiendo con la pandemia del coronavirus y ha convertido el año que termina en el más sangriento en décadas.

En total, más de 19.000 personas -sin contar suicidios- han perdido la vida en el país en incidentes con armas de fuego, según Gun Violence Archive (GVA), una base de datos sobre violencia armada en EEUU.

Se trata de la cifra más alta en más de 20 años, a tenor de varios recuentos que sitúan el promedio de fallecidos por disparos en unos 11.500 al año desde 1999, incluyendo tiroteos intencionados y accidentes.

Aunque los datos aún no son definitivos en muchas ciudades, el aumento de la violencia armada ha sido generalizado en todo el país y se ha hecho notar desde el comienzo del año, aunque se aceleró especialmente durante el verano y el otoño.

martes, 1 de diciembre de 2020

Margaret Thatcher 30 años después

León Bendesky, La Jornada

Margaret Thatcher fue primera ministra del Reino Unido entre mayo de 1979 y noviembre de 1990. Ahora se cumplen, pues, tres décadas desde que la relevó en el puesto su compañero John Major, tras renunciar al perder el apoyo de su propio partido, el Conservador.

Eso marcó el fin de una era que transformó significativamente la política en ese país y su influencia se extendió al resto del mundo. Una etapa política en la que coincidió con el gobierno de Ronald Reagan en Estados Unidos (1981-1989) y con el muy largo, políticamente activo y relevante papado de Karol Wojtyła (1978-2005).

Así que se entrelazaron los hechos de la muerte de Albino Luciani (Juan Pablo I), 33 días después de haber sido electo Papa el 26 de agosto de 1978 y remplazado por Wojtyła, con la elección de Thatcher y poco después la de Reagan. Los tres fueron personajes muy distinguidos en la reconformación ideológica del capitalismo como sistema social y que incluyó el fin de la Unión Soviética en 1989. La relación que mantuvieron con Gorbachev fue crucial.

jueves, 26 de noviembre de 2020

Sin Dieguitos y sin Mafaldas, el comienzo del año cero

Juan Manuel Tasada, Nueva Tribuna

Todo en la calle es silencio, la gente camina sin saber en realidad hacia dónde va, los pueblos del mundo lloran la partida de Diego Armando Maradona. La tolerancia y la empatía, él supo contener los vientos fronterizos del otro lado de la humanidad. Pero, ¿qué ocurre cuando el barro vuelve por sus hijos?

La contención de la supremacía blanca a esta altura genera de un lado y del otro lado del muro una cierta inestabilidad que duerme en las retinas de aquel que se cree parte de otra historia. Diego fue eso, una suma de ladrillos en un cuento nefasto y cruel de malos que se piensan buenos, con una contracara de buenos a los que se les está prohibido pensar. Solo basta leer los portales del mundo para entender la magnitud y la relevancia de una persona, de su persona, uno puede estar o no de acuerdo con su forma de ser y con su forma de pensar, pero cuando el verde césped a sus pies unía las tierras no había lugar donde esconderse. Él no se preparó para ser la mejor persona, él se preparó para ser el mejor futbolista de todos los tiempos, y lo logró con creces.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Trump se va… El trumpismo se queda

Roberto Savio, Alainet

Ahora está claro que Joe Biden es el nuevo presidente de los Estados Unidos. Es poco probable que la maniobra legal de Donald Trump cambie los resultados de las elecciones, como cuando, en el año 2000, un Tribunal Supremo conservador decidió a favor de George Bush en lugar de Al Gore, que perdió entonces por 535 votos. Incluso este Tribunal Supremo, en el que Trump tiene seis miembros simpatizantes (tres nombrados por él, todo un récord) y solo tres no simpatizantes, no se atreverá a cambiar un resultado proveniente de tantos estados.

Trump se ha ido, pero, por triste que sea decirlo, el trumpismo está aquí para quedarse. Sin embargo, ¿estamos ante una situación específica de los Estados Unidos o se trata de un fenómeno más general? Creemos que, en una era marcada por la globalización, deberíamos intentar un análisis global. Estaríamos dejando afuera un trillón de hechos, eventos y análisis, pero este es ahora el destino del periodismo. Cualquiera podrá añadir lo que crea relevante y decidir lo que se ha dejado fuera. Y será un gran avance en relación con este breve análisis.

Pero empecemos primero con los Estados Unidos. La victoria de Biden proviene de una inusualmente alta participación en las elecciones del 67% de los votantes. En las elecciones estadounidenses, este indicador raramente excede el 50%, aunque la mayor participación se registró en 1900, cuando votó el 73% de la población. Recuerden que en los EEUU votar se define como un privilegio, no como un deber. Para votar hay que registrarse y muchos estados convierten este requisito en una tarea exigente, excluyendo automáticamente a la parte más frágil de la población.

