domingo, 17 de diciembre de 2023

Hace más de un año que Israel conocía el plan de ataque de Hamás

Más analistas se pliegan a la teoría de que el régimen israelí permitió el ataque del 7 de octubre aunque tenía pleno conocimiento del plan
Manlio Dinucci, La Haine

Israel conocía el plan de ataque del Hamás desde hace más de un año, revela el New York Times. Así lo demuestra el documento de 40 páginas, de los servicios de inteligencia israelíes, denominado «Murallas de Jericó». Ese documento describe punto por punto, aunque sin precisar la fecha, el ataque que Hamás realizaría finalmente el 7 de octubre de 2023.

Durante todo un año, antes del 7 de octubre de 2023, «Murallas de Jericó» se divulgó ampliamente entre los responsables del ejército y de los servicios de inteligencia de Israel, quienes supuestamente estimaron que «un ataque de tal envergadura sobrepasa las capacidades de Hamás».

En julio pasado, sólo 3 meses antes del ataque, un experimentado analista de la Unidad 8200 (la agencia de inteligencia electrónica de Israel) avisó de que Hamás había realizado un gran ejercicio similar a lo que se describía en el plan. Pero un coronel de la inteligencia echó abajo el informe del analista.

El supremacismo conduce inevitablemente al crimen

Thierry Meyssan, Voltaire

Israel, país que mostraba una larga tradición contradictoria, a la vez democrática y criminal, se ha desplomado en pocos meses. Sus leyes fundamentales han sufrido una reforma y su primer ministro ha montado, con la complicidad de la Hermandad Musulmana, un sangriento pretexto para acabar con el pueblo palestino.

Desde ese momento, la clase dirigente israelí está mostrando una especie de locura supremacista. Sólo habla de erradicar el Hamas y del desplazamiento forzoso de la población de Gaza. Lo que estamos viendo es un genocidio, en vivo y en directo, a través de las redes sociales.

Luego de haber perpetrado lo que muchos de sus compatriotas califican de golpe de Estado, Benyamin Netanyahu organizó, con la Hermandad Musulmana, los hechos del 7 de octubre. Y ahora trata de liquidar el pueblo palestino.

Todas las citaciones incluidas en este artículo provienen de declaraciones, verbales o escritas, emitidas o publicadas durante los 2 últimos meses.

Todos sabemos que las ideologías supremacistas siempre conducen a inconcebibles masacres. En los últimos años hemos visto el genocidio desatado contra los tutsis por el Hutu Power o el genocidio del Emirato Islámico (Daesh) contra los yazidíes. En ambos casos no se trataba de eliminar opositores políticos sino de liquidar físicamente toda una población catalogada como no humana.

sábado, 16 de diciembre de 2023

Argentina SA: Caputazo

De un plumazo estatizó más de 30 mil millones de dólares de deuda privada con proveedores foráneos, para rescatar a importadores de bienes y servicios (de la casta) pendientes de pago
Carlos Fernández-Vega, La Haine

Creativos, como siempre, los argentinos de inmediato bautizaron el draconiano programa económico 'de emergencia' que a rajatabla impone el anarcocapitalista Milei e hizo público –parcialmente– Luis Toto Caputo, su ministro de Economía (que fue de Finanzas y presidente del Banco Central de la República Argentina, BCRA, con Mauricio Macri).

Lo denominan Caputazo y no es para menos: megadevaluación (118 por ciento y contando), liberación de precios –de los alimentos a los combustibles; sólo ayer, 37 por ciento a la gasolina–, fin de los subsidios (energía, transporte y más), inflación galopante (se estima 60 por ciento sólo en los dos primeros meses del nuevo gobierno), jubilaciones –de por sí reducidas– a la baja, desempleo creciente, industricidio, impuestos al alza (antes de subirlos, me corto un brazo, prometió), recesión, mayor pobreza y todo ello, y algo más, apenas es el telón de lo que viene, advierte el vocero presidencial, Manuel Adorni.

