martes, 5 de septiembre de 2017

El presidente francés revela nuevos decretos para destruir el Código de Trabajo

Anthony Torres, wsws

El primer ministro de Francia, Edouard Philippe, y la ministra de Trabajo, Muriel Pénicaud, dieron a conocer ayer los decretos del presidente Emmanuel Macron destinados a modificar el Código de Trabajo. Un año después de que el gobierno del Partido Socialista (PS) impusiera su legislación laboral, pasándole por encima a la oposición de la gran mayoría del pueblo francés, Macron está reinstituyendo todas las medidas más impopulares que el PS decidió retirar ante protestas masivas.

Los decretos, negociados por el gobierno de Macron, las cámaras empresariales y los sindicatos, están generando una amplia oposición entre los trabajadores. Más de dos tercios de los franceses (68 por ciento) piensan que sus patrones van a explotar los decretos, utilizando la mayor libertad que tendrán para negociar contratos a nivel de empresas individuales a fin de reducir sus salarios y beneficios, según un sondeo Opinion Way. Cuatro de cada cinco dicen que esperan protestas sociales contra los decretos de Macron.

La élite gobernante en Francia y alrededor del mundo siente temor hacia la oposición popular a los decretos, pero los considera un paso crítico en la destrucción de los derechos sociales ganados por los trabajadores a través de generaciones de lucha a lo largo del siglo XX. Esperan imponer lo que la burguesía alemana impuso con las leyes Hartz de los socialdemócratas o las medidas de austeridad de la Unión Europea (UE) en Grecia desde la crisis global del 2008. A medida que la competitividad del capital francés queda relegado y la UE planifica una amplia militarización de su política exterior, la clase dirigente se encamina hacia una confrontación con la clase obrera. Die Welt citó recientemente a Jérôme Fourquet, del instituto de encuestas Ifop, quien indicó: "Hay una clara sensación de que estamos en vísperas de una gran batalla". El diario alemán luego agregó: "Nadie sabe quién ganará. Sólo una cosa es cierta: las próximas semanas de septiembre serán un momento decisivo. Macron, quien comenzó como un candidato sin ninguna posibilidad y luego logró la hazaña de ganar una campaña presidencial que era completamente impredecible de principio a fin, ahora tiene una oportunidad histórica. No tendrá un segundo chance.

lunes, 4 de septiembre de 2017

La politización del dolor de las víctimas del terrorismo

Vicenç Navarro, Público

A raíz del ataque terrorista en Barcelona y en otros centros urbanos y pueblos de Catalunya, hemos visto durante estos últimos días varios hechos que merecen destacarse. Uno es el espíritu de solidaridad, auténticamente ejemplar, entre las distintas culturas existentes en Catalunya, que alcanzó su máxima expresión cuando en Ripoll se pidió que fuera Hafida Oukabir, la persona musulmana hermana de dos de los terroristas (uno muerto y el otro en prisión), la que resumiera el sentir del dolor y del rechazo hacia el terrorismo que la población de Ripoll sentía. Y en Barcelona, otra persona, también musulmana, Miriam Hatibi, fue una de las dos personas escogidas para leer el manifiesto de protesta y solidaridad, ampliamente aplaudido por el medio millón de personas presentes. El grito espontáneo surgido de la ciudadanía, No Tenim Por! (¡No tenemos miedo!) representaba el sentimiento generalizado de la población barcelonesa de no permitir que el miedo configurara el futuro de la ciudad. La Alcaldesa Colau definió de una manera muy clara y emotiva lo que este grito significaba: era la llamada “a que Barcelona continuara siendo lo que siempre fue y continúa deseando ser, es decir, una ciudad abierta, plural, diversa y solidaria”.

Pero también hubo aspectos no tan positivos durante estos días de gran dolor, que aparecieron tanto en Catalunya como en el resto de España, que merecen señalarse también y que, en cambio (y de un manera predecible) no aparecieron en los mayores medios de comunicación del país, altamente controlados, bien por intereses financieros (los medios privados) o por los partidos gobernantes (los medios públicos). En este aspecto, es importantes señalar que el excelente discurso hecho por Hafida Oukabir en Ripoll incluía un ruego (diría yo exigencia) de que las instituciones catalanas hicieran una autocrítica sobre el comportamiento que habían tenido todos estos años que antecedieron al ataque terrorista, ruego que ha pasado desapercibido y desatendido por completo. Por desgracia, la autocrítica no es una virtud ampliamente practicada en los medios del establishment político-mediático del país, ni de Catalunya ni de España. Resultado de cuarenta años de una dictadura enormemente represiva (convirtiéndose en el régimen gobernante de España que ha atemorizado y asesinado al mayor número de españoles que haya existido en su reciente historia) y de una transición inmodélica, existe hoy en tales medios una cultura democrática poco desarrollada. Y la respuesta a la crisis creada por el terrorismo por parte de tales establishments fue una clara prueba de ello. Veamos algunos ejemplos.

