El daño provocado por las prácticas fraudulentas del sistema bancario está haciendo arder a la economía mundial por los cuatro costados... Caen las bolsas, siguen quebrando bancos y Paulson advierte que caerán aún más.. el Dow Jones se desploma (hoy llegó a los 9.000 puntos), caen los precios de los commodities (entre ellos el cobre y el petróleo) mientras el dólar, inesperadamente, se eleva a cifras que son totalmente ajenas a cualquier realidad.
La autoridades intentan tomar -tardíamente- medidas de acción concertadas sobre una base de políticas similares que permita recuperar la estabilidad. Se ha reemplazado abiertamente la mano invisible del libre mercado por la mano visible de los gobiernos en una acción que demuestra la completa inutilidad del neoliberalismo, del FMI y del Consenso de Washington. Estas tres entidades ideológicas han fracasado en toda su línea y sus dogmas -hay que decirlo- son los principales responsables del drama que vivimos y que amenaza extenderse varios años.
Por ello, dado que el sistema financiero es la fuente del problema, también lo es gran parte de la teoría que defiende los principios del laissez-faire a ultranza. Todavía los mercados "racionales" no detectan que a diferencia de las crisis de los últimos 30 años, ésta nace precisamente en la fuente de la divisa. El dólar era el refugio seguro tras cada anuncio de "crisis". y a la sola mención de la palabra, todo el mundo corría a comprar dólares como si este fuera el maná de los dioses. Esta vez, cual reflejo pavloviano, hacen lo mismo, y esto no hace más que profundizar el problema y crear una nueva burbuja que en nada ayuda a devolver la confianza a los mercados.
La deuda estadounidense
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