¿Ha logrado "Israel" imponer nuevas reglas de enfrentamiento en Gaza y Líbano?

La política de autocontrol que muestra la resistencia debido a muchas consideraciones, algunas de las cuales hemos mencionado más arriba, no durará y se revertirá en una fase futura que no vemos lejana, a menos que la ocupación cese su agresión y opresión.

Ahmed Abdul Rahman, Al Mayadeen

En los últimos años, al menos, la resistencia en Palestina, y en particular en Líbano, ha logrado establecer ecuaciones claras y firmes en el marco de su enfrentamiento a largo plazo con el "Estado" ocupante.

Esto se ha conseguido gracias a varios factores recientes, como el desarrollo de sus capacidades militares y humanas, así como su inclusión en una alianza regional de fuerzas de resistencia en la región.

Esto contrasta con el notable retroceso del ejército ocupante en los niveles operativo e informativo, así como la escasez de fuerzas humanas, especialmente en el ámbito de las tropas terrestres, entre otros factores que no se pueden detallar aquí.

La resistencia ha logrado imponer y consolidar muchas de estas ecuaciones, que en varias rondas de combate anterior la han colocado en una posición que le permite dictar sus condiciones al enemigo y obligarlo a hacer concesiones en temas que, para algunos, parecían líneas rojas o fuera de lo esperado.

En varias confrontaciones militares que precedieron a la batalla "Diluvio de Al-Aqsa", "Israel" intentó desmantelar algunas de estas ecuaciones, especialmente aquellas relacionadas con el derecho de las resistencias palestina y libanesa a responder a las agresiones israelíes, particularmente los asesinatos que ocurrían de vez en cuando en la Franja de Gaza, o similares que apuntaban a líderes de Hizbullah, ya sea dentro de Líbano o en territorio sirio.

El enemigo recurría a llevar a cabo operaciones de ataque rápidas y sorpresivas, y luego pedía a los mediadores que evitaran que la resistencia respondiera, repitiendo su narrativa habitual de que no quería escalar el conflicto y que lo que había hecho era un ataque preventivo contra lo que llamaba "bombas de tiempo".

En la mayoría de esas operaciones, si no en todas, como en la respuesta a muchas de las agresiones que ocurrían en las ciudades de Cisjordania ocupada, Jerusalén y la Mezquita Al-Aqsa, la resistencia respondía sin dudarlo, y a veces iba más allá en sus respuestas, llegando a librar batallas duras y severas contra el "Estado" hebreo, como en la batalla "Espada de Al-Quds" en mayo de 2021, y la batalla "Venganza de los Libres" en el mismo mes de 2023, además de otras batallas y rondas múltiples, como ocurrió en 2012 y 2014, entre otros años.

Desde hace aproximadamente tres meses y medio, es decir, después de llegar a un acuerdo de alto el fuego entre la resistencia en Líbano y "Israel", y lo que siguió en la Franja de Gaza, que estipuló claramente el cese de todas las operaciones "hostiles" entre ambas partes, así como la retirada de las fuerzas ocupantes de todas las tierras que habían invadido en Líbano y Palestina, junto con otros puntos relacionados con la facilitación de operaciones de ayuda y reconstrucción en ambas regiones, además de intercambios de prisioneros, desde entonces "el Estado" ocupante no ha cumplido con la mayoría de estas condiciones, y no ha presentado lo que le corresponde, especialmente en lo que respecta a la retirada completa y definitiva de las tierras que ocupó, o en relación con el cese de las operaciones de asesinato, que continúan de manera constante.

En Líbano, "Israel" declara abiertamente, en un claro desprecio al acuerdo mencionado, al igual que en Gaza, la realización de operaciones de ataque sistemáticas desde el aire contra líderes de la resistencia, y casi no pasa una semana sin que el ejército ocupante anuncie la realización de operaciones de este tipo.

Además, continúan las operaciones de asesinato que apuntan a civiles en las aldeas fronterizas con Palestina ocupada, lo cual se repite de manera más amplia y grave en la Franja de Gaza, que está sitiada y devastada, donde "Israel" cierra todos los pasos que conducen a ella, impidiendo a sus habitantes recibir todo tipo de ayuda alimentaria y médica, y amenazando con cortar las escasas líneas de agua que llegan a la zona.

Las operaciones de asesinato en la Franja de Gaza han llevado a la muerte de más de 140 mártires, según lo informado por la oficina de medios gubernamentales y el Ministerio de Salud en la Franja, solo en el período que siguió al inicio de la tregua el 19 de enero pasado, además de otras violaciones relacionadas con la prohibición de los ciudadanos de acceder a algunas áreas que se suponía debían alcanzar, especialmente aquellas ubicadas en las zonas orientales de la Franja.

Hasta el momento de escribir estas líneas, las posiciones de las fuerzas de resistencia en Gaza y Líbano parecen confusas y poco claras.

Según mi opinión, se encuentran en una situación que no les favorece debido a las muchas complicaciones que han surgido tras la guerra, ya que sus reacciones en el período reciente se han limitado a súplicas y demandas a los países garantes y mediadores para presionar al ocupante a detener su agresión y obligarlo a cumplir con lo acordado, lo cual todos saben que es inútil, ya que esos países no tienen ninguna herramienta de presión sobre el Estado enemigo, y su papel se limita a transmitir mensajes y albergar diálogos, nada más.