domingo, 3 de septiembre de 2017

El huracán Harvey no salió de la nada

Naomi Klein, La Jornada

Ahora es el momento de hablar sobre el cambio climático y todas las demás injusticias sistémicas –desde realizar detenciones e interrogatorios basados en el perfil racial hasta la austeridad económica– que transforman desastres como Harvey en catástrofes humanas.

Busquen la cobertura mediática sobre el huracán Harvey y las inundaciones en Houston, y oirán acerca de cómo este tipo de lluvia no tiene precedente. Escucharán acerca de cómo nadie lo vio venir, así que nadie se podía preparar adecuadamente.

De lo que oirán muy poco es acerca de por qué estos eventos climáticos sin precedentes, históricos, ocurren con tanta regularidad, que decir histórico ya se volvió un cliché meteorológico. En otras palabras, no escucharás hablar mucho, si es que algo, sobre el cambio climático.

Esto, nos dicen, es porque se busca no politizar una tragedia humana que todavía está en desarrollo, lo cual es comprensible, pero aquí está el detalle: cada vez que hacemos como que un suceso meteorológico nos llega de la nada, como alguna acción de Dios que nadie pudo predecir, los reporteros toman una decisión extremadamente política. Es la determinación de no herir sentimientos y evitar la controversia, a costa de la verdad, por más difícil que sea. Porque la verdad es que estos eventos fueron predichos desde hace mucho tiempo por los científicos climáticos. Los cada vez más cálidos océanos crean tormentas más poderosas. Los cada vez más altos niveles de los océanos implican que esas tormentas entran a sitios que antes no alcanzaban. Las temperaturas cada vez más calientes ocasionan precipitaciones pluviales cada vez más extremosas: largos periodos de sequía interrumpidos por masivas tormentas de nieve o lluvia, en vez de los estables y predecibles patrones con que la mayoría de nosotros crecimos.

sábado, 2 de septiembre de 2017

Johan Galtung pronostica el colapso de EEUU para 2020


Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

El connotado profesor noruego Johan Galtung, sociólogo y matemático nominado al Premio Nobel de la Paz 2017, afirmó que Estados Unidos va a colapsar en el año 2020 (sic), y “cuyo poder declinará aún más con Trump (https://goo.gl/4UFE5e)” –en una fascinante entrevista realizada por el académico e investigador británico Nafeez Ahmed.

El prospectivista Johan Galtung había previsto en forma correcta el colapso de la URSS y es considerado padre fundador de los estudios de paz y conflictos como disciplina científica. Desde el año 2000, Galtung había predicho el colapso del imperio estadounidense para 2025, que recortó en cinco años debido al extremo militarismo de Baby Bush, que aceleró la tendencia.

Nafeez Ahmed desmenuza el modelo Galtung: teoría de sincrónicas contradicciones mutuamente reforzadas, sustentada en la comparación del auge y caída de 10 imperios históricos. La quinta escencia del modelo Galtung radica en que mientras más se profundizan las contradicciones, existe mayor probabilidad que resulten en una crisis social que cambia drásticamente el orden existente. Después de haber tenido éxito con su modelo respecto de la URSS, Johan Galtung inició su aplicación para EEUU.

Nafeez Ahmed comenta que Galtung escribió en 1996 un reporte científico (borrado de la red) publicado por el Instituto del Análisis del Conflicto y la Resolución, de la Universidad George Mason, en el que asentó que EEUU pronto seguirá el mismo camino que las previas construcciones imperiales de auge y caída. A juicio de Ahmed, a su vez connotado prospectivista académico, el libro de Johan Galtung de 2009 – La Caída del Imperio Estadounidense: ¿Qué Sigue? (https://goo.gl/gF3eYV)”– señala unas 15 (súper sic) enormes sincrónicas contradicciones mutuamente reforzadas que afligen a EU, lo cual llevará al fin de su poder global en 2020.

viernes, 1 de septiembre de 2017

La inundación de Houston y la anarquía del mercado capitalista


Niles Niemuth,WSWS

El desastre que vive la región del Golfo en Texas por el huracán Harvey se empeora cada vez más, y ahora la tormenta se traslada hacia Luisiana al este. La ciudad de Houston, la cuarta más grande del país, sigue bajo el agua por las inundaciones sin precedentes. La cifra de muertos es de 30 y sigue subiendo, mientras docenas más han desaparecido. Cinco días después de que Harvey tocara tierra, aun no se sabe cuántos necesitan ser rescatados.

