Mostrando las entradas con la etiqueta Sociedad. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Sociedad. Mostrar todas las entradas

martes, 28 de enero de 2025

El capitalismo siempre tuvo problemas con la democracia

Desde Corea del Sur hasta Estados Unidos, hay cada vez más señales de una crisis democrática en el mundo actual. La raíz del problema es la tensión permanente entre el capitalismo y las libertades democráticas, que solo existen gracias a grandes luchas populares.

Jean Batou, Jacobin

Desde Francia hasta Corea del Sur, se multiplican los signos de crisis democrática. Donald Trump toma posesión de su cargo por segunda vez, rodeado de una camarilla de multimillonarios de extrema derecha como Elon Musk y Peter Thiel, y es un momento oportuno para reconsiderar la relación entre capitalismo y democracia.

Existe una versión burda del marxismo que presenta a la democracia como un conjunto de derechos políticos que fueron conquistados por la burguesía en su lucha contra el antiguo régimen y las prerrogativas de derecho divino del monarca. Desde esta perspectiva, la tarea del socialismo sería continuar esta lucha a nivel económico, contra el poder indebido conferido por la propiedad privada de los medios de producción.

En un momento en el que muchos Estados supuestamente democráticos están generando preocupantes tendencias autoritarias, vale la pena recordar que la burguesía siempre intentó condicionar las libertades democráticas a la preservación de sus propios intereses. Por eso, la defensa y la extensión de esas libertades siempre fueron fruto de grandes luchas populares y feministas.

Por esta razón, el socialismo puede reclamar legítimamente esta herencia de lucha por los derechos democráticos para desarrollarla y darle un contenido real. De hecho, el ejercicio de las libertades democráticas es una condición esencial para la autoemancipación humana.

jueves, 13 de enero de 2022

"No mires arriba": el placer del reconocionismo

Santiago Alba Rico, Público

Lo mejor y lo peor que puede decirse de la polémica y aclamada película de Adam McKay, No mires arriba, es que es brillante y entretenida. Es lo mejor porque, en efecto, pasas un buen rato gracias al ingenio de unos guionistas que vuelcan en ella todas las verdades que habitualmente se nos ocultan y todas las denuncias a las que en otros formatos nadie hace ningún caso: el populismo electoralista de los gobernantes, la colusión entre el poder político y el económico, las fantasías de los gurús tecnológicos, el negacionismo interesado de los plebeyos, la frivolidad cómplice de los medios de comunicación. Es lo mejor, pero también lo peor, porque el único efecto que introduce en el mundo es el de confirmar las fronteras impermeables entre la enunciación y la acción. La verdad, por así decirlo, nos divierte tanto como el magufismo, el adefesio y la estupidez.

martes, 6 de septiembre de 2011

Abejas, lobos y corderos

Antonio Aramayona, Attac

A principios del siglo XVIII, Bernard de Mandeville describía en su obra La fábula de las abejas una sociedad próspera y feliz, donde cada individuo busca solo su propio lucro e interés, pues por naturaleza somos individualistas, egoístas y perseguimos nuestro propio interés, de tal forma que el bien público no es sino el resultado de los intereses y lucros individuales. En otras palabras, si no rijo mi vida en y por mi propio interés, estoy cortando las alas del progreso. Si presto oídos a los discursos de los valores y las virtudes morales, voy en contra de lo más saludable de la naturaleza: la consecución del propio bienestar, prescindiendo de cualquier otra cosa. De hecho, remata Mandeville, los vicios privados son los que verdaderamente redundan en beneficios públicos.

En efecto, Mandeville sostiene que hasta los comportamientos individuales más bajos y viles producen ante todo efectos económicos positivos. Por ejemplo, un libertino puede llegar a ser incluso un personaje cruel e insolidario, y sin embargo, gracias a sus dispendios económicos viven criados, prostitutas, sastres, cocineros, obreros, cocheros, etc. Es decir, como una vida viciosa reporta grandes beneficios sociales, cuanto más se busque exclusivamente el propio beneficio, más acabará redundando en provecho de la comunidad.

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin