Que siempre pagan justos por pecadores es algo que ha quedado demostrado con los últimos y vergonzosos acontecimientos. Hasta en La Moneda sabìan que el hospital de Curepto no estaba terminado y que los enfermos y las camillas eran de utilerìa. Pero el cóctel ya estaba pedido y no podían echar pie atrás. Con el transantiago, estaba todo al 100% según Espejo y Nuñez. Y también según Lagos Weber, no hay que olvidar al primero en abandonar el barco antes del naufragio.
La culpa no fue de Provoste. El problema del Mineduc se arrastra desde la época del señor Lagos, el mismo al que se le cayó el puente recien inaugurado, el mismo que lanzó el transantiago y el mismo que en su último año de gobierno se lanzó en una absurda maratón de inauguraciones con el sólo afán salir todos los días en la tele.
Ahora le tocó el turno a Yasna, aunque no fue en verdad la mayor culpable, pues, como dicen en la derecha "pagó por ser incapaz de echar a los ineptos". "Echar a los Ineptos". Esa es la palabra clave. Ya lo dijo Perez Yoma, la concertación acusa "fatiga de material". Esa es la mejor radigrafía despues de 18 años en que lejos de renovarse, crecer, abrirse a la realidades del mundo, se ha dedicado a engordar aumentando la grasa del aparato público con gente inepta, que no sabe hacer las cosas, o que las hace a medias, desplicentemente. Y eso pasa la cuenta cuando el gobierno maneja seis veces el presupuesto de 1990 y no ha sido capaz de crear mecanismos de control acordes a ello. La ineptitud se paga. Más aún cuando es la derecha la que pasa la cuenta. Aunque sea por desquite.
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