Dejar el euro tal vez sería una catástrofe a corto plazo, pero no a largo. España aún no ha tocado fondo.
"Es una pesadilla que desaparecerá por la mañana. Los recursos [capital y trabajo] son tan fértiles y productivos como antes. Somos igual de capaces que nunca de permitirnos una alta calidad de vida para todos. Antes no vivíamos engañados, pero hoy nos encontramos metidos en un lío colosal; nos hemos equivocado con el control de una máquina delicada, cuyo funcionamiento no entendemos. El resultado es que nuestras posibilidades de riqueza se pueden desperdiciar durante un tiempo, tal vez largo".Esta cita, escrita por John Maynard Keynes hace 83 años sobre la economía global en los años treinta, se adapta perfectamente a España en 2013. La recesión española se está convirtiendo en una depresión. La contracción de doble ola en marcha muestra pocos signos de desaparecer, después de que el primer golpe internacional produjera una recuperación tibia. El PIB nacional se sitúa en los niveles de 2005 y la producción industrial es la misma que en 1995. Aunque otros países con problemas se quejan de lo que van a tardar en alcanzar los antiguos máximos, España (al igual que Italia, Portugal y Grecia) no han tocado fondo aún.