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miércoles, 10 de febrero de 2021

Chile en llamas: valentía del pueblo, cobardía del gobierno

Marcos Roitman Rosenmann, La Jornada

El asesinato de Francisco Martínez Romero, joven artista callejero, a manos del cuerpo de Carabineros ha supuesto un nuevo estallido social. Cinco disparos a quemarropa acabaron con su vida; tenía 29 años. Pero a la acción canalla le siguió la cobardía de quienes perpetraron el crimen. Su actitud no fue prestar auxilio, huyeron, dejando a Francisco en su agonía hasta la muerte. Lo que sucedió a continuación, representa el hartazgo hacia la impunidad de la cual gozan las acciones realizadas por los Carabineros. Las calles de Chile se han llenado de ciudadanos pidiendo responsabilidades. Panguipulli, lugar de los hechos, en el sur del país, se ve sobrecogida. A los gritos de impotencia y rabia, le siguieron el asalto a la comisaría, la municipalidad, correos y otras dependencias públicas, cuyos cimientos ardieron casi completamente.

Son muchos los agravios. El gobierno de Sebastián Piñera y la gran coalición de la derecha chilena han ejercido un poder despótico, bajo una violencia extrema. Su principal brazo ejecutor, una institución que perdió su dignidad el 11 de septiembre de 1973, cuando los golpistas encarcelaron y destituyeron a sus mandos, todos leales al presidente Salvador Allende. Ha trascurrido medio siglo y Carabineros sigue acumulado denuncias de violaciones, tortura, secuestros, y asesinatos políticos. Pero sus ejecutores son exculpados. Una pancarta ha sido desplegada en Santiago con el siguiente lema: “Los pacos matan, violan, roban y torturan. Libertad para los presos de la revuelta. Octubre es nuestro. No a la impunidad”.

martes, 4 de agosto de 2020

El recordado y memorable debate entre Carlos Pérez Soto y Alfredo Joignant



En su momento, fue un foro de debate muy comentado en los ambientes universitarios y en los tiempos posteriores su fama fue creciendo poco a poco. El video de este debate realizado en octubre de 2009 en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile fue circulando en blogs y foros de la época. Cuando irrumpió la enorme movilización social y estudiantil en el 2011, muchas y muchos lo recordaron, y por las razones que se desprenden fácilmente con verlo y escucharlo, se leyó como una confirmación fácilmente textual de las afirmaciones que hiciera ahí Carlos Pérez Soto. Pero cuando cobra aún más vigencia lo aquí debatido, es con el estallido, revuelta y rebelión popular desatada a partir del viernes 18 de octubre de 2019. Las palabras de Carlos Pérez Soto resuenan proféticas y permiten comprender la magnitud de lo que ha sucedido desde entonces y el enorme vacío extendido entre las élites políticas e intelectuales dominantes. Esto es lo que resalta con brillantez el filósofo epistemologo marxista-hegeliano Carlos Pérez, en este foro de octubre de 2009. No fue la única ocasión. Pero lo memorable de este debate es la desesperación de su contendor, Alfredo Joignant, un sociólogo representativo de la elite intelectual vinculada a la clase polìtica dominante, que en este foro simplemente pierde los estribos y estalla en una airada reacción y animación contra Pérez Soto, respondiendo a sus planteamientos y críticas hacia la función burocrática de los científicos sociales. Una década después, los hechos hablan por sí solos...

martes, 10 de marzo de 2020

Ese pegajoso mito del crecimiento económico


Eduardo Gudynas, Alai

Hace unas semanas atrás, en Chile, el presidente Piñera afirmó: “Yo sé que algunos creen que el crecimiento económico no es un elemento central, yo quiero discrepar” (1). A su juicio es indispensable para financiar un aumento del gasto social, y sólo consiguiéndolo se podrá responder al estallido ciudadano. Casi al mismo tiempo, del otro lado de los Andes, el presidente de Argentina, Alberto Fernández afirmaba que el país primero debe crecer económicamente para poder enfrentar sus dos mayores problemas, la deuda externa y la pobreza (2). En cambio, en Brasil, el presidente Bolsonaro estaba decepcionado en saber que el país creció muy poco (apenas 1,1 % en 2019, o sea por debajo del gobierno anterior; 3). Bolsonaro exige crecer más en este año.

