Los dos países más grandes de América Latina han dado su apoyo a la Argentina en su disputa legal con los acreedores disconformes, con lo que crece el optimismo respecto a que el país podrá evitar su segunda cesación de pagos en trece años. Brasil y México presentaron escritos en los que respaldan a la Argentina, que ha pedido a la Suprema Corte de los Estados Unidos que revise los fallos de los tribunales inferiores que impiden al país realizar los pagos correspondientes a su deuda reestructurada si no abona la totalidad del monto que por el impago de 2001 le reclaman acreedores como Elliott Management Corp., perteneciente al multimillonario administrador de fondos de cobertura Paul Singer. De quedar intactos, esos fallos sentarían un precedente que hará que para los países sea más difícil renegociar la deuda en suspensión de pagos, dijeron Brasil y México.
JPMorgan Chase Co. y Credit Suisse Group AG afirman que el apoyo regional eleva las probabilidades de que la Suprema Corte pida la opinión del gobierno del presidente Barack Obama, lo que podría aplazar el cierre de la causa hasta fin de año. Estas versiones están impulsando un aumento en los bonos argentinos, cuyo incremento del 4,6 por ciento en este mes es el más grande entre los países de mercados emergentes que sigue JPMorgan.
Brasil se presentó como 'amicus curiae' para respaldar el pedido de Argentina y dijo que, si se las confirma, “las órdenes judiciales proyectarán su sombra sobre todo el mercado mundial de deuda soberana”. En su escrito, México alegó que el fallo del tribunal de apelaciones “ha dado a bonistas privados el poder de poner en peligro la economía de una nación soberana”. Francia expresó en el escrito que presentó ayer que el fallo tendría “consecuencias adversas” para la capacidad de un país de encarar reestructuraciones de deuda ordenadas y negociadas como medio de evitar un impago. El Premio Nobel Joseph Stiglitz realizó una presentación que también apoya la posición argentina.
Argentina incumplió con el pago de US$95.000 millones en bonos en 2001. Si bien el 93 por ciento de los acreedores aceptaron pérdidas de 70 centavos por dólar de valor nominal en las reestructuraciones de 2005 y 2010, los inversores que no entraron al canje presentaron demandas para cobrar el monto total de su deuda. El plazo de los escritos llamados de amicus curiae vencía ayer y estos deben ser notificados a los abogados de la causa diez días antes de su fecha de vencimiento. Los tenedores de bonos impagos tienen hasta el 7 de mayo para responder.
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