La situación dentro del sector financiero europeo ha cambiado radicalmente desde que estallara la crisis en 2008. Los bancos que se señalaron como problemáticos durante los primeros años de la crisis ahora se muestran sólidos, sin embargo, otras entidades que no fueron señaladas han comenzado a dar problemas en la actualidad y podrían estar detrás de parte de las turbulencias financieras de las últimas semanas. El desplome de los bonos convertibles contingentes de Deutsche Bank refleja los posibles problemas de estas entidades, unos problemas que se podían haber limpiado hace tiempo.
Tal y como destacaba ayer de forma sorprendente Morgan Stanley en un informe que analizaba el estado del sector financiero, Bankia, Lloyds o Danske son hoy los bancos que presentan unos balances más fuertes y que "cuentan con fuertes colchones" para enfrentarse a escenarios adversos. Sin embargo, el mismo informe señala a Deutsche Bank, Santander o BNP como bancos a los que aún "les queda mucho por hacer para conseguir un estado estable".
Da la sensación de que los bancos que en el pasado fueron señalados como peligrosos hoy están mostrando sus fortalezas tras un duro trabajo de limpieza en sus balances y de ampliaciones de capital. Mientras que otras entidades, que quizá pasaron desapercibidas por diversos intereses, hoy son las están infundiendo estrés y volatilidad en los mercados financieros.
Santiago Carbó, director de Estudios Financieros en Funcas y profesor de Economía en la Bangor Business School, explica en el blog de Funcas que "cuando se rescató a Hypo Real State (entidad financiera alemana) en 2008, muchos vieron que, en realidad, se trataba de evitar un efecto contagio hacia otras entidades. El mercado sospechaba que a la banca teutona le llegaban los productos estructurados de las hipotecas subprime hasta las barbas".
¿Por qué esos bancos son ahora un problema?
Carbó explica que "hoy, ocho años más tarde, aún no hemos conocido la verdadera magnitud de esos riesgos. También le pasa a las entidades financieras italianas, con una debilidad sempiterna ante la cual las autoridades europeas no muestran la capacidad de disciplina aplicada en otros países".Pero lo que de verdad duele hoy es el posible trato desigual al que se sometieron los bancos de determinados países: "Lo que de verdad escuece desde el sur es que se presionara tanto a algunos países para desnudar los balances de sus entidades financieras (con la banca española siendo especialmente transparente) y obligando a reestructurar y asumir pérdidas a algunos bonistas, mientras que a otros países parece que se les exime. Se puede hablar claramente de un trato desigual, que ya existía antes de la crisis".
El experto español asegura que "alguna noticia apunta que Deutsche Bank tiene productos derivados por valor de unos 50 billones de euros, unas 17 veces el PIB alemán, con un elevado grado de apalancamiento financiero. Esto no quiere decir que ese necesariamente sea el riesgo total asumido por estos productos pero sí es indicativo de la magnitud de cuánto parece jugar a esa especie de Monopoly esta entidad".
El miedo paraliza los mercados
Las agencias de rating han comenzado a castigar con fuerza la calificación de la deuda con más riesgo emitida por Deutsche Bank. Los bonos convertibles contingentes (cocos) de Deutsche Bank han sido degradados por la agencia de rating Standard & Poor's hasta B+ desde BB-, por lo que quedan calificados varios escalones por debajo de lo que convierte a un bono en basura.La misma agencia de calificación ha explicado que las dudas sobre la solvencia del banco alemán si el escenario macroeconómico se complica han dejado congelado el mercado de este tipo de deuda. La agencia de calificación crediticia ha advertido de que los bancos europeos han intentado obtener 40.000 millones de euros mediante bonos contingentes convertibles pero el "temor" ante el alto riesgo que conllevan ha tenido como consecuencia la "congelación del mercado" de bonos desde principios del mes de febrero.
Otro buen ejemplo de las dudas el aumento del coste por emitir deuda senior (con mucho menos riesgo que los 'cocos'). El Banco Santander salió ayer en busca de 1.000 millones de euros con una emisión de deuda senior a 5 años por la que ofreció un cupón del 1,375%. La última operación de este tipo que llevó a cabo el banco que preside Ana Botín fue en diciembre pasado. En aquella ocasión lo hizo a un precio de 95 puntos básicos sobre el midswap frente a los 135 puntos básicos sobre esta referencia para las emisiones a tipo fijo pagado ayer, lo que deja claro que nos encontramos en un momento de mayor inestabilidad en los mercados.
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El Economista
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