2023: el año de Lula

Emir Sader, La Jornada

En su extraordinaria trayectoria de vida, muchos años han podido ser caracterizados como el año de Lula. Pero este tiene un sentido muy especial. Nacido en una provincia muy pobre de la región más pobre de Brasil, en una familia con muchos hermanos, sobrevivientes de tantos otros que no han podido sobrevivir, fue el elegido por su mamá para poder estudiar y formarse profesionalmente. Después de 13 días de viaje en un autobús Pau-de-arara, llegó a Sao Paulo, haciendo el camino de muchos millones de migrantes hacia un destino mejor.

Tuvo muchos empleos: de lustrabotas a vendedor callejero, hasta llegar a ser obrero metalúrgico, donde comenzó una carrera que lo llevaría al sindicato, presidente de la asociación de trabajadores. Líder sindical aun durante la dictadura militar y de ahí proyectado a la vida política, participó en la fundación de la CUT (Central Obrera de Trabajadores) y del PT (Partido de los Trabajadores).

Israel está fomentando el odio contra sí mismo

Gideon Levy, periodista israelí, Observatorio de la Crisis

Un desconsolado padre, cuyo hijo de 8 años fue asesinado a tiros por los soldados, se paró esta semana en la entrada de su casa en la frontera del campo de refugiados de Jenin y declaró la simple verdad: “Estos niños nunca perdonarán a los soldados…”

“Estamos levantando otra generación de resistencia. Ahora nuestros hijos quieren que los niños israelíes también sean asesinados”.

Visité la casa del padre, Samer al-Ghoul, después de una visita al campamento de Jenin, donde las Fuerzas de Defensa de Israel una vez más sembraron destrucción en los últimos días, en proporciones espantosas.

Unas 80 casas fueron demolidas, todas las carreteras del campamento fueron arrancadas de su lugar y las aguas residuales, cuya infraestructura fue destruida, corren por las calles y desprenden un hedor. Los niños del campo de Jenin se regodean en ello.

En el otro extremo del ámbito de la ocupación, miles de niños están siendo asesinados.

Qué se juega el domingo en Chile

Paul Walder, El Clarín

Desde inicios de diciembre está prohibida la difusión de encuestas sobre el plebiscito de este domingo 17. Al corte, todos los sondeos, de las más variadas metodologías, han marcado una tendencia al voto en contra en proporciones muy altas sobre el voto a favor.

Pese a la aparente certeza de estos registros, todavía hay un espacio opaco: más de la mitad de los encuestados no tiene todavía claridad sobre qué votar como tampoco qué se vota. Aunque la propuesta, un documento de 182 páginas descargable en PDF desde las páginas oficiales y regalado como libro en algunos centros cívicos y plazas, nadie, o casi nadie fuera de las elites, ha dedicado unos minutos para leerlo o echarle un vistazo.

Como sucede en estos casos, la circulación de la información toma otras vías. La propaganda oficial vía televisión abierta para ambas opciones es una, los medios de comunicación tradicionales empujan y, de manera masiva, las redes sociales sellan.

Desde el inicio de la difusión y la propaganda las encuestan han registrado una tendencia al alza del A Favor, proceso que desde comienzos de mes circula en silencio. El domingo 17 habrá, como ha sido desde el inicio del proceso constituyente, una fuerte dosis de incertidumbre.

viernes, 15 de diciembre de 2023

La maquinaria y el capital son consustanciales

Denis Collin, Adáraga

La maquinaria y el capital son consustanciales. En sus primeras formas (capital usurero, renta de la tierra e incluso manufactura) el capital es indiferente a los medios de trabajo. Pero el capital aún no es verdaderamente él mismo. El capital, en carne y hueso, aparece con la gran industria y, por tanto, como máquinas, que funcionan, a ser posible, día y noche durante todo el año. En Das Kapital, Marx utiliza el término Maschinerie, que se traduce fácilmente al francés como «maquinaria».

