sábado, 5 de agosto de 2017

"Carnicería americana": EEUU consumido por las drogas

Raúl Zibechi, Sputnik

La crisis sanitaria que emerge en Estados Unidos es apenas la punta del iceberg de problemas mucho más profundos y de carácter estructural. Dos de ellos parecen insoslayables: la hegemonía del capital financiero y la ambición por mantenerse en el primer lugar en el mundo mediante el uso y abuso de su poder militar.

Aunque es un tema bien conocido, la máxima autoridad económica estadounidense, Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, alertó que la epidemia de muertes por drogas está trastocando el mercado laboral al punto que las industrias no encuentran personal calificado para cubrir vacantes. Yellen compareció ante el Senado de los EEUU a mediados de julio, donde afirmó que "la industria manufacturera tiene dificultad para dar con aspirantes con la preparación adecuada para desempeñar sus funciones" aunque, paradójicamente, el sector capacitado de la población "no se moviliza porque los salarios son bajos".

La tasa de participación laboral de los estadounidenses se encuentra al mismo nivel que en la década de los 70, hace casi medio siglo, en gran medida por "la adicción de los jóvenes en edad de trabajar a los opiáceos". La funcionaria encontró tres razones para esa verdadera epidemia, que mata más personas que el pico del sida, alcanzado en 1995. Los jóvenes consumidores no se forman porque abandonan sus estudios. En segundo lugar, el consumo de opiáceos y otras drogas los apartan cada vez más del mercado de trabajo. En tercero, se registra una elevada tasa de suicidios y muertes por sobredosis, en gran medida por depresiones, en regiones que sufren problemas económicos y desocupación.

La humanidad ya consume los recursos de 1,7 veces el planeta


Enric Llopis, Rebelión

El ser humano consume ya los recursos producidos por 1,7 veces el planeta (2,4 en el estado español), advirtió el pasado dos de agosto WWF. Esta organización conservacionista y Global Footprint Network han señalado la importancia de la fecha, ya que muestra el creciente impacto de la actividad humana sobre el medio natural. Si en 1997 el ser humano consumió a finales de septiembre el equivalente a los recursos anuales que la naturaleza puede regenerar; en 2016 la fecha se adelantó al ocho de agosto y en 2017, al día dos del mismo mes. Es el denominado “Día de la Sobrecapacidad de la Tierra”, que avanza año a año en el calendario.

Global Footprint Network destaca las emisiones de carbono como principal componente de la “huella ecológica” humana en el planeta, que además ha registrado un significativo aumento en las últimas décadas: pasó del 43% en 1961 al 60% en 2012 (el resto de componentes evaluados son tierras de cultivo y pastoreo, zonas de pesca, superficie forestal y suelo urbanizado). La causa principal de este predominio es el consumo de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural). Además de ser el principal factor de la “huella ecológica” a escala mundial, las emisiones de carbono lo fueron en 145 de los 233 países evaluados en 2012, según el informe de WWF “Planeta Vivo. Riesgo y resiliencia en el antropoceno” (2016).

En un artículo titulado “El planeta entra en números rojos”, la organización conservacionista destaca acciones cotidianas al alcance de cualquier ciudadano para retrasar el “Día de la Sobrecapacidad de la Tierra”. Por ejemplo, la reducción del uso del automóvil. Sin embargo, las tendencias son poco halagüeñas. La Organización Mundial de Constructores de Automóviles (OICA) informa que la producción global de vehículos aumentó un 5% en 2016 respecto al año anterior, lo que supone 94 millones de coches, vehículos comerciales y autobuses fabricados en 2016. China mantiene un rotundo liderazgo. Además, en 2014 se superó la cifra de 1.200 millones de automóviles circulando por el planeta.

viernes, 4 de agosto de 2017

¿Porqué los pobres votan a la derecha?

Tras cada nueva elección, la misma sensación de sorpresa. ¿Cómo explicar que una masa de electores pobres se desplace a las urnas para aportar su apoyo a los mismos que proponen en primer lugar reducir los impuestos de los ricos. En su prefacio al libro de Thomas Frank, Pourquoi les pauvres votent à droite ? (Porqué los pobres votan a la derecha?), Serge Halimi da elementos para analizar esta paradoja que está lejos de ser solo americana o francesa.
Serge Halimi, Viento Sur

En noviembre de 2004, el Estado más pobre de los Estados Unidos, Virginia Occidental, reeligió a George W. Bush con más del 56% de los votos. Luego no ha dejado de apoyar a los candidatos republicanos a la Casa Blanca. Sin embargo, la New Deal había salvado a Virginia Occidental durante los años 1930. El Estado permaneció como bastión demócrata hasta 1980, hasta el punto de votar entonces contra Ronald Reagan. Sigue siendo aún hoy un feudo del sindicato de mineros y recuerda a veces que “Mother Jones” figura del movimiento obrero americano, tomó parte en él. Entonces, ¿Virginia Occidental es republicana? La idea parecía tan estrafalaria como imaginar ciudades “rojas” como Le Havre o Sète “cayendo” en manos de la derecha. Justamente, esta caída se ha producido ya… Pues la historia americana no deja de tener resonancias en Francia.

Más que en Virginia Occidental, Thomas Frank ha investigado en su Kansas natal. La tradición populista de izquierdas fue también viva allí, pero su desaparición es más antigua. Allí ha visto como se cumplía el sueño de los conservadores: una fracción de la clase obrera procura a éstos los medios políticos para desmantelar las conquistas arrancadas anteriormente por el mundo obrero. La explicación que Frank plantea no es solo -no estrictamente- religiosa o “cultural”, ligada al surgimiento de cuestiones susceptibles de oponer dos fracciones de un mismo grupo social -hay que pensar por ejemplo en el aborto, el matrimonio homosexual, la oración en las escuelas, la pena de muerte, el tema de las armas de fuego, la pornografía, el lugar de las “minorías”, la inmigración, la discriminación positiva… Cuando el movimiento obrero se deshace, la lista de estos motivos de discordia se alarga. Luego la vida política y mediática se recompone alrededor de ellos. La derecha americana no ha esperado a Richard Nixon, Ronald Reagan, George W. Bush y el Tea Party para descubrir el uso que podría hacer de los sentimientos tradicionalistas, nacionalistas o simplemente reaccionarios de una fracción del electorado popular. Recurrir a ellos le parece tanto más ventajoso en la medica en que opera en un país en el que los impulsos socialistas han permanecido frenados y el sentimiento de clase menos pronunciado que en otras partes.

jueves, 3 de agosto de 2017

Los ciudadanos griegos no ven la luz al final del túnel


Helena Smith, The Guardian /El Diario

"Ya hemos dejado atrás las peores etapas de la crisis". Panaghiota Mourtidou, la jovial fundadora de un grupo de voluntarios, le ha dado muchas vueltas a esta afirmación, pronunciada días atrás por el primer ministro griego. Aunque ya han pasado unos días desde que Alexis Tsipras considerara oportuno hacer estas declaraciones, la voluntaria sigue mostrando su desconcierto. "Es obvio que los políticos no conocen la realidad de la calle –afirma–, porque lo cierto es que la situación no podría ser peor".

Han pasado cuatro años desde que the Guardian habló por primera vez con Mourtidou. En esa ocasión, preparaba paquetes de comida en el Club Solidario donde ella y otros ciudadanos concienciados ayudaban como voluntarios. Se ponían delante de la sede local del Partido Syriza. Por aquel entonces, la voluntaria, votante de izquierdas, creía que Tsipras y Syriza, un partido que era considerado radical, eran los únicos que podían salvar Grecia y evitar el colapso económico.

Tsipras prometió poner fin a las medidas de austeridad. Su puño en alto y su discurso apasionado consiguieron conectar con el sentimiento de justicia de la mujer. En el verano de 2013, cuando faltaban casi 18 meses para que ganara las elecciones, el político era "la gran esperanza, la gran promesa de un futuro mejor".

Brexit y la rueda de la fortuna

Alejandro Nadal, La Jornada

Corre el rumor de que el único proyecto que nunca fue aprobado por la reina de Inglaterra fue la monumental rueda de la fortuna sobre el río Támesis, casi enfrente del parlamento. Para los puristas en arquitectura, el artefacto no es la mejor parte de la silueta de Londres, pero para las nuevas generaciones ya es tan parte del paisaje urbano como el Big Ben.

Pero así como la fortuna le sonríe a algunos y a otros les desfavorece, los funcionarios encargados de negociar la salida del Reino Unido de la Unión Europea están descubriendo lo complicado y costoso del proceso. El contraste entre la rueda de la fortuna en Londres y el Brexit es que a la reina no le ha quedado más remedio que dar el visto bueno para que la señora Teresa May formara un gobierno de minoría y comenzara las duras negociaciones para definir los términos de la salida de la Unión Europea (UE).

