¿Y si, al igual que Nietzsche, Heidegger fuera considerado como el médico de nuestra civilización? Ciertamente no un médico que erradica o extirpa una enfermedad, sino un médico que cura, un médico que aporta una cierta paz, una cierta serenidad, un equilibrio en la lucidez y que nos reconcilia con el mundo, con el cuerpo y sus males que inevitablemente van de la mano de sus alegrías. ¿Es Heidegger el médico de la modernidad, que es el cautiverio del mundo, e incluso el médico de la posmodernidad, que es el momento en que los cautivos son a su vez detenidos por los dispositivos y son arrastrados por flujos incontrolados? Esta es la hipótesis que explora nuestro colaborador Pierre le Vigan, urbanista y ensayista, en este fascinante estudio:
Pierre Le Vigan, Revue Elements
Heidegger (1889-1976) sigue estando en el centro de las preocupaciones de nuestro tiempo. El libro de Baptiste Rappin Heidegger et la question du management – un gestor que va mucho más allá del mundo de la empresa – da fe de ello. Como lo es la influencia de Heidegger en el pensamiento del difunto Pierre Legendre o en Michel Maffesoli. Dicho de otro modo, Heidegger es inactual, lo que le permite seguir siendo actual.