La maquinaria no es un conjunto de máquinas, sino un sistema en funcionamiento. Lo verdaderamente vivo del capital es esta maquinaria: una fábrica parada es capital inmovilizado, capital que no produce nada y, por tanto, capital muerto. Por otra parte, el capital es dinero, dinero gastado para comprar los medios de trabajo y la fuerza de trabajo, y que sale del ciclo de producción hinchado y adornado de plusvalía. Para el inversor capitalista, el dinero parece un puro fantasma y su existencia material no tiene nada que ver con su contenido y poder reales.

jueves, 14 de diciembre de 2023

Milei y Bolsonaro son producto del neoliberalismo en decadencia

Olavo Passos de Souza, Observatorio de la crisis

La victoria de Javier Milei en las elecciones presidenciales argentinas ha dejado a muchos preguntándose qué lugar ocupa todavía la política reaccionaria de derecha en América Latina.

Menos de un año después de la derrota de Jair Bolsonaro en Brasil y el regreso del líder progresista Luis Inácio Lula da Silva a la presidencia del país, la aplastante victoria de Milei en la segunda economía más grande de América Latina parece indicar una disonancia dentro del panorama político de la región.

Sin estar ligados por el neoliberalismo de los años 1990 ni por la “marea rosa” de las socialdemocracias durante los años 2000, los líderes latinoamericanos parecen carecer de un objetivo o una visión compartidos.

Si uno sigue las elecciones argentinas de 2023, no es difícil detectar muchas similitudes con Brasil en 2018. Y, sin embargo, las principales cuestiones destacadas por Milei y Bolsonaro fueron, en su mayor parte, radicalmente diferentes. Aunque ambos lograron resultados similares, los problemas (o problemas aparentes) en los que decidieron centrarse variaron dramáticamente.

Kissinger, Nixon y el Doctor Victor Frankenstein

Augusto Zamora Rodríguez, Riadi Noureddine

Mary Shelley, nacida Mary Godwin, en Londres, en 1797, publicó, con veinte años, su obra más famosa (de hecho, la única famosa), que tituló Frankenstein o el moderno Prometeo. Fue un éxito inmediato en Gran Bretaña y es, sin género de duda, una de las novelas de terror más famosas jamás escrita, no tanto por la calidad de su prosa, como por el tema que aborda: la creación, por el doctor Victor Frankenstein, de un ser vivo con los restos de humanos muertos. La posibilidad de ser Dios, dando vida a lo inerte. La fama de la criatura devorará al padre, al menos nominalmente. Se olvida el nombre del creador y pasa a conocerse al monstruo como Frankenstein, siendo ése el apellido de su ¿padre?, que queda, así, subsumido por su criatura. Con la popularidad y el tiempo, la criatura se incorpora al imaginario colectivo para denominar como Frankenstein a las obras que terminan convertidas en algo monstruoso, indeseable, inesperado, antinatural.

Prometeo, hijo de Jápeto y de la ninfa Clímene, era hermano de Epimeteo y, ambos, tenían el trabajo de crear a la Humanidad y de dotarla de todo lo necesario para vivir. Fue Prometeo quien hizo a los humanos bípedos y, en la satisfacción de su obra, decidió entregarles el fuego. Zeus se enfureció, porque el fuego era un don divino reservado a los dioses. Para castigarlo, ordenó a Hefestos que encadenara a Prometeo en una cueva, donde, por 30.000 años, un águila le devoraría las entrañas, que se regeneraban cada día. Hércules, camino de Hespérides, encuentra a Prometeo, mata al águila y lo libera. Mary Shelley quiso vincular su novela con el mito de Prometeo porque ambos, Victor Frankenstein y Prometeo, hicieron algo prohibido. Uno, dar vida a la muerte, que es atributo de Dios. El otro, robar el fuego sagrado, que era atributo de los dioses.

miércoles, 13 de diciembre de 2023

La Justicia ucraniana dictamina que la masacre que desencadenó el Euromaidán fue un montaje


Durante la masacre del Euromaidán más de 100 personas fueron asesinadas, lo cual desencadenó una avalancha de condena internacional que llevó al derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich, elegido democráticamente, y al consecuente golpe de Estado que impuso un gobierno en Ucrania elegido por Washington. Sin embargo, la corte concluyó que los manifestantes pro-Maidán murieron en un ataque de falsa bandera.