Esas negociaciones tienen varios senderos posibles. En uno de ellos, por ejemplo, el Reino Unido buscaría mantener una relación económica con la UE sin perder soberanía y sin estar sometida a la legislación de la unión. La pretensión sería conservar los privilegios de las relaciones comerciales actuales, pero sin tener que respetar la norma europea en materia de tránsito de personas, migración y sin someterse a la Corte europea de justicia. Claramente es la opción que prefieren la confederación de industrias y las cámaras de comercio del Reino Unido. Pero las negociaciones para un convenio comercial nuevo llevarían más de los dos años que contempla el artículo 50 del Tratado de Lisboa.

miércoles, 2 de agosto de 2017

Investigación revela que el parasitismo financiero está detrás del alto costo de medicinas

Nick Beams, wsws.org

El viernes 14 de julio el periódico neoyorquino New York Times publicó un artículo escrito por la editora Gretchen Morgenson sobre la industria farmacéutica y los precios de medicinas en Estados Unidos. Ese artículo, intitulado Big Pharma Spends on Share Buybacks, but R&D? Not So Much (“Las grandes farmacéuticas gastan más en recomprar sus acciones pero, ¿en investigación y desarrollo? muy poco”) pone el dedo en la herida de uno de los fenómenos actuales más significativos —la explosión de parasitismo financiero.

El artículo de Morgenson está basado en un ensayo del Instituto de Nuevo Pensamiento Económico (Institute for New Economic Thinking) intitulado US Pharma’s Financialized Business Model (“El modelo financiero de negocios de los farmacéuticos estadounidenses”) que revela que los exorbitantes precios de medicinas en Estados Unidos —los más altos del mundo— nada tienen que ver con lo que las empresas alegan, que altos precios son imprescindibles para estimular importantísimas investigaciones. Demuestra que en realidad el alto costo de medicinas es la consecuencia de maniobras financieras de las farmacéuticas para que más lucren sus accionistas, principalmente mediante ofertas públicas de recompra de acciones.

martes, 1 de agosto de 2017

Venezuela y la Asamblea Nacional Constituyente: ¿poco o mucho?

Atilio Boron

Pocas veces se celebraron elecciones en un contexto tan signado por la violencia como las de este domingo pasado en Venezuela. Hay pocas experiencias similares en el Líbano, Siria e Irak. Tal vez en los Balcanes durante la desintegración de la ex Yugoslavia. Dudo que en algún país europeo o mismo en Estados Unidos se hubiera celebrado elección alguna en un contexto similar al venezolano. Por eso que algo más de ocho millones de personas hayan desafiado a la derecha terrorista con sus sicarios, pirómanos, saqueadores y francotiradores y concurrido a emitir su voto demuestra el arraigo del chavismo en las clases populares y, además, un valor a toda prueba para luchar por la paz y repudiar la violencia. Y cuando el CNE dice que votaron 8.089.320 personas es así nomás, doblemente certificado por la cédula electoral y el control de las huellas dactilares de cada uno de los votantes. Ese material está allí, sujeto a verificación por parte de la oposición o de observadores independientes, contrariamente a lo ocurrido con la pantomima electoral de la MUD el 16 de Julio que en una hilarante innovación en el arte y la ciencia de la política procedió a admitir votantes con o sin documentos, sufragar cuantas veces lo quisiera para luego quemar todos los registros una vez terminado el relampagueante recuento de los 7 millones y medio de votos que mienten haber recibido.

lunes, 31 de julio de 2017

¿Mike Pence, presidente número 46 para sustituir a Trump?

Alfredo Jalife, La Jornada

Después de la humillante derrota de Trump y el Partido Republicano (PR) en el Senado para repeler el Obamacare, Rick Tyler –anterior jefe de prensa del senador Ted Cruz–sentenció, en el tóxico programa Morning Joe, que “la presidencia de Trump había terminado (https://goo.gl/WcZtfj)”.

El problema con estas perentorias exequias es que Rick Tyler carece de credibilidad al haber inventado una historia falsa sobre el senador Marco Rubio, por lo que fue fulminantemente despedido.

Si el medio es el mensaje, como sustentó el célebre comunicólogo Marshall McLuhan, tampoco los controvertidos conductores de Morning Joe –quienes padecen trumpofobia infinita– son muy creíbles.