La racionalidad detrás de ello es que el crecimiento económico es la esencia, o al menos es el motor del desarrollo, y que una vez que una economía crece se derraman otros beneficios, tales como asegurar el empleo, acceso a la salud y la educación, o el consumo. Esa idea es muy clara cuando Piñera advierte que “como muchas veces lo hemos dicho, y a veces se olvida, el crecimiento económico es algo fundamental para la calidad de vida de los chilenos”. Dicho de otro modo, el bienestar sólo es posible allí donde crece la economía.

viernes, 7 de febrero de 2020

El duro análisis del influyente Thomas Piketty sobre las causas del estallido: “En Chile prevalece una ideología de desigualdades”

En una presentación en Londres de la versión en inglés de su libro “Capital e Ideología”, el economista francés –especialista en desigualdad– habló del movimiento social chileno como un punto determinante en la historia de la globalización. Al mismo tiempo, volvió a poner el dedo en la llaga del modelo chileno, apuntando al problema de la inequidad de la distribución de la riqueza como foco de la revuelta iniciada en octubre, al recordar que “Chile y Brasil son algunos de los países con más desigualdades del mundo”. Además, el académico sacó a colación otro factor, al subrayar que “en el Chile post-Pinochet nunca se cuestionaron las bases de la Constitución”.


El caso chileno es digno de análisis en todo el mundo. Y así lo reflejaron las palabras del francés Thomas Piketty, considerado el economista más influyente de los últimos años, quien durante la presentación en Londres de la versión en inglés de su último libro Capital e Ideología, abordó el estallido de octubre en Chile.

El experto en desigualdad económica y distribución de la renta catalogó lo que sucede en nuestro país, junto a las protestas en el Líbano y la ola de los chalecos amarillos en Francia, como un movimiento que contribuye a disminuir las desigualdades económicas que hoy en día aquejan a gran parte del planeta.

“Lo que pasó en Chile, las protestas contra las desigualdades y a favor de mayor igualdad económica, es muy importante, porque demuestra que estamos en un punto determinante en la historia de la globalización”, comentó el profesor de Estudios Superiores en Ciencias Sociales (EHESS) y de la Escuela de Economía de París.

Durante la presentación en la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, el académico insistió en que “en América Latina, en particular en Chile y en Brasil, son algunos de los países más desigualdades del mundo”.

domingo, 26 de enero de 2020

“No son 30 pesos, son 30 años”: los Chicago Boys y el origen del neoliberalismo en Chile

La revuelta chilena, que estalló por el aumento del precio del billete de metro, ha puesto en jaque el sentido común neoliberal heredado tras décadas de aplicación ortodoxa del plan de los chicos de Chicago.


Jaime Bordel Gil, El Salto

El pasado 8 de enero el Senado chileno rechazó en sala un proyecto de reforma constitucional que buscaba consagrar el agua como un bien nacional de uso público. El proyecto, que abría la puerta a que Chile dejara de ser el único país del mundo con sus aguas totalmente privatizadas, naufragó en la Cámara Alta al no alcanzar el quorum de dos tercios establecido en la Constitución que rige todavía en el país andino.

La imposibilidad de sacar adelante la reforma, por un lado, puso de manifiesto el freno que supondrá en la futura asamblea constituyente el quorum de dos tercios que concede al oficialismo la capacidad de bloquear cualquier cambio sustancial; y por otro, muestra hasta qué punto el neoliberalismo se encuentra inserto en las raíces del Estado chileno.

La subsidiariedad del Estado chileno, un Estado mínimo al más puro estilo neoliberal, ha sido un tema recurrente desde que estallaran las protestas que han recorrido el país durante los últimos meses. El golpe de Estado de 1973 que dio comienzo a la dictadura del general Augusto Pinochet suele fijarse como la fecha en la que la organización social y económica del país andino comenzó a cambiar. Junto a la represión y a la persecución política, la dictadura cívico militar impulsó una política económica de lo más ortodoxa, basada en los postulados de Milton Friedman y la Escuela de Chicago, con un programa de privatizaciones masivas, y en la que el rol del Estado se redujo prácticamente al de garante del orden público, abandonando áreas como la sanidad o la educación.
Sin embargo, antes de este punto de inflexión, ya se había sembrado una semilla que sería clave en los cambios que marcarían el país las décadas siguientes.

jueves, 23 de enero de 2020

La rebelión contra las élites en América Latina

Un sentimiento generalizado de insatisfacción e injusticia motiva protestas en toda la región.