Mientras tanto, Estados Unidos, que se alinea con el ocupante y lo apoya, gestiona toda la escena negociadora, siendo el único que, como se ha demostrado anteriormente, posee herramientas para presionar al ocupante cuando así lo desee.

Por lo tanto, a la luz de los datos que observamos a simple vista, que reflejan sus repercusiones en la escena de Gaza y Líbano, podemos, como muchos, plantear las siguientes preguntas: ¿Ha logrado "Israel" realmente imponer nuevas ecuaciones de fuego? ¿Han variado las reglas de enfrentamiento entre él y las fuerzas de resistencia en comparación con el pasado? ¿Se ha vuelto libre para cometer lo que le plazca en términos de operaciones agresivas y criminales sin enfrentar consecuencias?

¿Se han visto las manos de la resistencia atadas y limitadas, de tal manera que no pueden responder a la agresión, o al menos impedir que el ocupante se desmadre más, de modo que la situación no se deslice en etapas posteriores hacia un estado similar al que ocurre en las ciudades de Cisjordania, por ejemplo? Un estado en el que "el Estado" ocupante actúa como le plazca sin pagar un precio por ello, salvo algunas reacciones "modestas" que no alcanzan el nivel de "disuasión".

En realidad, y desde una perspectiva profesional y honesta, alejándonos de las emociones y los eslóganes, el enemigo ha logrado, hasta este momento, imponer nuevas reglas de enfrentamiento que no existían antes.

Esto se ha vuelto evidente a través de sus operaciones ofensivas en más de un frente, algunas de las cuales llegaron hace dos días a la capital siria, Damasco, apuntando a facciones de la resistencia palestina allí, según sus afirmaciones.

Intenta aprovechar estas agresiones para promover su propaganda, que dice que ha salido victorioso de esta guerra y que ahora tiene la mano superior. Esto es lo que repiten Netanyahu y todos los miembros de su coalición extremista, día tras día, incluso afirman que continuarán en esta línea destinada a impedir que "los enemigos" recuperen sus capacidades o actúen con libertad como lo hacían en el pasado, y que frustrarán cualquier intento en este sentido.

Por otro lado, las opciones de las facciones de resistencia, especialmente en Gaza y Líbano, y en todos los rincones del eje de resistencia en general, son complejas y están llenas de una amplia gama de riesgos.

Buscan mantener un estado de calma relativa que impida al ocupante avanzar más contra los civiles, las instalaciones y la infraestructura de servicios, por un lado, y ganar más tiempo para reorganizar sus filas y recuperar algunas de las capacidades que han perdido, por otro.

Esta ecuación no será fácil en absoluto, dado que el enemigo está al acecho de cada movimiento de la resistencia y apuntando a ella, y parece que ahora tiene la capacidad de recopilar información de inteligencia más que antes, gracias a lo que le proporcionan los servicios de seguridad e inteligencia globales, encabezados por los estadounidenses, británicos y alemanes.

Por lo tanto, la resistencia podría enfrentar dificultades para consolidar esta ecuación, que será temporal, como no lo había hecho antes, y necesitará desarrollar y actualizar muchos de sus planes operativos y de funcionamiento, así como sus procedimientos de seguridad y administrativos, de manera que le permita evitar las trampas de inteligencia del enemigo y sus aliados, y le otorgue una ventaja en la batalla de construcción y desarrollo de las herramientas y capacidades necesarias para cualquier etapa futura.

En cualquier caso, y para no parecer demasiado pesimistas, podemos creer que esta fase que vive la región actualmente no durará mucho, y que el período reciente, en el que "el Estado" ocupante ha sentido la euforia de la victoria, como resultado de algunos logros tácticos, terminará inevitablemente.

Lo que busca, imponer nuevas reglas de enfrentamiento que le permitan controlar la región en su totalidad y derrotar a sus enemigos de manera contundente, no se logrará, ya que todos los datos disponibles indican que los adversarios de este "Estado" rebelde no son tigres de papel que puedan ser derrotados con solo una pérdida aquí o allá.

La experiencia ha demostrado, y el enemigo lo sabe mejor que nadie, que poseen todos los elementos de resistencia y victoria, y que su silencio en muchas etapas es solo un preludio a una gran explosión, como ocurrió en la mañana del 7 de octubre glorioso.

Creemos, como muchos, que es imposible que la situación continúe como ha sido durante los últimos meses, ya que la política de autocontrol que muestra la resistencia debido a muchas consideraciones que hemos mencionado anteriormente no durará, y se convertirá en una Diluvio arrollador en una etapa futura que no vemos lejana, a menos que el ocupante detenga su arrogancia y agresión, lo que arruinará los sueños de Netanyahu y su coalición extremista, convirtiéndolos en escombros que el viento dispersará.

Es cierto que los sacrificios realizados durante el último año y medio han sido grandes e inéditos, y es cierto que los costos que se pagarán más adelante también serán altos.

Sin embargo, todos esos sacrificios y costos serán menos dañinos y menos costosos que la continuación de la situación tal como está, ya que su continuidad de esta manera y a este ritmo llevará a toda la región a la era israelí, y esto es algo que los pueblos de la nación libre y sus fuerzas de resistencia no permitirán, sin importar el costo que eso implique en términos de sacrificios.