Los múltiples intentos y fracasos de Trump y el Partido Republicano para repeler el Obamacare epitomizan su impericia política, que carcome la necesaria cohesión para la gobernabilidad, pero, como decía Yogi Berra –estrella beisbolista de los Yanquis de Nueva York–, el juego no se acaba, hasta que se acaba.

domingo, 30 de julio de 2017

El capitalismo de amiguetes: Coca-cola y el presidente Trump

Vicenç Navarro, Público

Una de las posturas ampliamente extendida entre economistas neoliberales (que goza de gran visibilidad mediática en los mayores medios de comunicación, tanto privados como públicos y tanto escritos como orales y televisivos) es que el mayor problema de la economía española es que el Estado ha sido gestionado y dirigido por gente muy poco competente, que no sobrevivirían en el sector privado. Según tales economistas, los gestores públicos no tienen ni idea de cómo debería gestionarse una empresa. Lo que se necesitaría, dicen tales autores, es permitir que sean grandes empresarios los que contribuyan con su experiencia a la eficiencia de la gestión pública. En Catalunya, el economista de mayor proyección mediática en la televisión pública TV3, de clara sensibilidad neoliberal, ha enfatizado en más de una ocasión que el problema del Estado español (y catalán) es que los que lo gestionan no tienen ninguna experiencia en la empresa privada, alentando que sean gestores de tales empresas los que gestionen también las públicas.

Trump como modelo de la gestión empresarial

Lo que hemos estado viendo en la Administración Trump es la toma del poder directo de los distintos aparatos del Estado por la clase empresarial del país, en un proceso en el que las mayores agencias del Estado pasan a ser dirigidas por grandes empresarios o gestores próximos a las grandes empresas del país sin ningún intermediario. Es la máxima expresión del “capitalismo de amiguetes” en el que todo el aparato del Estado está dirigido y gestionado por los amiguetes del presidente.

Grecia, el rechazo de las deudas ilegítimas, una lucha que une

Eric Toussaint, CADTM

Casi doscientas personas se reunieron en el cine al aire libre Dexameni, en el barrio Kolonaki de Atenas, el lunes 17 de julio para asistir a una conferencia y a la proyección de dos documentales realizados en colaboración con el CADTM. La actividad fue organizada conjuntamente por la Comisión para la Verdad sobre la Deuda Griega y la asociación Justicia para Todos. El vídeo de animación titulado «La dette grecque, une tragédie européenne» (La deuda griega, una tragedia europea) se proyectó al principio de la sesión. Este vídeo, realizado por el equipo de Lieja Productions du Pávet y el CADTM, recibió muchos aplausos.

Entre la militancia reunida esa tarde reconocimos a diversas figuras procedentes de un amplio abanico de la izquierda que resiste a los memorandos: Zoe Konstantopoulou (expresidenta del Parlamento griego y fundadora del partido político Rumbo de Libertad), tres exministros del primer Gobierno de Tsipras (Panagiotis Lafazani, Dimitri Stratoulis y Nadia Valavani, todos miembros de Unidad Popular), el jurista Nikos Konstantopoulos (expresidente de Syriza a principios de los años 2000), Aris Chatzistefanou (director de las películas Debtocracy, Catastroïka… y animador de la web Infowar) , Leonidas Vatikiotis (coguionista de Debtocracy y Catastroïka), Moisis Litsis del CADTM Grecia, Kostas Bitsani (compañero de la eurodiputada Sofia Sakorafa, de viaje en Bruselas esta tarde), Antonis Ntavanelos (exmiembro del buró político de Syriza) y Sotiris Martiris (ambos miembros de DEA y de Unidad Popular), Stathis Kouvelakis (exmiembro del Comité Central de Syriza y miembro de Unidad Popular), Diamantis Karanastasis, uno de los impulsores de Curso de Libertad, Marie Laure Coulmin, coordinadora del libro colectivo Les Grecs contre l’Austérité (Los griegos contra la austeridad); militantes sindicales y muchos ciudadanos y ciudadanas que no participan habitualmente en las reuniones de la izquierda radical. Una auténtica reunión en un contexto en el que la unidad de acción entre resistentes es más necesaria que nunca. Es raro ver semejante diversidad y es importante señalar que la lucha contra las deudas ilegítimas constituye una temática que puede reunir a todo el mundo, aunque no es fácil.

sábado, 29 de julio de 2017

La narratura​ ​del capitalismo

Jorge Majfud, Alai

¿Realmente le debemos la modernidad al capitalismo?