Michael Shifter, New York Times

En 2019, manifestantes callejeros conmocionaron ciudades de todo el mundo. América Latina en particular experimentó una mayor agitación social que en cualquier otro momento de la historia reciente. Las crisis políticas y las movilizaciones masivas estallaron en Haití, Honduras, Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia, Chile y en muchos otros lugares. En las últimas semanas, las manifestaciones han menguado, pero no han cesado y es probable que 2020 traiga más agitación.

La turbulencia deriva de muchos de los problemas persistentes en la región, los cuales son más predominantes en algunos países que en otros: estancamiento económico, poderes judiciales politizados, corrupción, delincuencia y, en algunos cuantos casos, un gobierno autoritario. América Latina es la segunda región más desigual del mundo. El fracaso para abordar estos problemas —y para cumplir sus promesas— ha ocasionado que los gobiernos pierdan legitimidad ante los ciudadanos, quienes se sienten cada vez más insatisfechos con la forma en que funciona, o no funciona, la democracia en sus países.

Sin embargo, igual de pertinente para el momento actual es la percepción generalizada de una falta de justicia, de que las élites económicas y políticas gozan de una serie de privilegios y prerrogativas que se le niegan a la mayoría de los ciudadanos. Algunos de los resentimientos acumulados de la región se deben a la sensación que tienen aquellos que ostentan la mayoría del poder y la influencia de que tienen derecho a todo, quienes además casi nunca les otorgan a los demás el respeto y la dignidad que merecen.

martes, 21 de enero de 2020

Algunos multimillonarios quieren pagar más impuestos por miedo a un estallido social


Claudio della Croce, Estrategia.la

El modelo capitalista ya no sirve y por eso hoy el debate sobre los impuestos a los ricos y la desigualdad empieza a crecer en las potencias occidentales. Hoy un grupo minoritario está beneficiándose del sistema mientras que más de la mitad de la población sobrevive como puede.

Que la desigualdad creciente generada por el capitalismo está poniendo en jaque al sistema democrático no es novedad. Que el 1 por ciento de los más ricos del planeta acapara más del 50 por ciento de los recursos globales, por citar solo una de las escandalosas cifras de desigualdad.

Hasta la búlgara Kristalina Georgieva, nueva mandamás del Fondo Monetario Internacional, en "Diálogo a fondo", el blog del FMI sobre temas económicos de América Latina, planteó "reducir la desigualdad, que en la última década se ha convertido en uno de los problemas más complejos y desconcertantes de la economía mundial para generar oportunidades".

Detalla varias desigualdades: de oportunidades, intergeneracional, entre mujeres y hombres y de ingresos y riquezas. Afirma que esas desigualdades, en muchos países, están en aumento, y que hay que tener voluntad para abordarlas. Indica que ejecutar reformas para atender ese problema "es difícil desde el punto de vista político", pero menciona que los réditos "en materia de crecimiento y productividad valen la pena".

lunes, 13 de enero de 2020

El gran fiasco del modelo de pensiones chileno

El modelo de pensiones que se creía un ejemplo hoy camina al fracaso. Sin embargo, ha regalado 225.000 millones de euros a la banca y ofrece apenas 180 euros a los pensionistas


Andy Robinson, La Vanguardia

A casi tres meses de manifestaciones, las paredes de Santiago de Chile son murales psicodélicos de grafitis multicolores. Los dos que mejor resumen la extraordinaria rebelión ciudadana contra el presidente, el empresario multimillonario Sebastián Piñera, rezan: “Chile, donde nació el neoliberalismo y donde morirá” y “Hay tantas cosas que cambiar que no sé qué huevada pedir aquí”.

Pero el eslogan que sacó más de 1,3 millones de chilenos a las calles en un solo día es otro grafiti: “¡No más AFP!”. Se refiere a las seis administradoras de fondos de pensiones (AFP) que gestionan el sistema de pensiones privatizado por la dictadura de Augusto Pinochet en 1981 bajo los consejos del chicago boy Jose Piñera, hermano del actual presidente, (Piñera en realidad aprendió los principios de la escuela neoliberal de Milton Friedman en Harvard y no Chicago).