Incluso mientras aumentan las víctimas mortales y la destrucción en el sureste tejano, se intenta negar que no se pudo hacer nada para minimizar el impacto de la tormenta.

El titular de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), William “Brock” Long proclamó que era imposible prever el desastre. “No era posible ni soñar tales pronósticos”, dijo el lunes por la noche. El diario Washington Post lo citó acríticamente en la primera plana, bajo el titular “Oficiales de rescate indican que era imposible prepararse para la ferocidad del diluvio”.

El martes, el New York Times escribió que los esfuerzos de rescate iban “tan bien como se podía esperar”. Después, señaló que en vez de “lamentar no haber escuchado advertencias viejas”, el país debería “mirar hacia adelante”. Al igual que en Nueva Orleans después del huracán Katrina, sugirió ominosamente que puede que áreas enteras de Houston se dejen echar a perder, diciendo que los oficiales ahora tienen “que tomar decisiones difíciles en cuanto a qué reconstruir y cómo”.

miércoles, 30 de agosto de 2017

Regulación financiera: el fantasma de Ferdinand Pecora

Alejandro Nadal, La Jornada

El 6 de junio de 1934 el entonces presidente Franklin Roosevelt firmó la ley que estableció la Comisión Reguladora del Mercado de Valores y la Actividad Bursátil (Securities and Exchange Commission, SEC). Junto a él se encontraba Ferdinand Pecora, colaborador cercano y uno de los arquitectos del proyecto de ley. Después de la ceremonia Roosevelt se acercó a Pecora y le preguntó: Ahora que he firmado y promulgado este instrumento, ¿qué clase de ley será ésta, Ferdinand?

Pues será una buena o una mala ley, dependiendo de las personas que la apliquen, fue la incisiva respuesta de Pecora. Este abogado había sido asistente del fiscal de Nueva York y fue el principal asesor legal del comité senatorial que investigaba la actividad bancaria y bursátil. Su inteligencia y tenacidad terminó por ganarse la confianza de los senadores. Su influencia fue determinante para convertir al comité en el precursor de los principales instrumentos reguladores de la actividad financiera y de la bolsa de valores en Estados Unidos. Uno de esos instrumentos fue la ley Glass-Steagall (1933) que separó las actividades de los bancos comerciales de las de los llamados bancos de inversión. (Por cierto, la aceptación del neoliberalismo por parte de Clinton condujo a la derogación de esta ley en 1999.)

Muchos esperaban que Pecora sería designado para dirigir la SEC. Pero a Roosevelt le tembló el pulso y prefirió el perfil de Joseph Kennedy. Fue una decisión de gran importancia. Pecora era un inmigrante siciliano y su visión del mundo no era la de los miembros del selecto club de millonarios que se codeaban con los especuladores. Para alguien que venía del exterior del establishment, Pecora nunca tuvo miedo de enfrentarse a los poderosos señores del dinero.

lunes, 28 de agosto de 2017

Crece el temor de un desplome financiero y una revuelta social en Estados Unidos

Nick Beams, WSWS

Están aumentando las inquietudes en los círculos financieros de EEUU y alrededor del mundo de que la acelerada subida de la bolsa de valores estadounidense tras la elección de Donald Trump de paso a un gran desplome. Estas preocupaciones develan algunas de las fuerzas que están detrás de la virtual guerra civil que vive la élite política estadounidense.

Los corredores y ejecutivos de Wall Street son cada vez más de la opinión de que el “comercio Trump”, que envió al Dow Jones y otros índices bursátiles a récords históricos, ha llegado a su fin, debido a que el presidente se ha vuelto un inconveniente. El punto álgido del ímpetu empresarial pasó de largo con el conflicto que siguió los disturbios nazis en Charlottesville. Los comentarios de Trump en defensa de los neonazis fueron percibidos como una carga debilitante para los intereses internacionales del imperialismo estadounidense y un posible detonante de inestabilidad social y política dentro del país.