En el juicio numerosos videos probaron que, durante y después de aquella masacre, el Hotel Ukraina estaba controlado por neonazis del partido Svoboda, partidarios del Maidán. Al menos 28 de los 108 tiros provenían de este y otros edificios controlados por opositores al por entonces Gobierno de Ucrania.

De hecho, un centenar de testigos y hasta 51 activistas pro-Maidán que fueron heridos ese día reconocieron que los disparos provenían de estos lugares, o admitieron haber visto a francotiradores apostados ahí.

Los jueces descartaron cualquier involucración de los servicios de Inteligencia y seguridad de Rusia en la masacre, una teoría de la conspiración ampliamente promovida por los partidarios del Euromaidán.

La supercrisis mundial llegará como se predijo

Andrei Fursov, Euro-Synergies

La aplicación de medidas antisociales fuera del corazón del sistema capitalista ha permitido durante mucho tiempo a los gobernantes capitalistas mitigar el conflicto social dentro del corazón del sistema y ralentizar y modificar la lucha de clases. Como dijo Cecil Rhodes a finales del siglo XIX, «o te conviertes en imperialista o tienes una guerra civil». Y, efectivamente, la fase imperialista del capitalismo fue un intento de evitar la guerra civil en su propia sociedad recurriendo a la expansión exterior. Pero el hecho es que el imperialismo estaba limitado desde el principio por el tamaño del planeta, y a finales de los siglos XIX y XX, las zonas exteriores, a expensas de las cuales se podían limar los conflictos sociales en el centro, estaban agotadas, y para evitar la guerra civil, se necesitaban guerras no coloniales, sino imperialistas, es decir, entre las propias potencias imperialistas.

Esto coincidió, entre otras cosas, con el desarrollo de la segunda revolución industrial (1870-1910). La segunda revolución industrial significó la electricidad, el motor de combustión interna y, en la vida cotidiana, el teléfono, el telégrafo, el cine, el suministro de agua y los ascensores. Hay que señalar que la segunda revolución industrial duró menos que la primera. La primera revolución industrial fue la máquina de vapor y los ferrocarriles entre 1750 y 1830. La línea descendente de la dinámica económica industrial del capitalismo se demuestra de forma aún más llamativa con la tercera revolución industrial: 1970-2000. Hablamos del ordenador, el teléfono móvil, Internet y los robots.

Argentina, al precipicio

La Jornada

Javier Milei hizo algo inédito en la historia de las democracias formales: durante su primer discurso como presidente anunció a sus simpatizantes que serán ellos quienes paguen la terapia de shock en que consiste su plan económico, mientras los beneficios irán para la iniciativa privada. El mandatario ultraderechista recurrió a la infame frase de la destructora del Estado de bienestar británico, Margaret Thatcher: no hay alternativa (“there is no alternative”), dijo, para confirmar que llevará a cabo un ajuste fiscal de 5 por ciento del producto interno bruto, todo el cual será absorbido por el Estado a través de recortes brutales a los programas sociales y en multitud de ramas del gobierno. El monto equivale al gasto gubernamental de cinco meses, lo cual significa que de un día para el otro desaparecerán cuatro de cada 10 pesos del presupuesto.

Este economista pertenece a la corriente ideológica denominada posfascismo, porque retoma el agresivo conservadurismo social de los fascismos del siglo XX (con misoginia disfrazada de defensa de la familia, racismo abierto, xeno, aporo y homofobia); pero sin las garantías de empleo y mínimos de bienestar que aquellos ofrecían a las clases trabajadoras, políticas que son remplazadas por el neoliberalismo más ortodoxo y plutocrático.

Como todos los neoliberales, Milei impondrá supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios al pueblo, mientras la cúpula mantiene todos sus privilegios: no sólo no ha hablado de disminuir su propio sueldo, sino que ya dio rienda suelta a sus desplantes de exhibicionismo (pidió ser trasladado en un auto descapotable en su primer trayecto oficial) y a su intención de llevar una vida faraónica a expensas del erario. Por ejemplo, emprenderá una millonaria remodelación de la Casa Rosada a fin de instalar allí a sus cuatro perros.

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