Nahia Sanzo, Slavyangrad
El 27 de febrero de 2025, en una entrevista publicada en YouTube, el capitán Dmytro Kolyada, Kholod, hablaba del origen de la unidad Nachtigall de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Señalaba que, en sus inicios, el objetivo principal era formar un batallón para la defensa del país y que, solo al considerar el nombre de la unidad en el chat en el que contactaban sus miembros, surgió la referencia de Nachtigall. Según Kholod, con posterioridad se consolidó el nombre como denominación de este nuevo batallón ultraderechista de las fuerzas ucranianas. Un batallón cuya motivación principal de combate -como en tantos otros- se centra en la voluntad de continuar la lucha contra Rusia que iniciaron grupos como UPA durante la Segunda Guerra Mundial.
El pasado 6 de marzo, en un post de una cuenta de Instagram vinculada a Nachtigall, se rememoraba precisamente el nacimiento de Roman Shujevich, líder supremo de UPA. En el periodo posterior a 1939, tras la invasión de Polonia y previo a la creación de ese movimiento armado, Shujevich participó en la formación de un grupo de unidades militares ucranianas impulsadas por la Abwehr, la inteligencia militar de la Alemania nazi. A partir de ese año diversos miembros de la OUN, entre ellos Shujevich, se trasladaron a Cracovia donde la Abwehr, bajo el impulso de Theodor Oberlander, organizó su instrucción militar. Con esos reclutas ucranianos se formarían los batallones Nachtigall y Roland del Tercer Reich.
Shujevich sirvió al Tercer Reich en la unidad especial Nachtigall, en la que llegó a ser subcomandante. Vestido con el uniforme alemán, Shujevich participó en la invasión de la Ucrania soviética como parte de Nachtigall. Junto a otras unidades del Tercer Reich, el futuro líder de la UPA entró en torno al 29 de junio de 1941 en Lviv, ciudad en la que Yaroslav Stetsko proclamaría al día siguiente el Estado ucraniano “bajo el liderazgo de … Adolf Hitler”. Durante los brutales ataques de junio y julio de 1941 contra la población judía en Lviv -en aquel momento alrededor de un tercio de la población, 200.000 personas de las que sobrevivieron al Holocausto unas 800-, Nachtigall siguió presente en la ciudad y, según diversos testimonios, sus miembros tomaron parte activa en los pogromos locales. Algunas fuentes señalan también su participación en la represión de la intelectualidad polaca en la ciudad.
En su post del 6 de marzo, la actual Nachtigall reivindicaba de esta forma la herencia recibida de Shujevich: “Murió en batalla como un verdadero caballero e inspiró a miles de ucranianos a luchar. Incluyéndonos a nosotros. Nosotros, la unidad “Nachtigall”, continuamos el trabajo de Shujevich hasta que el último enemigo desaparezca de nuestra tierra”. Para algunas fuentes conocedoras de la historia de las actuales fuerzas armadas ucranianas, se trataba de la primera vez en la que se reconocía, al menos de forma tan explícita, la referencia nazi de la unidad.
En los medios occidentales, de hecho, se hace referencia habitualmente a Nachtigall como el batallón Nightingale, una denominación con un sonido menos alemán, una forma de ocultar su inspiración. Con ese nombre ha sido mencionada como una de las unidades que participaron activamente en la incursión ucraniana en la región rusa de Kursk. En la actualidad las fuerzas del Batallón se encuentren desplegadas en su mayoría, según Kholod, en el frente fronterizo en las regiones de Donetsk y Zaporozhie.
El Batallón Nachtigall está adscrito al 14º regimiento de drones cuyo comandante adjunto, y líder político-militar absoluto, es Yevhen Karas, un habitual de la escena ultranacionalista ucraniana en la última década y primer líder del famoso batallón extremista C14-Sich. Con presencia permanente en el desarrollo nacionalista de la Ucrania nacida en Maidán, la revolución de la dignidad de la que llegó a decir que habría sido una marcha del orgullo gay sin los nacionalistas, Karas ha estado vinculado a las estructuras del SBU y es conocido como una de las figuras ideológicamente más radicalizadas de la extrema derecha ucraniana.
De forma llamativa, Karas aparece en la actualidad como uno de los aliados de Dmytro Korchinsky, parte de las estructuras del GUR, en lo que puede considerarse el intento de consolidación de una nueva fuerza político-militar, de orientación cristiana, dispuesta a disputar el poder político-militar en los próximos años en Ucrania. Organizados en torno a la Plataforma Cristiano-Patriótica, impulsada por Yana Matviychuk, sus promotores defienden, además de la plena cristianización y ucranización de la sociedad ucraniana desde posiciones de ultraderecha y antifeministas (oposición a la “propaganda de género”, oposición radical al aborto, etc.), la destrucción de la Federación Rusa y de sus regímenes aliados. Para ello pretenden atraerse a su favor a la extrema derecha fundamentalista cristiana de Occidente y, muy particularmente, de Estados Unidos.
Aunque opuesto a su paganismo, Karas se sitúa también en las cercanías del movimiento Azov y del neonazismo ruso del RDK, tal y como revela su participación en la conferencia del 24 de agosto de 2024 Nation Europa. Furibundo anticomunista, homófobo y misógino, Karas celebró el 8 de marzo recordando a quienes “limpiaron la tierra del comunismo”. Para ello incluyó en su Telegram una imagen de los Freikorps alemanes con la siguiente expresión: “Un día más sin Rosa Luxemburgo”.
Aunque el odio a Rusia y al comunismo constituyen las principales inspiraciones de Karas y de Nachtigall, no por ello se han quedado en el pasado. Se encuentran a la vanguardia de la reconstrucción de la ultraderecha más dura en Europa.
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Ver también:
- Cuatro lecciones desde Ucrania
Ilan Pappe. 8/03/2022 - Neonazis de extrema derecha se toman el poder en Ucrania
mamvas. 3/03/2014 - Los orígenes del nazismo antes, ahora y después
Vicenç Navarro. 4/02/2016 - La purga del Estado profundo y el camino a la dictadura
Chris Hedges. 22/02/2025
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