Eric Zuesse, Alternet
El economista jefe del Banco Mundial, Branko Milanovic, informará pronto en la revista Global Policy del primer cálculo sobre la desigualdad global de los ingresos y ha establecido que el 8% gana el 50% de todos los ingresos del planeta. Señala: “La desigualdad global es mucho mayor que la desigualdad dentro de algún país en particular”, debido a que la aguda desigualdad entre países se suma a la desigualdad dentro de cada uno de ellos, y porque la mayoría de la gente vive en los países extremadamente pobres, sobre todo las naciones dentro de 4.800 kilómetros del Ecuador, donde ya hace demasiado calor, incluso sin el calentamiento global que según los científicos calentará el mundo mucho más en el futuro.
Por ejemplo, la lista del Banco Mundial del “PIB per cápita (en dólares actuales)” muestra que en 2011 la cifra de ingresos anuales varió de 231 dólares en la República Democrática del Congo en el Ecuador, a 171.465 dólares en Mónaco, Europa. En el segundo país más pobre y el segundo más rico respectivamente fueron 271 dólares en Burundi, en el Ecuador, y 114.232 dólares en Luxemburgo, Europa. En comparación, en EE.UU. fue 48.112 dólares y China 5.445. Estos pocos ejemplos indican la amplitud de la variación del ingreso per cápita entre las naciones y que más calor significa más pobreza.
La desigualdad de la riqueza es siempre mucho más elevada que la desigualdad de los ingresos, y por ello un cálculo razonable de la riqueza personal en todo el mundo se encontraría probablemente en el orden de que el 1% más rico de la gente posee la mitad de todos los activos personales. Esos individuos podrían considerarse la actual aristocracia, en la medida en que su poder económico es igual al de todo el 99% restante de la población del mundo.
Milanovic dice: “Dentro del 1% global, encontramos al 12% más rico de los estadounidenses… y entre el 3% y 6% de los británicos, japoneses, alemanes y franceses más ricos. Es un ‘club’ que todavía está compuesto en su abrumadora mayoría por los ‘antiguos ricos’ que pasan a sus hijos (libres de impuestos en los numerosos países que no tienen impuestos sobre las herencias) las fortunas que han acumulado, y quienes les ayudan a iniciar sus propios negocios – frecuentemente después de haberlos enviado a las más prestigiosas universidades (muchas en EE.UU.), donde esos hijos se encuentran y hacen amigos con otros con la misma situación que ellos”.
Por ejemplo, el 22 de abril de 2004, el New York Times tituló “Mientras los ricos llenan las principales universidades, aumentan las preocupaciones por la ecuanimidad”, e informó de que un 55% de los estudiantes de primer año de las 250 universidades más selectivas de la nación provienen de padres en el máximo 25% del ingreso de esta nación. Solo un 12% de los estudiantes tienen padres en el 25% menor del ingreso. Incluso en una universidad pública de elite estatal, la Universidad de Michigan, “más estudiantes de primer año de este año… tienen padres que ganan por lo menos 200.000 dólares al año [el 2% máximo de entonces] que los que tienen menos que el promedio nacional de unos 53.000 dólares [el 55% inferior de EE.UU.].”
La mayor parte de la redistribución que favorece a más que el máximo 1% ocurrió en los países “en desarrollo”, como China. Sin embargo, una mayor proporción de la población del mundo vive en naciones de América Central y del Sur, África, etc., donde las actuales familias dirigentes tienden a ser en su abrumadora mayoría las mismas que en la generación anterior. Éstas, también, cercanas al Ecuador, son miembros del “club”, pero su cantidad es inferior.
Milanovic establece que globalmente, “El máximo 1% ha visto que su ingreso real aumentó en más de un 60% durante esas dos décadas [1988-2008]”, mientras “el 5% más pobre” ha recibido ingresos que “siguieron siendo los mismos”, los desesperadamente pobres simplemente siguen siendo desesperadamente pobres. Tal vez haga demasiado calor donde viven.
Este estudio, en Global Policy, que se titulará “Desigualdad de Ingresos en cifras: en la historia y ahora”, informa de que los desarrollos económicos de los últimos veinte años han llevado a que “el máximo 1% aventaje a los demás ricos y reafirme de hecho –y aún más en la percepción pública– su papel preponderante como ganador en la globalización”.
Se puede ver una versión preliminar de los resultados de Milanovic, presentados por él en una conferencia económica ver aquí. Y un sorprendente resumen en vídeo de la investigación de Milanovic se puede ver aquí.
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