De todos los elementos del modelo chileno de desregulación, privatización y ortodoxia fiscal, el que más elogios ha suscitado en las conferencias bancarias ha sido el sistema de capitalización de pensiones, basado en un sistema de ahorro forzado que ha canalizado miles de millones de dólares al sistema financiero.

domingo, 5 de enero de 2020

Sebastián Edwards: “La versión pura del capitalismo ha llegado a su fin”

El economista considera que, a partir de ahora, el capitalismo sería más inclusivo y amigable. Pero teme que las expectativas sobre la reforma constitucional se verían frustradas

Luis Fernando Alegría, El Comercio


Desde octubre en Chile se vive un estallido social que podría terminar con un cambio de la Constitución. En este contexto, Sebastián Edwards, el economista más reputado del vecino del sur, nos cuenta su análisis de las causas del conflicto y sus consecuencias.

-¿Cuáles son las causas detrás del estallido en Chile?

-Son múltiples y los responsables son muchos: élites, políticos, empresarios, intelectuales, periodistas. Pero, lo que sin duda resalta es el tema de las pensiones, que se ha transformado en la bandera más visible de lucha. La gente lo ve como profundamente injusto. La noción es que, luego de una vida de trabajo, llega un momento en que el descanso y la pensión son un derecho. Pero, por diversas razones –la principal son las lagunas de contribuciones a lo largo de la vida laboral– las pensiones son, en general, muy bajas. La gente lo ve como un abuso, especialmente cuando se sabe que las utilidades de las AFP son cuantiosas.

martes, 31 de diciembre de 2019

Alberto Mayol y el estallido social en Chile



El sociólogo Alberto Mayol comenta en esta entrevista con Tomás Mosciatti las particularidades del estallido social vivido en Chile y destaca el “desequilibrio normativo” propiciado por el Gobierno y las instituciones: “Cuando tú ves en la calle un rayado que dice ‘evade como Piñera’, tienes lo que se llama en sociología un desequilibrio normativo. Cuando tú ves una iglesia que dice afuera rayado ‘se cuidan niños’, tienes un desequilibrio normativo, porque tú le estás pidiendo a la gente que cumpla el orden social y la gente te está diciendo ‘pero si ustedes no lo cumplen’”.


viernes, 27 de diciembre de 2019

Piñera, necropolítica y terquedad


Camilo Godoy Pichón, El Desconcierto

Corría el año 2011 y el filósofo camerunés Achille Mbembe acuñaba el concepto de “necropolítica” para designar la capacidad de los Estados contemporáneos de determinar quién debe vivir y quién debe morir, en función del aseguramiento de recursos. Este planteamiento se originó a partir de la observación de lo acontecido en las guerras africanas, en la franja de Gaza, en Guantánamo y en territorios despojados.

Corre el año 2019 y en Chile, el Presidente de la República ha emprendido una política sistemática de asedio a los derechos humanos. Desde el 18 de Octubre a la fecha, han sido múltiples las y los ciudadanos afectados por el accionar del aparato represivo, en la “crisis de derechos humanos más grande desde la dictadura”, según el Informe Anual del INDH 2019.

Las muertes, las torturas, las mutilaciones, las vejaciones sexuales se han vuelto una especie de escenografía de la cotidianeidad que es imposible normalizar. Sin embargo, lo que llama más la atención al respecto es la actitud del gobierno, que parece empecinado en negar las acusaciones de vulneración de derechos de organismos internacionales, relativizándolos, matizándolos o simplemente descalificándolos.

Adios al oasis chileno


Ariel Dorfman, Pagina 12

Cuando se escriba la historia de la inédita revuelta del año 2019 que cambió el destino de Chile, destacará, sin duda, una frase pronunciada por el presidente Sebastián Piñera el 8 de octubre en un programa de televisión en Santiago: “En medio de una América convulsionada, Chile… es un verdadero oasis.”

Aquellas palabras trasuntaban una ceguera ilimitada y una soberbia impenetrable, no solo del Primer Mandatario, sino de toda una clase dirigente que no entendía lo que pasaba en el país real que incubaba en esos mismos momentos el estallido social que ningún miembro de la encapsulada élite había anticipado.

En efecto, mientras Piñera peroraba televisamente, miles de estudiantes chilenos se saltaban con júbilo los torniquetes del Metro de Santiago, rehusándose a pagar un alza de treinta pesos que el gobierno había decretado recientemente, tan solo dos días antes de que Piñera se ufanara de que Chile fuera tan diferente del díscolo continente latinoamericano.