Una de las afirmaciones que los apologistas del capitalismo más repiten y menos se cuestiona es aquella que afirma que este ha sido el sistema que más riqueza y más progreso ha creado en la historia. Le debemos Internet, los aviones, YouTube, las computadoras desde la que escribimos y todo el adelanto médico y las libertades sociales e individuales que podemos encontrar hoy.

El capitalismo no es el peor ni el menos criminal de los sistemas que hayan existido, pero esta interpretación arrogante es, además, un secuestro que la ignorancia le hace a la historia.

En términos absolutos, el capitalismo es el período (no el sistema) que ha producido más riqueza en la historia. Esta verdad sería suficiente si no consideramos que es tan engañosa como cuando en los años 90 un ministro uruguayo se ufanaba de que en su gobierno se habían vendido más teléfonos móviles que en el resto de la historia del país.

La llegada del hombre a la Luna no fue simple consecuencia del capitalismo. Para empezar, ni las universidades públicas ni las privadas son, en sus fundamentos, empresas capitalistas (excepto algunos pocos ejemplos, como el fiasco de Trump University). La NASA tampoco fue nunca una empresa privada sino estatal y, además, se desarrolló gracias a la previa contratación de más de mil ingenieros alemanes, entre ellos Wernher von Braun, que habían experimentado y perfeccionado la tecnología de cohetes en los laboratorios de Hitler, quien invirtió fortunas (cierto, con alguna ayuda económica y moral de las grandes empresas norteamericanas). Todo, el dinero y la planificación, fueron estatales. La Unión Soviética, sobre todo bajo el mando de un dictador como Stalin, ganó la carrera espacial al poner por primera vez en la historia el primer satélite, la primera perra y hasta el primer hombre en órbita doce años antes del Apollo 11 y apenas cuarenta años después de la revolución que convirtió un país atrasado y rural, como Rusia, en una potencia militar e industrial en unas pocas décadas. Nada de eso se entiende como capitalista.

jueves, 27 de julio de 2017

Octubre de 1917, la Revolución que reinventó el mundo

Josep Fontana, Público

La conmemoración del centenario de la revolución rusa de octubre de 1917 debería llevarnos a una evaluación razonada de sus aciertos y sus errores, de la cual podamos sacar lecciones útiles para un presente de desconcierto e incertidumbre.

Entre sus aportaciones positivas figura en primer lugar la de haber alentado en todo el mundo las esperanzas de cambio y la voluntad de protesta de los de abajo hasta forzar a los gobiernos del capitalismo avanzado a desarrollar políticas de “reformismo del miedo” para defenderse de la amenaza potencial de la subversión. Fue en gran medida el miedo al comunismo lo que favoreció que la socialdemocracia crease lo que llamamos el estado del bienestar, basado en una redistribución de los beneficios de la actividad económica. La prueba de ello es que cuando, a fines de los años setenta, desapareció el miedo al comunismo,comenzó el desguace del estado del bienestar y se inició la etapa de desigualdad creciente en que estamos hoy sumergidos.

Otra de sus aportaciones decisivas fue su contribución al proceso de descolonización, un campo en el que los comunistas se mantuvieron activos desde que en 1927 inspiraron la reunión en Bruselas de la Liga contra el imperialismo que reunió a representantes de 134 organizaciones, procedentes de 37 territorios coloniales distintos, con la participación de figuras como Sukarno, Nehru, Haya de la Torre, Messali Hadj y una amplia representación del Kuomintang chino. Un año más tarde, en septiembre de 1928, el sexto congreso de la Internacional comunista publicaba unas Tesis sobre los movimientos revolucionarios en los países coloniales y semicoloniales en que se planteaban los métodos con que ayudar a las “revoluciones democrático-burguesas” de estos países.

Entre sus errores más graves figura el de haber renunciado al ideal leninista de crear una sociedad que, tras una fase transitoria de dictadura del proletariado, procedería a abolir gradualmente todos los mecanismos de poder del estado –la policía, el ejército y la burocracia- iniciando así el camino hacia su desaparición y hacia una sociedad en que se preveía incluso el fin del trabajo asalariado. Lejos de ello, el poder soviético acabó erigiendo un estado opresor, escudándose en la necesidad de defender la revolución de sus enemigos internos y externos.

miércoles, 26 de julio de 2017

Brexit, la noticia silenciosa

Alejandro Nadal, La Jornada

Ya casi nadie habla del Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). Para muchos esa ya no es noticia y después de la tormenta del referendo de junio de 2016, cuando el electorado decidió abandonar la UE, parece que las aguas han vuelto a su cauce normal. Pero las apariencias engañan. Debajo de la aparente calma hay varios volcanes preparándose para hacer erupción. Se ha escrito mucho sobre las razones que explican el resultado del referendo. Pero todavía falta mucho que analizar sobre las consecuencias de ese sufragio de dimensiones telúricas.

