La Reserva Federal confirmó ayer que la recuperación económica es lo suficientemente frágil como para seguir aplicando los estímulos monetarios incluso más allá de lo razonable. No le ha quedado otra alternativa a Ben Bernanke, dado que cada vez que anuncia el fin de los estímulos las bolsas se desploman y también el dólar. Esto demuestra que el sistema financiero está totalmente adicto al dinero fácil y narcotizado hasta la médula con las tasas de interés al cero por ciento. Estas tasas al cero por ciento constituyen un verdadero subsidio al sistema financiero dado que la banca capta el dinero a ese interés y lo coloca en bonos de deuda soberana donde obtiene un retorno del 4% o 5 por ciento. Es el gran negocio que hace la gran banca en plena crisis y con lo cual obtiene grandes utilidades que le ayudan a ordenar sus balances llenos de activos tóxicos. Pero esto se consigue a costa del desempleo y la precariadad salarial. Mientras los salarios reales se hunden y el ingreso medio de las familias desciende al nivel de 1989: 24 años!, las ganancias financieras y corporativas llegan al 59% y 42 por ciento.
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