En vez de entender la desesperación que se agitaba detrás de esta forma de protesta pacífica, los ministros de Piñera (entre los que había una caterva de enriquecidos vilmente durante la dictadura de Pinochet) hicieron oídos sordos y respondieron con una violencia cada vez más salvaje, lo que, en vez de amenguar los desórdenes atizaron el descontento del que se valieron elementos anarquistas y lumpen, amén de grupos aliados a narcotraficantes para desatar saqueos y vandalismo. El presidente declaró que se trataba de una guerra a muerte contra el pueblo, impuso un estado de emergencia y toque de queda, y ordenó a los militares a salir a la calle. Desde el tiempo de Pinochet que no se veían tanquetas y soldados patrullando las ciudades.

martes, 17 de diciembre de 2019

Chile, del estallido social a la crisis política

Paul Walder, Alai

El movimiento popular que recorre Chile desde el estallido social del 18 de octubre se desplaza como una entidad con vida propia. En este proceso ha podido recogerse, ampliarse, ocultarse y abrirse hacia nuevas expresiones. Desde hace ya casi dos meses, el movimiento no ha dado tregua.

Sin partidos ni líderes, sin conducción visible, avanza y crece. El viernes pasado nuevamente la Plaza de la Dignidad recibió a medio millón de personas, una deriva esta vez reforzada por los cantos y la música. Las expresiones artísticas, como también las millares de convocatorias desde colectivos y movimientos populares, moldean desde abajo otro país. La fuerza que emerge desde las bases, que ha reconocido a un país como nunca en treinta años, tiene aterrorizada y cada día más arrinconada a las elites.

Desde hace dos meses Chile ha liberado sus dolores y frustraciones. Nos hemos puesto de cabeza en un movimiento que nos ha revelado y transparentado como personas. Porque aquellas frustraciones y dolores no son individuales, sino comunes. No son el error, el fracaso individual, sino el sometimiento, la esclavitud colectiva. En dos meses hemos aprendido más política, de la verdadera política y no de los consensos parlamentarios, que en los últimos treinta años. Un país que hace pocos meses solo hablaba de consumo y deudas hoy discute sobre asamblea constituyente y sobre cómo levantar una sociedad más justa e igualitaria.

jueves, 12 de diciembre de 2019

José Miguel Insulza y la acusación constitucional contra Andrés Chadwick



El senador socialista votó a favor de la acusación constitucional contra el ex ministro Andrés Chadwick. Aunque dice que le guarda aprecio, en esta entrevista con CNN Chile explica que "la decisión tiene que basarse en un cierto principio y mi principio es que hay que respetar las normas".

Nicolás Eyzaguirre: "No podemos cambiar el Contrato Social si no cambiamos la Constitución"



Nicolás Eyzaguirre fue Director del Banco Central de Chile y luego Ministro de Economía en el Gobierno de Ricardo Lagos y luego Ministro de Hacienda en el Segundo Gobierno de Michelle Bachelet
En esta entrevista de Fernando Paulsen, Eyzaguirre deja en claro cuales son las principales trampas que tiene la Constitución de 1980 y por qué es urgente abolirla, considerarla "el fin de una época". "Fue elaborada por Jaime Guzman para que nada fuera cambiado", afirma Eyzaguirre. Pero el mundo ha cambiado. Ya no existe la Guerra fría, el Bloque soviético, la Cortina de Hierro. Describe, además, los Modelos de Desarrollo y por qué éstos no dan resultados si no incluyen a la gente. Se requiere una Constitución que incluya a todos los chilenos para acercar las enormes brechas sociales que hoy existen.

lunes, 11 de noviembre de 2019

Gabriel Salazar: “Esta vez el enemigo es la clase política; la gente no quiere nada ni con la derecha, ni con la izquierda ni con el centro”


El historiador Gabriel Salazar analizó el movimiento social que ya supera las tres semanas en Chile y en entrevista con La Segunda aseguró que tiene para rato, y que la clase política no se da por aludida como uno de los focos de malestar de la ciudadanía.

Respecto al tipo de manifestación espontánea y el origen de la rabia, el académico reflexiona que “la gente se reúne en grupos chicos para deliberar por su cuenta. Aparecen las redes sociales, los colectivos. Los partidos políticos y los gobiernos no le hicieron caso ni al Mochilazo, ni al Pingüinazo, ni a la movilización estudiantil de 2011″.

