Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada
El escrutinio de 50 mil correos de Hillary Clinton, desviados ilegalmente a su servidor privado, confirman lo sectario de su política exterior, que perjudica los superiores intereses geoestratégicos de Estados Unidos, cuando fue tanto secretaria del Departamento de Estado como rehén de los intereses bursátiles del vilipendiado banco de inversiones Goldman Sachs y del siniestro megaespeculador George Soros (presunto prestanombres de los banqueros esclavistas Rothschild) con el fin de favorecer a Israel y destruir los mundos árabe y persa.
Ahora 147 agentes de la FBI analizan sus correos con 52 mil páginas divulgadas por el Departamento de Estado, mediante los cuales la pugnaz Hillary pudo haber puesto en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos (https://goo.gl/CILSGU) y que le pueden complicar el camino a su nominación por el Partido Demócrata, que parecía irresistible y puesta en jaque con el sorprendente cuan vigoroso repunte del socialista Bernie Sanders (admirable judío jázaro antisionista y anti Wall Street).
Wikileaks rastrea las 52 mil páginas de correos privatizados por Hillary que exhiben su estrecha relación con los banqueros noratlánticos Rothschild y Rockefeller (http://goo.gl/LniDGI).
En un perturbador correo, Hillary había bendecido la invasión de Estados Unidos a Libia con el fin de impedir el lanzamiento del dinar-oro, la nueva divisa libertaria de Muammar Kadafi, que hubiera puesto en aprietos al dólar estadunidense y a los intereses galos en África, sin contar los despojos del agua y el gas del país norafricano, hoy totalmente descuartizado a consecuencia de la fallida intervención militar de la OTAN (http://goo.gl/uYjMSd).
El Departamento de Estado también devela del servidor privado de Hillary un correo en el que anhela el derrocamiento del presidente sirio Bashar al-Assad para beneficiar a Israel, donde la ex canciller comete el grave error prospectivo de aseverar que Rusia no intervendría, lo cual resultó totalmente erróneo, cuando el zar Vlady Putin, al corte de caja de hoy, está resultando el gran triunfador en Siria, lo cual ha obligado en el lapso de un año a tres viajes del secretario de Estado John Kerry a Rusia –similar a la humillación en Canossa del emperador Enrique IV ante el papa Gregorio VI en 1077– a negociar los contenciosos de Ucrania y Siria que posicionan nolens volens la dimensión de superpotencia de Moscú.
Hillary alega que la mejor manera de ayudar (sic) para que Israel lidie con la capacidad nuclear creciente de Irán es ayudar (sic) al pueblo de Siria a derrocar al régimen de Bashar al-Assad, ya que la relación estratégica entre Irán y el régimen de Bashar al-Assad constituye una amenaza a la seguridad de Israel (https://goo.gl/9QbJo8).
Desde la creación del Estado racista/ apartheid de Israel en 1948, gracias al apoyo de los banqueros Rothschild, todo aquello que no se someta a sus intereses misántropos y sectarios es tildado viciosamente de amenaza a su seguridad.
Hillary, de gatillo fácil, amenazó asesinar a Bashar Assad y su familia (sic) como hizo con Kadafi: con su vida y la de su familia (sic) en riesgo, sólo la amenaza o el uso de la fuerza cambiará la mente del dictador sirio Bashar al-Assad. Se recuerda que Kadafi fue sodomizado (¡literalmente!) con la atroz bendición de Hillary.
Para Hillary derrocar a Assad no solamente sería una bendición (sic) masiva a la seguridad de Israel, sino también facilitaría el miedo (sic) comprensible de Israel de perder su monopolio (sic) nuclear.
¿De qué canonjías celestiales goza Israel para ser el único país poseedor de armas nucleares en todo el Medio Oriente, en detrimento del resto de los países sometidos a su chantaje atómico?
Según Hillary, cuando Assad se haya ido, e Irán ya no sea capaz de amenazar a Israel mediante sus aliados, es posible que Estados Unidos e Israel puedan acordar líneas rojas cuando el programa de Irán haya atravesado un umbral inaceptable.
Mientras Obama se lava las manos del grave error de Estados Unidos en Libia –que endosa a Gran Bretaña (GB) y a Francia (http://goo.gl/7100Yx)–, para Hillary la operación Libia no tuvo consecuencias duraderas para la región. ¡Cómo!
Hoy Libia, en plena balcanización, se ha vuelto el foco de la desestabilizadora migración al sur de Europa y opera ya como el nuevo centro norafricano de los yihadistas que empiezan a abandonar el teatro de batalla en Siria e Irak después de haber cumplido su misión.
La genial idea de Hillary era que Washington debería empezar a expresar su voluntad para trabajar con sus aliados regionales como Turquía, Arabia Saudita y Qatar para organizar, entrenar y armar a las fuerzas rebeldes sirias cuando los funcionarios rusos han ya admitido que no obstaculizarían una intervención. ¡Qué manera de equivocarse!
Rudy Giuliani, anterior alcalde de Nueva York, fustigó que Hillary pudiera ser considerada miembro fundador de los yihadistas debido a que ella era secretaria de Estado durante el retiro de Irak de la administración de Obama (http://goo.gl/Vmvd6x). ¡Uf!
Dejo de lado la conexión de las cuentas de Twitter de los yihadistas de Daesh/Isis con el gobierno de GB (http://goo.gl/kbslCs) para referir cómo Google, miembro del conglomerado GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon), al unísono de Hillary, buscaba derrocar a Bashar apoyando a los rebeldes sirios, de acuerdo con correos expuestos por Wikileaks (https://goo.gl/Dn2HHb), donde el israelí-estadounidense Jared Cohen (anterior funcionario del Departamento de Estado y hoy director ejecutivo de Google Ideas) avisa a funcionarios de Hillary que su “equipo planea lanzar una herramienta (…) que rastreará y mapeará en forma pública las deserciones (sic) en Siria y de qué partes provienen del gobierno”, en asociación con la televisora qatarí Al Jazeera, que será la propietaria de la herramienta con que retransmitiremos en Siria, lo cual creemos que puede tener un impacto (sic) importante.
¡La sinergia golpista entre televisoras y aparentemente inocuos buscadores!
Julian Assange, fundador de Wikileaks, en su libro Cuando Google encontró a Wikileaks (https://goo.gl/hPN1zb), había señalado al israelí-estadounidense Jared Cohen como el director de Google para el cambio de régimen.
En otro correo, los servicios de inteligencia de GB, Francia e Israel observan un lado positivo (sic) de la guerra civil en Siria, ya que la caída de Assad pudiera muy bien incendiar una guerra sectaria entre los chiítas y la mayoría de sunitas en la región, atrapando a Irán, lo que, en la óptica de los comandantes israelíes, no sería una mala (sic) cosa para Israel y sus aliados occidentales, lo cual pudiera ser un factor en la caída eventual del gobierno de Irán (https://goo.gl/7kYLyO).
El grave defecto de los alucinantes esquemas bancarios israelí-anglosajones de Wall Street/la City y sus marionetas políticas en Estados Unidos y GB es que Israel, encapsulado en su gueto racista, podrá amedrentar con su clandestina panoplia de 400 bombas nucleares, pero difícilmente podrá ser aceptado si no se universaliza y se civiliza.
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