"El fracaso de las grandes empresas financieras del mundo para calibrar adecuadamente el riesgo, junto con la agresiva política financiera de EEUU, han causado, no sólo pérdidas empresariales, sino que la mayor parte de la gente del mundo sea más pobre". Así de contundente habló el presidente ruso, Dmitri Medvédev, que ha puesto sobre los hombros de Washington la responsabilidad de la crisis económica y financiera que sufre el planeta. Y señala con mucha confianza que la creciente potencia económica rusa sacará al mundo del atolladero.
En el foro económico ruso más importante, que se celebra cada año en San Petersburgo, el inquilino del Kremlin no ha ahorrado críticas contra EEUU, cuyo modelo económico tiene al mundo viviendo la crisis más severa, que compara con la depresión de los años 30. "No importa lo grande que sea el mercado usamericano o lo fuerte que sea el sistema financiero usamericano. Son incapaces de sustituir los mercados globales de materias primas y financieros", dijo Medvédev.
A 20 años de la derrota de la URSS en Afganistán, que significó el declive de todo el bloque soviético, la caída del Muro de Berlín y la adopción global del modelo estadounidense como el fin de la historia proclamado por Fukuyama, y como el único modelo posible, vemos los horrores que esto ha significado. Y si durante años se dijo que la globalización no era ni buena ni mala, porque simplemente "era", vemos que los problemas han sido por dejarlo todo en manos del mercado, y eliminar todo tipo de regulaciones al extremo de que organismos como la FAO, la ONU o el FMI no han servido de nada, convirtiéndose en meros títeres de un mundo incontrolable. El planeta entero se encuentra al borde del colapso, con la mayor y más grave crisis alimentaria en 50 años, el precio del petróleo al borde de los US$140 el barril, y la recesión y la miseria golpeando las puertas de varios países, incluyendo a la gran "potencia".
Rusia emerge como el ave fenix justamente como proveedor de la mayor droga del país del norte: el petróleo. Y Medvédev sabe lo que dice. Durante años fue el director de Gazprom, la petrolera rusa, que Bush no pudo arrebatar a Putin en sus intentos de introducir en su propiedad a la yanqui Standar Oil Company para realizar inversiones. La estatal Gazprom, de la mano de Medvédev, está pronta a convertir a Rusia en el segundo mayor productor de petróleo del mundo, después de Arabia Saudita.
Para comprender un poco los fenómenos que estamos viviendo daré un par de detalles. La crisis de los años 70, que significó, tal como ahora, recesión, alta inflación y alto desempleo a nivel mundial, se originó también por el petróleo. En 1970 los EEUU llegaron a su pick de producción después de casi cien años de explotación del crudo. Hasta ese año el país del norte creaba excedente del oro negro y se permitía exportarlo y financiar las guerras. Fue la época del petróleo barato. Hoy EEUU apenas produce el 30% de su consumo de petróleo, debiendo importar el otro 70%. Como EEUU consume 20 millones de barriles diarios, debe comprar 14 millones de barriles. Si el barril está a US$130, significa un gasto diario de US$1.820.000.000 (mil ochocientos veinte millones de dólares), al mes son 54 mil millones de dólares. ¿Cuánto tiempo puede resistir?. Por algo Rusia hizo el mes pasado un ostentoso desfile militar. Es la nueva potencia, guste o no, y no quiere que EEUU siga mosqueando en la zona.
Dentro de poco tiempo veremos al país del norte como hace pocos años a los chinos: montando bicicletas. Son los cambios de la era Bush, próxima a cerrar el ciclo más fatídico en la historia de ese país. En estos 8 años de Bush se triplicó la pobreza pasando de 10 a 30 millones las personas en niveles de indigencia y miseria. ¿Podrá Obama sacar del atolladero a los EEUU? Dura tarea le espera al próximo nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Una estructura que mira al cielo y da cuenta del creciente poder de la energética estatal Rusa. Cómo ha cambiado el mundo en 20 años. Y en Chile, aún creen en el tío Sam y los TLC de la miseria.