En este sentido precisa que “Nadie los tomó en serio. Entonces, lo que ha ocurrido en estos días es la culminación de este proceso de transformación de la ciudadanía a través de una revolución interna y que ahora aparece en la calle de forma masiva”.

Sobre el tipo de organización que se ha dado en estos momentos, Salazar contesta que “antiguamente la gente se asociaba en una organización legalizada. En cambio, el movimiento de pobladores (mediados del siglo XX) no se regía por estatutos. Se armaba para hacer algo y luego se desarmaba. Esa es la red social. Por ejemplo, los delincuentes se asocian así. Microorganizaciones que se arman, desarman y multiplican. Pinochet pudo destruir las organizaciones con torturas, pero cuando se enfrentó a las jornadas de protestas del 83 al 87, cuando se enfrentó a las redes sociales populares, perdió. Esta forma de juntarse es típica del bandolerismo social”.

viernes, 8 de noviembre de 2019

Chile en llamas


Piñera aprieta la mano ante la aceleración de las movilizaciones

Un gobierno enfrentado a un país


Paul Walder, CLAE

El presidente chileno Sebastián Piñera, tras haberse ausentado en los medios durante los días más calientes de la crisis regresó a las pantallas al inicio de esta semana a través de una entrevista a la BBC. Un mensaje a la comunidad internacional, con énfasis en los inversionistas, para decir que en Chile todo estaba bajo control y él no tenía pensado renunciar.

El mensaje al mundo tuvo su contraste en Chile mediante puntos de prensa desde La Moneda para anunciar su agenda social, o una serie de pequeños subsidios a sectores medios y pequeñas empresas que son un detalle inocuo ante la magnitud de las demandas sociales. Del mismo modo que Piñera no ha querido atender a los crecientes reclamos de la población, la ciudadanía tampoco se interesa en escuchar las débiles propuestas del presidente.

Las medidas anunciadas por Piñera tienen otro destinatario. Es la oposición política, tan deslegitimada ante la población como la coalición de gobierno, pero salvavidas de último momento para enfrentar la crisis social que escala un poco más cada día en un proceso inverso a la degradación del Ejecutivo.

Chile: desobediencia civil


Hervi Lara B., Alai

Durante la semana del 14 de octubre de 2019, estudiantes secundarios chilenos protestaron pon el alza del pasaje del metro (US$ 0,04), al mismo tiempo de hacer un llamado a evadir masivamente su pago. La respuesta de las autoridades fue la represión. Pero la protesta se mantuvo sumándose otras manifestaciones cada vez más masivas y que fueron adquiriendo carácter transversal, expresando múltiples demandas sistemáticamente desoídas por el gobierno. Por la noche del 17 de octubre, familias enteras ocuparon las calles denunciando la violencia policial y protestando no sólo por el alza del metro, sino por un modelo económico generador de enormes desigualdades al haber enriquecido a unos pocos a costa del empobrecimiento de la mayoría. Chile se rebeló contra el neoliberalismo y el gobierno del millonario Presidente de la República respondió declarando que “Chile está en guerra”, sin reconocer que su propio pueblo reclamaba por el sistema de pensiones (AFP), la destrucción de la educación pública y del sistema de salud, la corrupción institucional, el robo del agua, las “zonas de sacrificio”, la privatización del mar, la desnacionalización de los recursos naturales, los abusos del sistema financiero, los bajos salarios, la sobreexplotación de los trabajadores, el sistema de transportes, etc…, desembocando así en estallido social.

El gobierno, mostrando debilidad e incapacidad política, declaró Estado de Emergencia con la consiguiente ocupación militar de las calles, toque de queda, helicópteros policiales sobrevolando las ciudades, detenciones arbitrarias, abusos sexuales y violaciones, asesinatos, secuestros, desapariciones temporales y todo tipo de abusos de poder. Es la experiencia ya conocida de las intervenciones militares que incrementan los niveles de violencia, aumentando la tensión existente y retraumatizando a quienes antes habían vivido los horrores y crímenes de la dictadura militar a partir de 1973. Sin temor a la represión, el 25 de octubre se realizó una marcha autoconvocada por la ciudadanía, a la que concurrieron más de tres millones de personas a lo largo del país.

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