Leopoldo De Gregorio
No logro entender cuales son las razones por las cuales el ser humano tiende a tropezar una y mil veces...
Si con independencia de los problemas que nos ha ocasionado nuestras ataduras con la moneda única observamos los que se han generado como consecuencia de la existencia de una diferencias en la estructura empresarial de esta mal llamada Unión Europea en la que priman los conseguidores, no hace falta, a mi modo de entender lo que habrá de ocurrir, si como están siendo cocinados los acuerdos con EE.UU., se aliña con vinagre de un mal vino nuestra integración en el TTIP.
Según la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo que se persigue con la instauración del TTIP es la progresiva liberación del comercio mundial (en este caso, entre la UE y EEUU), lo cual es falso de toda falsedad. Y es que el comercio, a tenor de los insignificantes aranceles que concurren entre estos dos sectores de la economía está lo suficientemente liberalizado para que sea preciso incrementarlo con las cláusulas que pudieran ser establecidas en un tratado con el que eliminar barreras.
Lo que verdaderamente se pretende conseguir con este engendro es reducir a cero la voz y el voto de la ciudadanía (que como nos muestra nuestra dependencia a los mandatos que pasan y proviene de Bruselas) han entregado los que dicen están representándonos. Con independencia de la unificación de un poder militar con el que controlar los destinos del mundo, comandado y al servicio de quien se encuentre en la cúspide el mando, lo que se busca racionalizar en este proceso, es una integración que le haga frente al avance de las economías emergentes.
Lograr con la conformación de un bloque sumiso y concienciado, el supuesto peligro que pudiera amenazar al Imperio en función de la emergencia de los BRICS. Y esto no se puede conseguir con unas estructuras económicas al servicio de la sociedad. Han de estar al servicio del Poder a través de las grandes empresas. De aquéllas cuyos tentáculos están extendidos por todas las partes del mundo.
Se requiere hacer entrega de nuestros derechos a estas hidras que han brotado en las testas de los que deberían gobernarnos para que el Imperio no sea puesto en peligro. Se esta tratando de eliminar las regulaciones que protegen a los trabajadores, a los consumidores, al medio ambiente y al pequeño empresario para conseguir incrementar los beneficios de las grandes empresas. ¿Por qué si no, se están guisando en los fogones reservados de estos cocineros los nuevos estándares que habrían de regir en las políticas europeas medioambientales? ¿Por qué si no promueven que las corporaciones de la información tengan un mayor acceso a las relaciones personales que se puedan producir entre los ciudadanos controlando y en su caso suprimiendo lo que hubiera de ser la libertad de expresión? ¿No resulta vomitivo que esta cresa que nos está vendiendo al capital y que por tanto deberíamos colocar detrás de unas rejas después de tratar de restringir nuestros derechos propongan una eliminación de las regulaciones que se interpongan en el sector de los servicios financieros?
¿Sois conscientes de lo que ocurrirá de ser aprobado el Mecanismo de Resolución de Disputas entre Inversores y Estados? Pues si no lo sabíais, sabed que con este mecanismo las corporaciones estarían garantizando sus derechos a llevar a los Estados ante unos tribunales de derecho mercantil (saltándose la jurisprudencia de los Estados), cuyos miembros se encontrarían bajo las directrices de las propias corporaciones que hubieran planteado los litigios. ¿Conocéis de la demanda interpuesta ante Argentina por uno de los buitres de la especulación como consecuencia de haber aceptado ésta las condiciones interpoladas por EE.UU. en lo que se refería al repudio de su Deuda? ¿Sabéis de la demanda que le hizo un tal Doe Run al Estado peruano por un importe de 800 millones de dólares con el argumento de que su empresa había recibido un trato injusto al exigirle el cumplimiento de las normativas medioambientales de este país?
Según expone José Anastasio Urra, de Comisión Justicia Fiscal y Financiera Global de Attac España en su artículo “Acuerdo Trasatlántico de Comercio e Inversión "El texto del TPP incluye 29 capítulos, sólo cinco de los cuales tratan del comercio. Los capítulos restantes se centran en los cambios que las empresas multinacionales no han sido capaces de aprobar en el Congreso, como las restricciones a la privacidad en Internet, el aumento de la protección de patentes, un mayor acceso a los litigios y una mayor desregulación financiera"
Como ejemplo de lo que se habría de derivar de los 24 capítulos restantes lo que se habrá de producir es que las multinacionales de la farmacopea, en nombre de la propiedad intelectual de sus productos estarían adquiriendo la posibilidad de ampliar la duración de sus patentes, imposibilitando a millones de personas la capacidad de acceder a medicamentos genéricos.
Esta es una muestra más de la libertad de mercado que este Tratado patrocina
Nos habla de “la entrada en la UE de los alimentos modificados genéticamente (OGM), la carne de ternera y el cerdo tratados hormonalmente con químicos nocivos para la salud humana e incluso cancerígenos, como la Somatotropina Bovina Recombinante o el Clorhidrato de Ractopamina, o el pollo esterilizado con cloro.” Unas disposiciones que explican el por qué este Tratado se está llevando a cabo entre bambalinas.
Y mientras tanto el PSOE argumenta: “no permitiremos que se toquen los derechos de los trabajadores. A pesar de que según el economista Marco Antonio Moreno nos informa (basándose en un estudio independiente del departamento de la Universidad de Massachussets) que la implantación de esta tratado conllevará la destrucción de 600.000 puestos de trabajo en Europa.
Para seguir argumentando que en cualquier caso, la aprobación de este tratado tendría que ser aprobado Por las Cortes. Por unas Cortes que en función de la disposición tanto del PP como del PSOE a sancionarlo lo que verdaderamente ratifica es que nos siguen tomando por idiotas.
Sabíais que las multinacionales se gastan cada año decenas de millones en “asesorar” a los indecentes que tuvieran que acceder a las demandas solicitadas por aquéllas?
¿Y qué pensáis de la fiscalidad con la que los Estados hubieran de obligar a estas multinacionales? ¿Cómo ha ocurrido con la banca, no serían demasiado grandes para imponerle una sanción que pudiera impedir sus desmanes? Como dice el mencionado Sr. Urra, “desde el nivel más ínfimo, en los ayuntamientos, hasta el nivel más elevado, en los organismos supranacionales, la clase política está vinculada estrechamente con la clase empresarial. En este contexto, el ciudadano medio está vendido de antemano ante una situación que no controla en absoluto.
Y mientras tanto seguimos durmiendo el sueño de los que esperan que el sistema onírico se lo pinten de colores.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario