¿Cuándo se quebraron? ¿Qué les llevo a renunciar a los principios éticos del humanismo? ¿Por qué amasan tanto odio al socialismo?
Marcos Roitman Rosenmann, La Haine
Fueron muchos. Las revoluciones despiertan entusiasmo. Pero a medida que se profundizan los cambios sociales, toman una prudente distancia, reconvirtiéndose en fanáticos defensores del libre mercado y la meritocracia. Escritores, ensayistas, filósofos, actores, sociólogos, profesionales mil, en América Latina y Europa Occidental, han terminado dando vítores a Bill Clinton, Barack Obama o Joe Biden, presidentes del Partido Demócrata, pertenecientes al establishment estadounidense.
Sin embargo, sus gobiernos están llenos de violaciones a los DDHH. Constituyen un atentado a los valores democráticos. Muros en la frontera con México, detenciones ilegales, expulsiones de inmigrantes en caliente, venta de armas a gobiernos genocidas, bloqueos y sanciones arbitrarias e inhumanas.
Obvian que EEUU posee una de las estructuras sociales más desiguales del mundo occidental. Un orden social asimétrico controlado por las compañías de seguros, empresas farmacéuticas, armamentísticas y la banca. El complejo industrial militar, financiero, tecnológico. Quienes claman por seguir su camino, ayer entusiastas antimperialistas, hoy defienden el imperio.