Si hace poco meses el Wall Street Journal presionaba a la banca europea por haber ocultado riesgos en una deficitarias pruebas de estrés, las cosas para los bancos de Estados Unidos no pintan nada de bien. Ya Nouriel Roubini, ha advertido que alrededor de 400 bancos quebrarán en Estados Unidos. Ahora se suma el analista Meredith Whitney, quien ha dejado en claro que "los bancos necesitarán más capital", especialmente si se tiene en cuenta que el sector inmobiliario continúa en caída libre y sin red. El colapso del esquema ponzi será el detonante de la nueva zambullida.
Según los últimos datos publicados por la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC), los presagios de Whitney y Roubini van directo al blanco. Un total de 2.504 entidades bancarias respaldadas por la FDIC, o el 31,7% de las mismas, está sobreexpuesta al sector inmobiliario comercial. La mitad de los bancos asegurados por la agencia federal, exactamente un 49,9%, cuentan con un exceso de deuda ligada a las hipotecas comerciales. El 80% de los préstamos hipotecarios comerciales en su cartera está pendiente de pago y generalmente cuando ese porcentaje supera el 60% es un indicio de que las entidades tienen problemas. Es decir, si este sector sigue en caída libre, los bancos van a tener que anunciar nuevas amortizaciones.
Esto demuestra que la mitad de los bancos comunitarios de EEUU están completamente expuestos al futuro del mercado inmobiliario comercial, y las posibles pérdidas se estiman en 1,5 billones de dólares. Además, no hay que pasar por alto que la FDIC oficializaba la semana pasada que las entidades bancarias con problemas ascienden ya a las 829. El gigantesco esquema ponzi de la economía estadounidense se va a pique y a estas alturas es muy dificil detener la debacle.
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