lunes, 2 de noviembre de 2015

Stephen Hawking sobre el futuro del capitalismo, la desigualdad... y la Renta Básica

Conor Lynch, Sin Permiso

El reconocido físico y cosmólogo Stephen Hawking, dejó caer una verdadera bomba sobre el capitalismo y el futuro de la desigualdad. Con los rápidos avances tecnológicos de las últimas décadas (por ejemplo, la tecnología informática, la robótica), hemos visto crecer las desigualdades económicas a un ritmo alarmante, y como una especie de clase plutocrática de propietarios - es decir, los capitalistas - se volvían inmensamente ricos. Hawking cree que, si las máquinas no terminan por reemplazar el trabajo humano y produciendo todos nuestros productos, y continuamos la actual vía neoliberal, estamos en camino de convertirse en una suerte de distopía con una clase de grandes propietarios, con una riqueza inconmensurable, y una clase inferior de desposeídos - es decir, las masas - que vivirán en la pobreza extrema. En una sesión de “pregúntame lo que quieras” de Reddit Hawkins escribió:
"Si las máquinas producen todo lo que necesitamos, el resultado dependerá de cómo se distribuyen las cosas. Todo el mundo podrá disfrutar de una vida de lujo ociosa si la riqueza producida por las máquinas es compartida, o la mayoría de la gente puede acabar siendo miserablemente pobre si los propietarios de las máquinas cabildean con éxito contra la redistribución de la riqueza. Hasta ahora, la tendencia parece ser hacia la segunda opción, con la tecnología provocando cada vez mayor desigualdad".
La sustitución del trabajo humano por máquinas ha sido siempre uno de los temores de la clase trabajadora. Al inicio de la revolución industrial, ese miedo dio lugar a una reacción violenta de los trabajador conocida como el movimiento ludita: en Inglaterra, los trabajadores textiles protestaron contra los despidos y las dificultades económicas destruyendo equipos industriales y fábricas. Hoy en día, ocurre de nuevo con la eliminación de muchos puestos de trabajo fabriles previamente estables en ciudades como Baltimore y Detroit, sustituidos en gran medida por la automatización. Este tipo de innovación tecnológica que tiene lugar en toda la historia del capitalismo es lo que Joseph Schumpeter llamó la "destrucción creativa", que describió como un "proceso de cambio industrial que revoluciona incesantemente la estructura económica desde dentro, destruyendo sin cesar la antigua, creando incesantemente una nueva”. Schumpeter llamó a este proceso “la característica esencial del capitalismo".

La destrucción creativa siempre ha resultado hasta ahora positiva para la sociedad. Aunque que las innovaciones eliminan puestos de trabajo para muchos, las nuevas tecnologías han creado históricamente nuevas industrias y nuevos empleos con ellas. Este proceso inherente del capitalismo aumenta rápidamente la productividad del trabajador y por lo tanto hace que los que eran hasta entonces bienes de lujo pasen a estar al alcance de sectores más amplios de la población. Las nuevas tecnologías ayudan a producir muchos más productos, que aumentan la oferta y empujan hacia abajo el precio para satisfacer la demanda.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Alta tensión entre EEUU y China en el Mar del Sur de China

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

Si por sus actos los juzgaréis, entonces la reciente visita del mandarín Xi Jinping a Estados Unidos, en lugar de mejorar las relaciones con el saliente presidente Barack Obama, las empeoró. Tal deterioro se condensa en el Mar del Sur de China, adonde Estados Unidos envió un barco de guerra en aguas territoriales de las disputadas islas naturales y artificiales que Pekín considera suyas y Washington no reconoce.

China reclama la soberanía del archipiélago Spratly, en el Mar del Sur de China, y ha construido islas artificiales donde Estados Unidos desplegó muy cerca el barco de guerra USS Lassen como advertencia y para medir el alcance de la reacción china.

La alta tensión en el Mar del Sur de China condensa las agendas encontradas entre Pekín y Washington, que se asestan mutuos golpes de toma y daca cuando cesan de cooperar en forma creativa.

En medio de sus convergencias relativamente estables en varios rubros, afloran profundas divergencias entre Estados Unidos y China en otros segmentos –como la arcana Asociación Transpacífica (ATP) de 12 países, obscenamente diseñada contra China, que encabeza Washington y de la que forma parte el “México neoliberal itamita”–, cuando las otras potencias medianas, como Gran Bretaña (GB) y Alemania, dependiendo de los tópicos y sus intereses, se ajustan.

La coyuntura internacional sufre reacomodos multidimensionales en varios puntos sensibles del planeta fracturado: desde el teatro de batalla sirio –donde opera la singular cooperación entre Estados Unidos y Rusia (con Pekín sentada en el asiento trasero) contra el yihadismo trasnacional– hasta la flamante santa alianza financierista de la libra esterlina británica y el renminbi chino.

sábado, 31 de octubre de 2015

La tragedia de Ben Bernanke

Bradford DeLong, Project Syndicate

Resulta difícil leer el nuevo libro de memorias del expresidente de la Reserva Federal de EE. UU. Ben Bernanke (The Courage to Act), sin verlo como una tragedia. Es la historia de un hombre que tal vez haya sido la persona mejor preparada del mundo para el trabajo del que debía ocuparse, pero que se vio rápidamente superado por los desafíos y nunca logró recuperar el terreno perdido.

Es un gran mérito de Bernanke que el shock de 2007-2008 no haya dado lugar a otra Gran Depresión, pero su respuesta en el período subsiguiente resultó inesperadamente decepcionante. En 2000, Bernanke sostuvo que un banco central con voluntad suficiente «siempre» podría –al menos, en el mediano plazo– recuperar la plena prosperidad a través de la expansión cuantitativa. Si un banco central imprime dinero y compra activos financieros a escala suficiente, la gente comenzará a aumentar su gasto. Incluso si la gente cree que solo una fracción de la expansión cuantitativa será permanente, e incluso si el incentivo a gastar es bajo, el banco central puede volver a poner en marcha la economía.

viernes, 30 de octubre de 2015

Las desconocidas causas de la Gran Recesión

Vicenç Navarro, Público.es

La función del pensamiento económico dominante

Uno de los mayores problemas que tienen las llamadas ciencias económicas y sociales es su excesiva disciplinariedad. Las ciencias económicas, por ejemplo, tienden a centrarse en el fenómeno económico, siendo insensibles al (y muchas veces desconocedoras del) contexto político que lo configura (e incluso, en muchas ocasiones, lo determina). Este contexto político es, a la vez, definido por la existencia de relaciones de poder que se generan y se reproducen en la estructura social. La existencia de clases sociales, por ejemplo, y de cómo se generan y reproducen en las sociedades contemporáneas, es de una enorme importancia para entender el contexto político que configura el fenómeno económico. En realidad, la mayor o menor prominencia, protagonismo y exposición mediática de las teorías económicas viene condicionado por la función que tales teorías tienen en la promoción de los intereses de los grupos económicos y financieros dominantes en cualquier país. Por ejemplo, el enorme dominio que el pensamiento económico neoliberal ha tenido en el mundo académico occidental y en el desarrollo de las intervenciones públicas de los Estados (así como en las instituciones internacionales como el FMI, el Banco Mundial, el BCE, y otras), se debe a que las políticas derivadas de dicho pensamiento están orientadas a optimizar los intereses de las élites propietarias y gestoras de las grandes empresas financieras y económicas que dominan la vida económica de un país, y que en EEUU se llama la Corporate Class, término que correspondería a lo que solía conocerse como clase capitalista, y que ahora se le llama, un tanto simplistamente, como el 1%. El neoliberalismo es ni más ni menos que la visión del mundo y de la realidad que nos rodea promovida por tal Corporate Class. Su expansión a partir de los años ochenta fue resultado de la victoria de sus máximos exponentes, que fueron el Sr. Ronald Reagan, Presidente de EEUU, y la Sra. Margaret Thatcher, Primera Ministra del gobierno conservador británico.

jueves, 29 de octubre de 2015

Néstor, Lula y la segunda vuelta

Emir Sader, Página 12

Estábamos en la campaña de la segunda vuelta en Brasil, en 2010, cuando nos fulminó la noticia de la muerte de Néstor. Lula corrió a representarnos a todos nosotros, cuando todos nuestros corazones se volcaban hacia Néstor, hacia todos los argentinos, hacia Cristina en particular.

Sabíamos todo lo que Néstor representaba, cómo junto a Hugo Chávez y Lula, había sido fundamental para lanzar el proceso de integración regional y cerrar el paso al ALCA. Sabíamos cómo Néstor había sido fundamental en el rescate de Argentina de la peor crisis de su historia.

Este aniversario de la muerte de Néstor nos lleva a aquel momento y a la forma en que Lula afrontó una situación similar a la que afronta ahora la Argentina. Ante el nuevo desafío electoral que se abría en aquellos días para nosotros, Lula nos sorprendió de nuevo. Nos dijo: “Siempre es mejor ganar en segunda vuelta, porque la contraposición de planteamientos es más clara, y de esta manera el presidente es elegido con más apoyo”.

Un balotaje crucial para América Latina

Atilio Borón, Rebelión

El resultado de las elecciones del pasado domingo no fue un rayo en un día sereno. Un difuso pero penetrante malestar social se había ido instalando en la sociedad al compás de la crisis general del capitalismo, las restricciones económicas que impone a la Argentina el agotamiento del boom de las commodities y la tenaz ofensiva mediática encaminada a desestabilizar al gobierno. Era, por lo tanto, apenas cuestión de tiempo que esta situación se expresara en el terreno electoral. Ya las PASO (elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) celebradas el 9 de Agosto habían sido una voz de alarma, pero no fue escuchada y analizada por el oficialismo con la rigurosidad requerida por las circunstancias. Prevaleció una actitud que para utilizar un término benévolo podríamos calificar como “negacionista”, gracias a la cual la autocrítica y la posibilidad de introducir correctivos estuvieron ausentes, con las consecuencias que hoy estamos lamentando.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Gran Bretaña apuesta al renminbi chino en detrimento del dólar

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

En el intermezzo de la triunfal visita del mandarín Xi Jinping a Gran Bretaña (GB), Alan Wheatley y Paola Subacchi –adscritos al británico Royal Institute of International Affairs, conocido como Chatham House: uno de los principales think tanks del mundo–, juzgan que el primer ministro David Cameron “parece haber concluido que los riesgos de su amigable relación con Pekín son superados por la importancia de China para la primacía financiera de Londres (https://goo.gl/05cEAD)”.

Es mucho más que la preponderancia de la plaza de la City (Londres): se trata de la conectividad geofinanciera entre GB y su antigua colonia Hong Kong de casi 8 millones de habitantes, reincorporada en 1997 a China bajo el singular acuerdo de un país, dos sistemas, donde GB se despacha con la cuchara grande en su óptimo sector financiero.

Estancamiento secular

Alejandro Nadal, La Jornada

Si el sino fatal del capitalismo está marcado por la acumulación de capital y la expansión económica, ¿qué significa ingresar en una etapa de estancamiento secular?

El tema del estancamiento secular recuperó su brillo con una alusión que hiciera Lawrence Summers, economista clave del establishment, en 2013. Pero esta referencia conduce necesariamente a una reflexión más seria sobre la evolución de una economía capitalista, más allá de los mitos y dogmas en los que sigue creyendo Summers.

Los enormes costes del olvido histórico: el caso Companys

Vicenç Navarro, Público.es

Una de las mayores consecuencias del enorme dominio que las fuerzas conservadoras, herederas de aquellas que realizaron el golpe militar en el año 1936 en contra de un gobierno democráticamente elegido, y que más tarde controlaron el Estado dictatorial, fue el forzado silencio y olvido que se impuso a la población sobre los hechos que habían ocurrido durante la II República, lo cual facilitó todo tipo de tergiversaciones y manipulaciones a fin de servir a los intereses de los partidos gobernantes a lo largo del territorio español.

Un caso reciente es la presentación de la figura de Lluís Companys, President de la Generalitat de Catalunya, que lo fue durante el periodo republicano del 1934 al 1939, y más tarde en el exilio hasta que fue capturado por la Gestapo y trasladado a Catalunya, siendo fusilado el día 15 de octubre del año 1940. La dictadura, que tipificó la visión extrema del Estado jacobino uninacional, presentó al President Companys como el máximo exponente del secesionismo y del independentismo catalán, considerándolo como uno de los mayores enemigos de España. Esta visión es también compartida por gran parte de movimientos independentistas que últimamente, y a raíz del 75 aniversario de su asesinato, han intentado reivindicar tal figura como un líder histórico de tal movimiento independentista. En esta campaña ha jugado un papel central el gobierno independentista catalán, dirigido por el President Artur Mas de la Generalitat de Catalunya. Este proyecto de apropiación de la figura de Lluís Companys por parte de los nacionalistas conservadores catalanes, hoy independentistas, no deja de ser paradójico, pues el President Companys nunca fue muy popular entre tales derechas, debido a que, sin lugar a dudas, fue el President de la Generalitat más de izquierdas que haya existido, debido, en parte, al contexto cuasi revolucionario en el que vivió.

martes, 27 de octubre de 2015

Blair, Bush y Occidente no ven a la gente en Medio Oriente

Robert Fisk, La Jornada

Tony Blair vuelve a las andadas. Se disculpa, pero no por la guerra, sino sólo por la inteligencia. Existen elementos de verdad –lo que eso quiera decir– en la visión de que la aventura que él y George W. Bush emprendieron en Irak en 2003 fue la causa probable del ascenso del Isis. Existen algunos, supongo, que tal vez digan también que este hombre malvado comenzó una guerra regional que ha oscurecido por completo la tragedia de los palestinos, quienes siguen soportando la más prolongada ocupación militar de la historia moderna, ocupación que Blair no hizo nada por terminar después de ser escandalosamente enviado en misión de paz a Jerusalén. Tal vez estaría de acuerdo en que existen elementos de verdad en esa insinuación, pero lo dudo.

Me ha enfurecido que Blair no tuviera el valor de asumir su responsabilidad en la catástrofe. Sin duda la sombra oscura del Informe Chilcot produjo su minúscula disculpa, aunque bien puede ser que Chilcot esconda la verdad y por tanto sólo arroje luz sobre el hombre. Lo que a mí me pareció tan indignante en su entrevista con CNN fue la presunción de que Medio Oriente es un lugar de inestabilidad inherente.

El TPP: un misil contra la soberanía


Paul Walder, Punto Final

El acuerdo suscrito el pasado 5 de octubre entre Estados Unidos y otros once países (Japón, Chile, Perú, México, Brunei, Nueva Zelanda, Singapur, Australia, Canadá, Malasia y Vietnam ) de su órbita en el área de la Cuenca del Pacífico, es una extensión de la ola de los tratados de libre comercio (TLC) de la década pasada y un importante dique levantado por Estados Unidos para favorecer a sus corporaciones y arrinconar a China.

Sobre estos dos grandes objetivos descansa el TPP, organismo que se complementa de manera planetaria con el TTIP (Asociación Trasatlántica para el Comercio y la Inversión), que negocia en estos momentos Estados Unidos con los países europeos. Ambos tratados, denunciados por organizaciones de la sociedad civil, están emparentados por intereses muy similares y apuntan a mercantilizar en niveles inéditos todas las actividades humanas comercializables. Entre ambos grupos, Estados Unidos logra ordenar bajo su órbita a gran parte del PIB mundial.

lunes, 26 de octubre de 2015

Si la clase media despertara…

Frei Betto

A partir del 2016 el 1% de la población mundial, que alcanza hoy en día 7,200 mil millones de personas, tendrá una fortuna superior a los ingresos del 99 % de esa población. La riqueza mundial alcanzó en el 2013 US$ los 241 mil billones. Eso significa que 72 millones de personas tendrán en sus manos el 46 % de dicha fortuna, estimada en US$ 110 mil billones. Y la gran mayoría de la población mundial, o sea 7,128 millones de gentes, tendrá que sobrevivir con los US$ 131 mil billones restantes.

Mire qué injusto es este mundo: si toda la riqueza de la humanidad fuera dividida por igual entre los 7,200 millones de personas, cada uno de nosotros tendría un patrimonio de US$ 33,472. Todos tendrían lo suficiente para vivir con dignidad y por tanto no habría hambre, criminalidad, migraciones, mendigos, favelas, mortalidad infantil y quizás hasta ni guerras. Viviríamos en un mundo de prosperidad y paz.

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