Sin embargo, las preocupaciones sobre la inestabilidad que pueda causar el mandatario reflejan temores más profundos. La clase gobernante estadounidense confronta problemas que van más allá del actual ocupante de la Casa Blanca.

En un comentario publicado el lunes, Ray Dalio, el presidente del mayor fondo de inversión del mundo, Bridgewater, declaró que la política “probablemente va a desempeñar un mayor rol del que hemos experimentado antes en una manera muy similar a 1937”. La capacidad de EEUU para sobrellevar conflictos políticos tendrá un mayor efecto en la economía que las “políticas monetarias y fiscales clásicas”.

domingo, 27 de agosto de 2017

Las reacciones española y catalana al ataque

Robert Fisk, La Jornada

Amenos que usted sea catalán o español, quizá pasó por alto los indicios de la grave división política detrás de la matanza en Barcelona. Los reportes internacionales casi deliberadamente evitaron mencionar las partes engañosas de la información. Se nos invitó a mirar el horror, el temor y el dolor creados por los asesinos islamitas, sin contemplar por un momento que algunas de las reacciones a ese acto de barbarie fueron muy diferentes a las de unidad nacional e internacional que, se supone, Europa y el mundo debían compartir.

Hubo una pista de culpabilidad en todo esto cuando los primeros reportes pusieron énfasis en la unidad de Barcelona y del pueblo español, y mencionaron de paso el referendo del primero de octubre sobre la independencia catalana, que el gobierno de Madrid alega es ilegal.

Según dicho mensaje, el acto de terrorismo podía curar esas divisiones. Ciertamente, la historia subliminal era muy simple: algunas cosas –el terror, el asesinato y el dolor– no pueden vencerse con nociones como la independencia nacional, libre del control de un gobierno central.

viernes, 25 de agosto de 2017

Lo que no se está diciendo a raíz del ataque terrorista en Barcelona

Vicenç Navarro, Público

A raíz del atentado terrorista en Barcelona, se han escrito muchos artículos de gran utilidad, explicando brevemente el origen del Estado islámico y su expansión, muy notable a partir de la invasión de Irak por el Ejército de EEUU y de sus aliados, incluyendo España. Lo que es importante subrayar es que a lo largo de los últimos cuarenta años no es la primera vez que un movimiento musulmán terrorista se establece y expande gracias a intervenciones (muchas de ellas militares) del gobierno federal de EEUU y de otros gobiernos occidentales (los de Gran Bretaña y Francia han sido dos de los más activos) que han estimulado el establecimiento y/o la expansión de tales movimientos. Y en cada caso, el motivo de tales intervenciones de los gobiernos occidentales tenía como objetivo eliminar y/o destruir fuerzas políticas nativas, muchas de ellas de carácter progresista, que los gobiernos occidentales consideraban contrarias a sus intereses. La evidencia acumulada de ello es abrumadora.

Uno de los casos recientes más conocidos es Afganistán, donde el gobierno de EEUU ayudó intensamente, financiando y armando al movimiento creado por nada menos que Osama Bin Laden, que se caracterizaba por su primitivismo y fanatismo religioso. Por extraño que parezca, Bin Laden estuvo financiado por la CIA, agencia del gobierno federal de EEUU. Tal movimiento, Al Qaeda, consideraba como su enemigo número uno a las fuerzas socialistas laicas -apoyadas entonces por la Unión Soviética- que intentaban hacer las reformas económicas, sociales y culturales que aquel país necesitaba para romper con su subdesarrollo, su pobreza y su asfixiante y reaccionario ambiente religioso y cultural que mantenía al país en una situación desesperante para la gran mayoría de su población. No hay que olvidar que fue el Gobierno de EEUU el que ayudó a la expansión de uno de los movimientos más fanáticos y reaccionarios entonces existentes, alabados por algunos miembros del Congreso de EEUU por su profunda religiosidad. Lo que tal Gobierno no se esperaba fue que una vez derrotadas las fuerzas socialistas, Al Qaeda se rebelara en contra de sus mentores, iniciando una campaña terrorista en contra de Occidente que alcanzó su máximo nivel el 11 de septiembre, con la voladura de las Torres Gemelas.

La restauración neoliberal tropieza en América Latina

Emir Sader, La Jornada

Parecía todo redondo: los gobiernos populistas serían un breve paréntesis en el continente, en la contramano de las corrientes globales. En la derecha y en la ultraizquierda, el análisis estaba listo: fin de ciclo de los gobiernos antineoliberales.

