Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
miércoles, 13 de mayo de 2009
El día después de la Crisis
Este curioso título tuvo el seminario realizado por Conupia (Confederación Gremial Nacional Unida de la Mediana, Pequeña Microindustria, Servicios y Artesanado de Chile), en la ex sede de la Cámara de Diputados, un hermoso e histórico edificio ubicado en el centro de Santiago, que se conserva como una reliquia arquitectónica, dado que el Actual Congreso fue trasladado a fines de la dictadura militar (1989) a la Región de Valparaíso, 120 km al NW de Santiago.
Lo de curioso título tiene relación al hecho de que hasta septiembre del año pasado tanto el Gobierno, como el Ministerio de Hacienda y, sobretodo, el Banco Central, negaban la crisis y sostenían expresiones como "Chile está blindado ante cualquier fenómeno externo", "Tenemos el traje de baño bien puesto", etc. Recordemos que el Banco Central subió sistemáticamente las tasas de interés el año pasado en 400 puntos; y que hasta diciembre la orden del Gobierno fue disminuir el gasto público.
¿Cuando comenzó la crisis en Chile? Porque para hablar de "el día después", tienen que haber existido los días previos a la crisis. Pero, claro, lo que pasa es que ahora estamos en medio de la crisis y no sabemos qué tan adentro o qué tan afuera de ella. Porque si bien algunos economistas llevamos más de una década dando cuenta de las falencias del modelo económico, y advirtiendo el estallido de esta crisis, para los fundamentalistas del modelo al estilo de Gary Becker, hasta octubre del año pasado, tras, incluso la quiebra de Lehman Brothers, "no íbamos rumbo a una depresión". Al fin el gobierno reconoce la fuerza de esta crisis y destina una inédita y contundente artillería de medidas para controlarla. El punto es ¿cuánto tiempo puede durar esta medicina?
Con la misma fuerza con que se promueven recetas salvadoras, habría que someter el modelo económico al quirófano para detectar los cánceres a extirpar, los órganos a trasplantar y los by-pass a instalar para reordenar la economía en aras a una mejor distribución de los recursos. Está claro que el neoliberalismo ha fracasado en toda la línea, como está expresado en numerosos artículos de este blog, y cuyo dato más contundente lo da la inequidad en la distribución del ingreso y la destruccón masiva del ambiente y los recursos. Por eso, más que presentar recetas salvadoras, el gobierno debería aspirar a establecer un modelo de desarrollo que promueva la sustentabilidad, el cuidado al ambiente y el respeto al trabajo. En todo caso, no es una tarea que pueda hacer, por si solo, un país pequeño. Pero debemos crear conciencia para que todo el mundo aspire a ese desarrollo sustentable que puede mejorar la calidad de vida en todo el planeta.
Algunas lecturas:
"El libre mercado se nos escapó de las manos"
La caída de un avión en llamas
Para salvar a la economía y al Planeta
Paul Samuelson: "Esta crisis es un trabajo de monstruos diabólicos"
Y ahora, ¿cómo hacemos rebotar el empleo?
¿Quien ganó con el control de la inflación?
La locura sistémica del corto plazo
Los estragos regresivos del neoliberalismo
Presentación de María Olivia Recart: El día después de la crisis
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Hola,parece que todos los Gobiernos están reaccionando de la misma manera o similar. Es lo habitual, hasta ahora o bien no se han dado cuenta de la gravedad de la situación o prefieren ignorarlo y
ResponderBorrarseguir mirando para otra parte.
Ya llegará el momento de reconocer todo eso que dices sobre el fracaso del neoliberalismo económico y de promover una nueva forma de distribución de los recursos, es cuestión de tiempo.
Si se cumplen las previsiones de algunos, que no por ser catastrofistas carecen de fundamento, no quedará más remedio.
Un saludo
Marco:
ResponderBorrarNo me sorprende que los gobiernos y los gobernantes en general tengan una visión individualista y cortoplacista de los fenómenos sociales y que no se embarquen en reformas que resuelvan los problemas de fondo. En especial, cuando el problema de fondo no es tanto un invisible sistema imperante sino nuestra propia inhumana forma de ser.
Lo que está matándonos lentamente es el individualismo y el egoísmo que nos hace buscar preferentemente nuestro propio bien por sobre el Bien de los demás.
Lo perverso del neoliberalismo que con valentía tú combates al igual que muchos otros "ismos" es precisamente que se enraizan en lo más perverso de lo humano que es el individualismo en cualquiera de sus formas.
Ok, para sanar las heridas primero hay que limpiarlas, rasparlas y esto es desagradable y doloroso, parece que los parches curitas no han funcionado y la limpieza viene tardia, estamos todos en esto, yo creo que no hay recetas, si, conciencia y hay que hacerla funcionar.
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