viernes, 13 de noviembre de 2020

Elecciones en EEUU: Crónica de una victoria agridulce

Matías Bulnes, Heterodoxia

La victoria de Biden en las recientes elecciones ha sido recibida con alivio aquí en EEUU. Pero si uno quiere entender sus implicancias para el país y su futuro, la victoria misma no es lo más relevante. Lo más extraño es que Trump haya estado tan cerca de ganar, desafiando las predicciones de todas las encuestas, las cuales daban a Biden como ganador por paliza. Por una parte, los Demócratas tienen una mayoría estructural en el voto popular (aun cuando el sistema electoral no es proporcional). De hecho, Trump había ganado la elección del 2016 pero obteniendo menos votación que la candidata Demócrata, Hillary Clinton. Por otra parte, su último año de gestión había sido a todas luces catastrófico para el país, con EEUU permanentemente liderando la lista de países más afectados por la pandemia del COVID 19 y con niveles de violencia en las calles nunca antes vistos. Estas circunstancias hacen a los resultados de la elección, si bien un alivio, también un desastre para el partido Demócrata. ¿Cómo se explica que un presidente obviamente incapacitado para ejercer el cargo, con una pésima reputación en todos los sectores de la sociedad, con la sangre de más de un cuarto de millón de compatriotas en sus manos debido a la pandemia, y con la economía devastada, haya estado apunto de ganar la reelección? ¿Qué nos dice esto sobre el futuro de EEUU?

sábado, 7 de noviembre de 2020

Las elecciones en Estados Unidos: Entre guerra civil y crisis institucional

Alessandro Pagani 

Normalmente, en unas elecciones políticas, lo que verdaderamente cuenta es quién gana y quien pierde, en el caso de estas elecciones en los Estados Unidos de Norte América, las cosas no son así. Aun no conocemos claramente y definitivamente el nuevo presidente, al parecer, se trataría del candidato demócrata, John Biden, pero aun no es así tan seguro, ya que de serlo, Donald Trump apelaría a la Corte Suprema para que interviniera, y pidiendo que se contaran nuevamente todos los votos.

Así que, por la primera vez en la historia de las elecciones en Estados Unidos, no es tan importante quien gane, ya que ambos candidatos son nefastos, políticamente hablando.

Si ganara esa momia que es por cierto Biden, seria algo muy perturbador debido a sus precedentes políticos y crímenes de lesa humanidad, cuando fue vice presidente de la administración Obama, como fue en el caso de su participación activa en el golpe de Estado nazi-fascista en Ucrania en 2014, sin mencionar todas las guerras que llevaron adelante en sus años de vice presidencia, durante el gobierno Obama-Hillary Clinton en Libia y en Siria, solo para hacer algunos ejemplos. El mismo discurso vale por Trump con sus relaciones con el neofascismo, la participación en el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, el pasado 3 de enero, en el aeropuerto de la ciudad iraquí de Baghdad o en el caso de los acuerdos firmados con la entidad sionista de Israel, los así mal llamados “acuerdos del siglo nuevo” y la nueva OTAN árabe, los acuerdos de paz entre petromonarquias árabes e Israel. Lo que cuenta, finalmente, es – y esto es algo que ya está quedando bastante claro – el tipo de país que está saliendo de esa contienda electoral, y que podemos fijar en cinco breves puntos:

jueves, 29 de octubre de 2020

Chile celebra con cautela: no todo lo que reluce es oro

Marcos Roitman Rosenmann

Hay motivos para estar contentos. Los resultados son aplastantes. Las urnas han decidido: 78.27 por ciento aprueba elaborar una nueva Constitución y 79.22 por ciento decide que sea mediante elección popular al 100 por ciento. Son los datos. Pero quienes votaron el apruebo no es un grupo homogéneo. Baste considerar los partidos firmantes del Acuerdo por la paz social y una nueva Constitución (15/11/19).

Una mayoría se opone a reconocer derechos al pueblo mapuche (Estado pluriétnico); otros rechazan un rol protagónico del sector público en la elaboración de las políticas sociales en materia de salud, educación, vivienda, trabajo, pensiones o desoyen el compromiso con el medio ambiente. En definitiva, no todo lo que votó apruebo se inscribe en un proyecto transformador que camine hacia una democrática participativa y menos rupturista con el orden patriarcal. Podríamos asistir a un maquillaje político en el cual la nueva redacción sea una visión edulcorada del neoliberalismo, avalada por unos constituyentes espurios.

martes, 20 de octubre de 2020

¿Por qué China ganó la batalla contra el Covid-19?

Alessandro Pagani

Independientemente del marximetro que se utiliza para lanzar adjetivos o definiciones políticas sobre China, la eficacia demostrada por el gigante asiático para resolver rápidamente la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 y minimizar su impacto económico, especialmente en comparación con las experiencias de los países occidentales, es universalmente reconocida (o casi).

Pero, ¿a qué se debe atribuir este éxito? Según el economista italiano Francesco Macheda de la Universidad Bifrost, en Islandia, autor de un reciente trabajo sobre el tema, The role of State-Owned Enterprises in China’s fight against the coronavirus disease razones (El papel de las empresas estatales en la lucha de China contra el COVID-19), se encuentran principalmente en las características estructurales del modelo de desarrollo chino, y más específicamente en la extensión del sector público de la economía China y el papel clave de las empresas estatales (empresas estatales, SOE), así como la fuerte presencia pública dentro del sector bancario, el sector industrial. La tesis de Macheda es que la presencia masiva del Estado en la economía “le ha brindado al gobierno del país los recursos necesarios para reducir significativamente el tiempo para resolver la crisis de salud, reactivar prontamente la cadena productiva nacional y maximizar la efectividad de los estímulos fiscales”. y las políticas monetarias tienden a estabilizar la producción “.

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