Definir como emergentes a los países supone reducirlos a captores de capitales en busca de rentabilidad. Es un endulzante, no solo del lenguaje; sino una licuación de una caracterización histórica para superar la dependencia y el capitalismo.
Julio C. Gambina, Alainet
Es normal que el lenguaje vaya cambiando, incluso que a ciertos procesos se los vuelva a nominar, según la hegemonía o el interés de cada momento. De hecho, la disciplina científica, surgió como Economía Política para luego mutar con la eliminación del apellido, más cercana a definir una técnica de negocios que una ciencia social.
Allá por los 50/70 del siglo pasado se instaló un debate en torno a la categoría asignada a los países que no definían el rumbo del orden económico. Se discutía el "desarrollo", más precisamente el "desarrollo capitalista", en confrontación con las nuevas expectativas inspiradas en la revolución rusa y el surgimiento del bloque socialista luego de 1945.
En el fondo, luego de la segunda guerra y hacia mitad del siglo, instalada la bipolaridad del sistema mundial, aparecerá una caracterización que situaba a los países dentro de un mundo o de otro, incluso en una tercera posición, que se orientaba hacia el primero o el segundo mundo. Hoy perdió sentido la nominación por el "tercer mundo".
Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
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martes, 18 de mayo de 2021
domingo, 17 de enero de 2016
El retorno de la inversión pública
Dani Rodrik, Project Syndicate
La idea de que la inversión pública en infraestructura (calles, represas, centrales de energía, etc.) es un motor indispensable del crecimiento económico siempre ejerció una poderosa influencia en los funcionarios de países pobres. También estuvo detrás de los primeros programas de ayuda al desarrollo después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el Banco Mundial y diversas instituciones bilaterales comenzaron a canalizar recursos a países recientemente independizados, para la financiación de proyectos de gran escala. Y es la motivación del nuevo Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) liderado por China, que busca cubrir el presunto faltante de infraestructuras de la región, por un valor estimado en 8 billones de dólares.
Pero hace mucho que este tipo de modelo de crecimiento impulsado por la inversión pública (a menudo denominado despectivamente “fundamentalismo del capital”) perdió el favor de los expertos en desarrollo. Desde los años setenta, los economistas han recomendado a los funcionarios restar énfasis al sector público, el capital físico y la infraestructura, y priorizar en cambio los mercados privados, el capital humano (habilidades y capacitación) y las reformas administrativas e institucionales. El resultado, según todas las apariencias, fue una total transformación de las estrategias de desarrollo.
Pero tal vez sea hora de reconsiderar ese cambio. Si uno observa los países que, a pesar del empeoramiento de la situación económica global, todavía crecen rápidamente, verá que en gran medida se debe a la inversión pública.
La idea de que la inversión pública en infraestructura (calles, represas, centrales de energía, etc.) es un motor indispensable del crecimiento económico siempre ejerció una poderosa influencia en los funcionarios de países pobres. También estuvo detrás de los primeros programas de ayuda al desarrollo después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el Banco Mundial y diversas instituciones bilaterales comenzaron a canalizar recursos a países recientemente independizados, para la financiación de proyectos de gran escala. Y es la motivación del nuevo Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) liderado por China, que busca cubrir el presunto faltante de infraestructuras de la región, por un valor estimado en 8 billones de dólares.
Pero hace mucho que este tipo de modelo de crecimiento impulsado por la inversión pública (a menudo denominado despectivamente “fundamentalismo del capital”) perdió el favor de los expertos en desarrollo. Desde los años setenta, los economistas han recomendado a los funcionarios restar énfasis al sector público, el capital físico y la infraestructura, y priorizar en cambio los mercados privados, el capital humano (habilidades y capacitación) y las reformas administrativas e institucionales. El resultado, según todas las apariencias, fue una total transformación de las estrategias de desarrollo.
Pero tal vez sea hora de reconsiderar ese cambio. Si uno observa los países que, a pesar del empeoramiento de la situación económica global, todavía crecen rápidamente, verá que en gran medida se debe a la inversión pública.
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miércoles, 21 de octubre de 2015
Banco Mundial proyecta bajos precios de las materias primas para el año próximo
En línea con lo anunciado por la CEPAL, el Banco Mundial proyecta que los precios de todas las materias primas se mantendrán “débiles” durante, por lo menos, todo el próximo año. Los precios globales de los commodittie, elemento de central importancia para numerosas economías emergentes, permanecerán débiles en 2016, de acuerdo con un informe elaborado por el Banco Mundial (BM). El BM señaló que ni siquiera la previsión de una nueva manifestación del fenómeno El Niño –que afecta la producción de alimentos en los países del hemisferio sur– deberá elevar los precios de las materias agrícolas, ya que existen generosas reservas.
El informe trimestral del Banco Mundial rebajó también su previsión para el promedio de los precios del barril de crudo a 52 dólares, cuando hace tres meses esa expectativa era de 57 dólares. Para 2016, la previsión de precio promedio es de 51 dólares por barril. La principal razón en la rebaja de estas previsiones es el retorno de Irán a los mercados de petróleo, luego de un acuerdo sobre política nuclear con países occidentales, que eliminará las sanciones internacionales al país. Las reservas de 40 millones de barriles en depósitos flotantes pueden ser puestas a disposición de inmediato, cuando se levanten las sanciones. El impacto de las exportaciones iraníes en los mercados globales de crudo y de gas natural podría ser mayor a largo plazo, una vez que Irán atraiga las inversiones extranjeras necesarias y la tecnología para extraer sus sustanciales reservas.
Sin embargo, el escenario general para las materias primas se mantiene pálido también a causa de una economía global en desaceleración. Los principales índices de precios de materias primas deberán declinar en 2015, fundamentalmente a causa de una enorme oferta y, en el caso de los productos industriales, afectará la desaceleración de la demanda en China y los mercados emergentes. Las materias primas no ligadas al sector de energía podrían tener un leve aumento en 2016, pero solo después de una sensible caída este año. Los precios de los alimentos, que han bajado 15,2 por ciento en 2015, podrían aumentar 1,5 por ciento en 2016.
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jueves, 4 de septiembre de 2014
Capital financiero y estructura social de los emergentes
Antxon Mendizabal, Viento Sur
El eje del Pacífico ha entrado sin permiso en el proceso de acumulación capitalista mundial y se ha ubicado además en el centro.
Desde el principio del capitalismo industrial hasta los años 80 del siglo XX, el desarrollo capitalista se centraba en el crecimiento europeo, el crecimiento de la América anglosajona y en una gran economía trasatlántica que unía ambos. A partir de los años 80, el centro de gravedad de la economía mundial se desplaza hacia el Pacífico.
El eje del Pacífico ha entrado sin permiso en el proceso de acumulación capitalista mundial y se ha ubicado además en el centro.
Desde el principio del capitalismo industrial hasta los años 80 del siglo XX, el desarrollo capitalista se centraba en el crecimiento europeo, el crecimiento de la América anglosajona y en una gran economía trasatlántica que unía ambos. A partir de los años 80, el centro de gravedad de la economía mundial se desplaza hacia el Pacífico.
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