Durante la campaña anterior al referendo, el entonces primer ministro David Cameron luchó ferozmente por la permanencia en la Unión Europea. Pero a pesar de lanzar mensajes alarmistas sobre un supuesto colapso económico en caso de ganar el voto negativo, no pudo convencer a unos electores cansados de años de política neoliberal y ávidos de buscar chivos expiatorios. Hoy la libra esterlina permanece un 15 por ciento por debajo del valor que tenía antes del referendo con respecto del euro, pero la economía no sufrió un colapso (todavía). De todas maneras, es importante recordar que la votación en el Reino Unido fue fragmentada. Inglaterra y Gales votaron en favor de abandonar la UE. Pero Escocia e Irlanda del Norte rechazaron la salida y votaron de manera decisiva en favor de permanecer en la Unión Europea. Al día siguiente del referendo Cameron debió renunciar y en su lugar quedó Teresa May, quien había fungido como secretaria del interior.

martes, 25 de julio de 2017

La Nigeria de la vergüenza, uno de los países con más desigualdad del mundo

Nigeria es el último en la lista de 152 países ordenados según su “compromiso para reducir la desigualdad”, según un reciente informe de Oxfam y el grupo Development Finance International
El número de personas viviendo en la pobreza aumentó de 69 millones en 2004 a 112 millones en 2010, a pesar de que el país tuvo un crecimiento de más del 7%
"Si eres un pobre trabajando para ricos, prefieren que seas pobre el resto de tu vida", cuenta un empleado que trabaja para los ricos del país
Emmanuel Akinwotu / Sam Olukoya, The Guardian/ El Diario

En Nigeria, al menos 86 millones de personas viven en la pobreza extrema. Se dice que el hombre más rico del país, Aliko Dangote, gana cada día 8.000 veces más que lo que un compatriota pobre gastaría en sus necesidades básicas en un año entero.

“En Nigeria, la desigualdad de ingresos es uno de los problemas más serios y, a la vez, el menos discutido”, asegura Matthew Page, que fue antiguamente el mayor experto en Nigeria para la inteligencia de Estados Unidos. “La brecha entre ricos y pobres, más que la pobreza misma, genera un sentimiento de resentimiento contra el Gobierno y en el futuro podría generar agitación social”, añade.

El análisis de Page está respaldado por un nuevo índice mundial, producido por Oxfam y el grupo Development Finance International, que pone a Nigeria última en la lista de 152 países ordenados según su “compromiso para reducir la desigualdad”. El gasto social de Nigeria (en salud, educación y protección social) es, según el informe, “vergonzosamente bajo” y “se refleja en una protección social muy pobre para sus ciudadanos”.

El multimillonario Dangote —que es también el hombre más rico de todo el continente— es un nigeriano de 60 años, magnate del cemento y filántropo. Su residencia principal en Lagos se encuentra en Banana Island, el distrito residencial más caro del país y un refugio para los súper ricos.

lunes, 24 de julio de 2017

En España, la banca en la sombra gestionó 1,34 billones de euros en 2016


La banca en la sombra, entendida como el conjunto de actividades crediticias y con implicaciones sistémicas potenciales que se acomenten a través de vehículos no bancarios, gestionaba en España 1,34 billones de euros en 2016, según los datos del Banco de España recabados por la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas). En un artículo analítico publicado en la revista 'Cuadernos de Información Económica', editada por Funcas, los econonomistas Santiago Carbó y Francisco Rodríguez advierten de la "necesaria monitorización" de estas actividades por el carácter sistémico y potencial de contagio de algunas de ellas, como generadoras de posibles turbulencias financieras.

En total, las instituciones financieras no bancarias gestionaban en España 1,34 billones de euros en 2016, frente al los 1,53 billones de euros de 2010, destacando, entre otras, las empresas de seguros, fondos de pensiones, fondos de titulización, auxiliares financieros y fondos de inversión no monetarios. En todo caso, la participación de España en el conjunto de la banca en la sombra global es muy reducida, apenas el 0,7% frente al 27,1% de Estados Unidos, el 10,5% de Reino Unido o el 6,3% de Alemania.

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