No solo Ben Bernanke dice que la economía mundial vive un momento "particularmente incierto". El titular del Banco Central de Reino Unido tiene una opinión similar. Y es que la incertidumbre ante la economía de Europa y Estados Unidos se hacen cada día más evidentes: su crecimiento no superará el 1%. Esta debilidad pone en riesgo la expansión de las economías emergentes encabezadas por China, India y Brasil, que este año crecerán 9,9%, 8% y 6,5% respectivamente, un ritmo que no es sostenible si Europa y Estados Unidos siguen empantanados.
Desde hace dos años que se especula sobre el tipo de recuperación que tendrá la economía y sus cinco escenarios, que corresponden en verdad a las cinco letras de la crisis: la V (caída en picada seguida por fuerte recuperación), W (doble recesión), U (caída, meseta y lenta recuperación), L (caída y recuperación débil) y D (depresión prod}funda).
Tras tres años de crisis los principales índicadores bursátiles dan cuenta de una caída del 30%, sin asomo de una recuperación rápida. Una situación que amenaza con deteriorarse aún más con los ajustes fiscales y los recortes presupuestarios. No podemos olvidar que gran parte de la "reanimación" ha sidoproducto de las poderosas inyecciones de liquidez ofrecidas por los gobiernos al sistema financiero y automotriz. Un estímulo que se ha agotado y que, a excepción de Estados Unidos, nadie considera la posibilidad de renovarlo.
En la UE, Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia, España, Portugal y Grecia anunciaron fuertes programas de ajuste para lidiar con su deuda, los cuales todavía no han impactado de lleno en la economía porque están en una fase inicial de aplicación. En el caso de las naciones europeas no se sabe si el megaajuste solucionará o empeorará el problema de la deuda soberana y qué profundo será el impacto en la economía del continente y mundial. En otras palabras, ¿pueden los países desarrollados evitar una segunda recesión sin el oxígeno fiscal? O, lo que es lo mismo, ¿está la inversión privada en condiciones de sustituir a la inversión pública como motor económico?
El tema es arriesgado y complejo, y si bien en los próximos meses tendremos una respuesta frente a las medidas adoptadas, también puede ser demasiado tarde para actuar. Por ahora solo vemos que el cúmulo de desempleados aumenta sin parar y que el descontento masivo es lo único que va en ascenso. Desempleo, caída en la demanda, limitaciones al crédito y contracción del comercio mundial, son algunos de los panoramas más claros que tenemos por delante. La economía ha entrado en un ciclo altamente peligroso quer pone en duda los beneficios de la globalización y a la globalización misma. Está en jaque perpetuo.
Marco, a dia de hoy me situaria en un escenario entre la L y la D, una nueva letra en forma de anzuelo, con alternacias de caidas y leves recuperaciones, segun politicas economicas no convencionales empleadas. Esta suma de alternacias al final acabarian en una forma de anzuelo.
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