Problemas graves en Venezuela, derrota electoral en Argentina, revés en Bolivia, golpe en Brasil, entre otros, pronosticaban que la derecha volvería. La anunciada restauración neoliberal ganaba cuerpo en Argentina con el flamante gobierno de Mauricio Macri y en Brasil con el de Michel Temer. La derecha se preparaba para conmemorar victorias en Ecuador, en Chile, en México, en Colombia, a lo mejor incluso en Bolivia, entre otros países del continente. Estados Unidos proclamaba que su periodo de más grande aislamiento en América Latina terminaba.

Los que se incomodaban con los gobiernos que más conquistas habían logrado en el continente, pero que no correspondían a sus equivocadas previsiones, volvían a aparecer, después de haber estado ausentes, sin discurso alguno. Fueron los más contundentes en prever el fin de ciclo de gobiernos que desmienten todo lo que ellos han dicho. Alivianados, podrían volver a sus viejas y siempre desmentidas tesis académicas.

Pero las cosas no han evolucionado como preveían los conservadores. Ni los gobiernos de Macri y de Temer logran cumplir con lo que prometían, ni tampoco en otros países el panorama corresponde a lo que la derecha esperaba.

jueves, 24 de agosto de 2017

La élite empresarial y el ejército afianzan su dominio sobre Washington

Patrick Martin y Joseph Kishore, WSWS

En la mayoría de los casos, las consecuencias de un acontecimiento político develan las cuestiones esenciales detrás de éste. Los conflictos dentro de la clase gobernante provocados por los disturbios nazis en Charlottesville que culminaron en el despido el viernes pasado del estratega en jefe de Trump, Stephen Bannon, fueron uno de estos casos.

Los medios de comunicación corporativos han buscado enmarcar estos eventos en términos puramente raciales, indicando que el despido de Bannon y de otros defensores del “nacionalismo blanco” han dejado a la Casa Blanca de Trump en las manos más estables y “moderadas” de la camarilla de generales y exgenerales encabezados por el jefe de personal John Kelly, junto con los ejecutivos financieros como Gary Cohn, el asesor económico de Trump, y Steven Mnuchin, el secretario del Tesoro.

El diario New York Times marcó el trecho con un editorial el domingo en el que declaró: “Los estadounidenses, acostumbrados constitucional y políticamente a líderes civiles, dependen ahora de tres generales activos y retirados —John Kelly, el nuevo jefe de personal de la Casa Blanca, H. R. McMaster, el asesor en seguridad nacional, y Jim Mattis, el secretario de Defensa— para prevenir que el Sr. Trump se salga completamente de curso. Con experiencia y educación, leídos sobre los terribles costos de las confrontaciones militares y motivados por un impulso hacia el servicio público que el Sr. Trump carece, estos tres, se espera, van a poder contrarrestar los peores instintos del mandatario”.

La crisis de los huevos con fipronil sacude a Europa


La crisis de los huevos contaminados con fipronil ha puesto de manifiesto las grietas del sistema alimentario europeo, que ya ha sembrado dudas a los consumidores en la última década con otros episodios como el de la gripe aviar, la carne de caballo o el E.Coli.

Si en los últimos meses Bruselas presumía de su estricto sistema de control y miraba con recelo a Brasil por un fraude en la venta de carne en mal estado que salpicó incluso las negociaciones del acuerdo con Mercosur, la Unión Europea (UE) tiene ahora que analizar sus fallos y devolver la confianza a sus propios consumidores.

El escándalo de los huevos con fipronil recuerda al de la carne de caballo detectada en 2013, que afectó a más de 20 países, y que se vendía en preparados cárnicos como vacuno. Los expertos aseguraron entonces que las trazas de carne equina no implicaban un riesgo sanitario, pero el asunto dañó la confianza de los consumidores europeos e hizo dudar de la efectividad de los controles en la cadena alimentaria.

El fraude de la carne equina volvió el pasado abril con la denominada operación Gazel, que desmanteló una red ilegal de venta de carne equina y se saldó con más de una veintena de detenidos en España, algunos de los cuales ingresaron en prisión imputados por delitos contra la salud pública, blanqueo, falsedad y pertenencia a organización criminal. El tema afectó también a Francia, Italia, Bélgica y Portugal y saltó, según dijo entonces la Comisión Europea (CE) gracias a los nuevos puntos de control establecidos a raíz del escándalo de 2013.

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